Los últimas semanas han sido fantásticas para Arabia Saudí en relación a los tres escenarios que más le preocupan en Oriente Medio: Egipto, Siria e Irán. El cambio es menor en relación al último país, pero no irrelevante. La elección de Rohani abre la posibilidad, de momento sólo eso, de una relación menos tensa entre dos rivales históricos si se confirman las intenciones moderadas del nuevo presidente iraní en sus relaciones con otros estados.
El gran premio a disposición de los saudíes se encuentra en Egipto. Es típico que los que piensan que todos los islamistas o fundamentalistas son iguales crean que el conservadurismo de los Hermanos Musulmanes les hace más gratos a ojos de las monarquías del Golfo. En el caso saudí, eso supone ignorar hechos históricos bien conocidos.
Los saudíes siempre han desconfiado de los Hermanos, no porque no los consideren auténticos musulmanes, sino porque su mensaje revolucionario, también en lo social y político, es considerado un peligro a largo plazo para los intereses de estas monarquías. Décadas atrás, y siempre que Nasser y sus sucesores intensificaban la represión contra los Hermanos, miles de sus seguidores terminaban emigrando a otros países árabes como profesores, ingenieros o abogados. Durante un tiempo, fueron bien acogidos en lugares como Arabia Saudí, Kuwait o los Emiratos hasta que los saudíes llegaron a la conclusión de que eran una influencia muy negativa, en especial en la universidad.
Siempre se recuerda en este caso la frase del entonces príncipe heredero Nayif, y eterno ministro de Interior, cuando dijo en 2002 en una entrevista con un periódico kuwaití que «sin ninguna duda le diré que todos nuestros problemas proceden de los Hermanos Musulmanes». Nayif afirmaba que les habían abierto las puertas del país cuando Nasser comenzó a perseguirles para descubrir que habían traído consigo una ideología política rival.
Cuando el príncipe heredero Sultán murió en 2011, uno de los visitantes más destacados que acudió a Riad a presentar sus respetos fue el jefe del Ejército egipcio, el mariscal Tantaui, que luego fue destituido por el Gobierno de Mohamed Morsi. Para los saudíes, sus aliados en Egipto visten de uniforme.
Tras el golpe de Estado, los saudíes no han tardado ni días en prestar todo su apoyo al nuevo régimen y lo han hecho prometiendo miles de millones a un Estado que está en una situación financiera casi desesperada. Arabia Saudí y los Emiratos han anunciado que aportarán entre ambos 8.000 millones de dólares (en forma de subsidios, créditos y entrega de petróleo y gas) a las nuevas autoridades. Hasta ahora el Egipto de Morsi sólo había recibido sustento financiero de Qatar. Sin los Hermanos al frente del país, los saudíes han descubierto de repente su generosidad.
Esa ayuda es algo más que fundamental para la economía egipcia. Actualmente, el Estado cuenta con reservas por valor de 14.900 millones de dólares, muy inferiores a las que disponía tras el fin de Mubarak. Eso son tres meses de importaciones. En 2012 gastó en ese apartado más de 58.000 millones.
En Siria es donde se está produciendo el otro duelo entre Arabia Saudí y Qatar por la hegemonía en Oriente Medio. En principio, ambos están en el mismo bando apoyando a los rebeldes sirios. Pero ya sabemos que el concepto de «rebeldes sirios» es muy amplio y abarca grupos muy diferentes con intereses distintos y también con distintos patrocinadores internacionales.
En los últimos días en el enésimo intento por unificar a los grupos y milicias que luchan por derrocar a Asad, los saudíes ganaron una ficha más. El Consejo Nacional, que se supone que es el principal interlocutor de la oposición siria, se reunió este mes en Estambul y eligió a un nuevo liderazgo. El candidato apoyado por Riad, Ahmed Yarba, consiguió derrotar al político preferido por Qatar. En cualquier caso, los Hermanos Musulmanes sirios se han apresurado a comunicar a los saudíes que son muy diferentes a sus correligionarios egipcios. Tienen sus propios intereses que defender y ya intuyen por dónde sopla ahora el viento.
El Gobierno de Qatar también lo sabe. Por eso, ha prometido continuar apoyando con préstamos al nuevo Egipto. No quieren que parezca que su solidaridad con El Cairo dependía únicamente del color político de su Gobierno.
Hay que tener en cuenta estas ventajas estratégicas que está obteniendo Arabia Saudí a la hora de hacer balance de los cambios originados por la Primavera Árabe. No es cómo empieza, sino cómo acaba.
En resumen:
El único que va a representar a los árabes de Medio Oriente ante el imperio, será:
Arabia Saudí
¿Así mejor?
En resumen:
Siempre estará EEUU y el objetivo perseguido y conseguido es que sean unos muertos de hambre, analfabetos y que no den guerra, osea q no molesten y reclamen sus recursos. Es la mejor forma de tenerlos controlados. Ya lo han conseguido en Afganistán, Irán, Libia, Siria y ahora Egipto. La mejor manera, divide y vencerás y por lo que se ve sus aliados les ayuda en eso, Catar y Arabia Saudí. Primero división entre chiis y sunitas y ahora ¿los sunitas se dividen hermanos y salafistas por ejemplo? joer q buen plan! Así Occidente, bueno USA y Alemania se queda toda la riqueza y el resto analfabetos matándose ellos mismos… que chollo!!
Los árabes perdidos y divididos por la religión! Árabes ateos ya! jeje
Por cierto, con toda esta mierda están consiguiendo destruir todo el legado cultural de oriente medio, q es enorme. todo acabará como el museo de Bagdad, saqueado y destruido! Lástima que el Imperio sea ademas un cazurro!
Iñigo, ¿por qué razón difieren tanto los intereses de Qatar y Arabía Saudí, en Oriente Medio?. En teoría, no difieren tanto el conservadurismo de las esferas de poder de ambos países, o es sólo cuestión de intereses de terceros (USA, Rusia, Europa) lo que les empuja a distintos bandos?
Correcto en los dos primeros casos (Egipto y Siria), incorrecto en el tercero. Rohani no supone la menor diferencia con Ahmadinejad en cuanto a los intereses de Irán se refiere. Es bastante claro que hay un alineamiento del mundo árabe con el liderazgo de Arabia Saudí y, creo yo, hay un sutil cambio en la estrategia de Arabia Saudí para conseguir ese alineamiento: no tanto islamistas radicales que no son apoyados por EE.UU en Siria (si fuera al contrario ya habría caído al-Assad), ni contrariar a los egipcios, sino simplemente ganarse al ejército en el segundo caso y la acción de EE.UU en el primero.
Siempre que se habla de Oriente Medio hay que calcular la posición del matón occidental de la zona. No es que Arabia gane, es que les cierra el paso a otros.
Yo no hablaría de triple premio, para empezar la Inaudita es el agente oficial occidental de la zona. En general, habría que hablar de cómo afecta todo esto a su situación interna, que no está para tirar cohetes (como la de Irán). En particular, mirándolo en detalle, la posición de Irán aguanta, la de Siria también, y Egipto se ha colocado en una situación de bloqueo y jaque. No está estable en su situación actual, y la forma en que evolucione malamente puede beneficiar ni a Arabia ni a nadie, y mucho menos a Occidente. Egipto es la potencia natural de la zona, no Arabia, así que esto no puede redundar en nada bueno.
Hay otro tema interesante. Egipto hasta hace pocos meses tenía vecinos estables. Ahora limita al este con una guerra civil de bajo perfil que no llama la atención en los medios, de donde salen bandas de descontrolados a montarla por toda el África subsahariana y no se necesita una degradación excesivamente mayor para que operen en Europa a sueldo de mafias. La estable Siria está en guerra civil, ésta sí llamativa para esos mismos medios. Sudán está hecho una braga. Turquía está francamente peor que cuando llegó al poder Erdogan, y la situación kurda está en un impasse imposible de prever. Grecia y los Balcanes acumulan gasolina. Dicho sea de paso, viene siendo la tónica general del planeta…
Parece-me insensato e desligado da realidade ver a situação política no Médio Oriente apenas como um jogo geoestratégico manipulado por alguns governos… A Primavera árabe foi (é) um movimento genuinamente popular que já derrubou algumas das mais ferozes e antigas ditaduras, sem grande capacidade de intervenção das ideologias tradicionais. A Revolução Síria é um movimento genuinamente popular, inicialmente pacífico, se ainda se lembram, e que não foi verdadeiramente apoiado por nenhuma força exterior. Desorganizado, multicolor, de amplo espectro ideológico e genuinamente espontâneo, um povo em armas enfrenta um exército opressor, como em Espanha há quase 80 anos e do mesmo modo as democracias (e infelizmente a maioria da esquerda) usam o disfarce sujo da não-intervenção…
curioso los rebeldes sirios abandonados a su suerte sin armas, sin apoyo aéreo y sin zona de exclusión, parece que la palabra de estados unidos y la otan no vale nada. porque a libia si se apoyo a los rebeldes y a siria no, los rusos solo tienen un barco de reparaciones en tartus, la enorme y poderosa sexta flota le tiene pánico a ese barquito que ni armas tiene, vaya poder disuasivo de los estados unidos y la otan para dar verguenza