Una encuesta realizada en Gaza y Cisjordania revela hasta qué punto Hamás ha salido fortalecida del ataque israelí contra Gaza, a pesar del alto coste en vidas humanas o quizá precisamente por eso. No es una conclusión que deba sorprender, porque esa reacción se produjo en años anteriores después de otras invasiones israelíes, pero esta vez los números son aún más claros.
Uno de los políticos que sale directamente favorecido es Ismaíl Haniye, primer ministro de Gaza, muy por encima en apoyo popular sobre el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás. Sin embargo, los palestinos se muestran favorables a la formación de un Gobierno de unidad que incluya a Hamás y Fatah.
El 79% cree que Hamás fue el triunfador de esta última guerra. Sólo el 3% afirma que fue Israel quien venció, y el 17% piensa que ambos bandos salieron perdiendo. Un 79% hace responsable a Israel de las hostilidades, y un 5% a Hamás.
Los bombardeos, que han ocasionado más de 2.100 muertes, la mayoría civiles, no han doblegado el espíritu de resistencia, según este sondeo. Un 86% apoya el lanzamiento de cohetes desde Gaza contra Israel si no se levanta el bloqueo.
Además, los palestinos rechazan algunos de los argumentos utilizados por el Gobierno y Ejército israelíes. Afirman, en un 60%, que las milicias de Hamás no dispararon cohetes desde zonas habitadas por civiles (un 30% dice que sí lo hizo). Hay una división clara sobre si esto está justificado (un 49%) o no lo está (un 46%). Es mayor el porcentaje de gazatíes que piensan esto último (59%) que en Cisjordania.
Un 57% se opone al desarme de las milicias palestinas de Gaza, una condición exigida por Israel. Es una consecuencia directa del ataque israelí, porque en una encuesta realizada en junio por la misma organización ese porcentaje era sólo del 33%.
No todas las respuestas de la encuesta coinciden con las ideas de Hamás. Un 54% apoya la posición de Mahmud Abás por la que se exige a Hamás que un Gobierno de reconciliación entre los dos movimientos debe aceptar los acuerdos firmados en años anteriores por la Autoridad Palestina e Israel.
El examen de la actuación de los políticos palestinos durante la guerra arroja una clara victoria para los islamistas. Un 88% valora positivamente la conducta de Hamás. Sólo un 36% hace lo mismo con el Gobierno de la Autoridad Palestina. Curiosamente, Mahmud Abás recibe una mejor nota en Gaza que en Cisjordania. Abás paga el enfoque más pragmático con que siempre ha enfocado sus relaciones con Israel y la falta de resultados concretos que ofrecer a su opinión pública.
El Gobierno de «reconciliación» que preside el rector universitario Rami Hamdala, sin presencia de Hamás, no recibe mala nota, pero son más los que prefieren un auténtico Gobierno de unidad nacional en el que estén presenten los dirigentes de los principales partidos. La mayoría quiere que el Gobierno de Hamdala se ocupe de controlar las fronteras de Gaza con Egipto e Israel, probablemente porque eso haría más factible el fin del bloqueo, y de pagar a los funcionarios en Gaza, quizá porque tiene más opciones de obtener financiación internacional con la que costear la factura.
El sondeo da excelentes números a Ismaíl Haniye, primer ministro de Gaza. Si se celebraran ahora elecciones presidenciales, Haniye obtendría el 61% de los votos (Abás, el 31%). Incluso su porcentaje sería mayor en Cisjordania que en Gaza. Parece claro que para la mayoría de los palestinos, Haniye, de 51 años, encarna mucho más el espíritu de resistencia palestina frente a Israel que Abás, de 79 años, uno de los últimos representantes de la vieja guardia de la OLP.
Como es habitual en muchos de estos sondeos, la encuesta también enfrenta a Haniye a Maruán Barguti, dirigente de Fatah encarcelado en Israel desde 2002. Es la primera vez en ocho años en que Haniye (49%) aparece por delante de Barguti (45%).
Más de veinte años de negociaciones de paz, siempre concluidas con fracasos, han radicalizado a los palestinos, que ven cada vez menos opciones para que las conversaciones con Israel concluyan con un acuerdo político. Después de una catástrofe como la sufrida en Gaza en este verano, no hay que sorprenderse demasiado de esta conclusión.
La opinión pública está dividida sobre la solución de los dos estados (51%-49%), aunque en el sondeo anterior los partidarios superaban a los detractores por unos pocos puntos. En cualquier caso, un 62% no cree que sea ya factible a causa de la expansión de los asentamientos israelíes. Sólo un 24% está a favor de la existencia de un solo Estado que reúna a israelíes y palestinos.
Para conseguir el objetivo de la independencia, una mayoría del 53% favorece la lucha armada, un 22% las negociaciones diplomáticas y un 20% la resistencia no violenta. Quizá por eso un 54% apoya el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes en la zona de Hebrón que Netanyahu utilizó para justificar la operación de castigo contra Gaza. Ese apoyo es mayor en Gaza y se queda en un 42% en Cisjordania.
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Foto: un cuadro con la imagen de Haniye entre los escombros de su casa, destruida en un ataque israelí el 29 de julio.