La mayoría de los votantes dudaría en votar a un candidato obsesionado por el puesto, que no tenga vida propia y que incluso desatienda sus obligaciones básicas con las personas más cercanas, es decir, sus familiares. Pero eso no es un problema para Gerald Daugherty. Al revés, hasta puede ser un activo político y por eso lo ha convertido en un anuncio para su campaña.
Daugherty, republicano, es alguien de una cierta edad que se presenta al puesto de comisionado del condado de Travis, en Texas. En la línea de muchos políticos norteamericanos, ha optado por el sentido del humor para vender su candidatura. Y el sentido del humor, el auténtico, empieza por uno mismo, no por burlarse de los demás.
¿Cómo puede funcionar un anuncio así? Sólo si los votantes piensan: este tipo realmente se preocupa por los temas de los que será responsable como comisionado. Y qué menos que hacer un favor a su atribulada mujer –excelente actriz secundaria–, que pide e implora que lo elijan. Cualquier cosa antes de tenerlo en casa hablando de estadísticas sobre transporte público. Please.