La gran ofensiva. Con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela en las portadas de La Razón y ABC. Que alguien llame a Merkel (aunque en realidad ella ya estaba ayer de vacaciones). Y a Obama (aunque, según La Vanguardia, la cosa se limitó a que alguien de la Oficina Económica de Moncloa llamó a alguien de la Casa Blanca). ¿En qué consistía esa ofensiva?
En hacer un ridículo espantoso.
En que el Ministerio de Exteriores difunda una nota de prensa titulada: «España, Francia e Italia exigen la inmediata ejecución de los acuerdos del último Consejo Europeo». Toma ofensiva.
Poco después franceses e italianos lo han desmentido.
«Esta información es alucinante. No se basa en ninguna realidad», ha declarado a la agencia Reuters el propio Cazeneuve [ministro francés de Asuntos Europeos]. «No ha habido nunca un comunicado de Francia, España e Italia ni ninguna declaración común», ha agregado. También Italia ha rechazado haber realizado una declaración conjunta. «No sé de dónde ha salido eso. No hay nada parecido aquí ni en otras capitales», ha dicho un alto funcionario italiano en Roma.
Supongo que la siguiente ofensiva consistirá en reclutar los nuevos tercios de Flandes. Pero como no tenemos dinero, pediremos a los holandeses que los financien. Funciona, seguro. Que alguien llame a Obama.
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Un nuevo pasito que confirma la tabloidización de la prensa de derechas: el periodismo mentalista: cuento lo que creo que está pasando, lo que quiero que pase, sé lo que los otros están pensando, no necesito fuentes pues lo que cuento es de una lógica aplastante. Una técnica que lleva años puliendo la prensa deportiva para poder hablar sobre temas de los cuales el periodista no tiene ni pajorela idea o no tiene acceso a fuentes (por ejemplo, un periodista culé opinando sobre lo que pasa dentro del vestuario del Madrid, o viceversa). Esto me recuerda a aquella broma que contaban en los buenos años de «Se lo que hicisteis…» sobre aquel programa de Tele 5 llamado «Está pasando»: ellos lo rebautizaron como «Podría estar pasando».
Ni Síndrome de la Moncloa, ni hostias. Esto es oficial: Rajoy ha perdido cualquier contacto con la realidad. Es como Hitler en su búnker durante los días finales de la guerra, movilizando divisiones inexistentes para llevar a cabo el contraataque relámpago que le conducirá a la victoria mientras los tanques soviéticos rugen en las calles de Berlín. Ha enloquecido. Punto. No hay otra explicación. Hay que parar a este hombre. En la calle, en las urnas, en el Parlamento, en los tribunales… COMO SEA, o los años de la posguerra civil nos van a parecer una verbena en el parque comparado con lo que nos espera.
… Pues si está en el bunker de la Moncloa, me imagino que sufriendo el espantoso ridículo que, a mi entender , sería motivo de dimisión del ejecutivo en pleno, QUE SE COMPRE LOS CD´S DE WAGNER Y QUE NO SE OLVIDE DEL CIANURO!!! ¡¡¡GENERANDO CONFIANZA Y VENDIENDO LA MARCA ESPAÑA, DON MARIANO!!!
Señor@s: esto se veia venir hace mucho mucho tiempo.
Otro caso de «sería ridículo si no fuera trágico».