En 2015, en los primeros 40 días del año, Arabia Saudí ha ejecutado a 28 personas, un ritmo nunca antes alcanzado en ese país. El último ajusticiado es de nacionalidad siria y fue condenado por tráfico de anfetaminas. Al menos, 11 de estos presos fueron eliminados por delitos no violentos, es decir, no por asesinatos, sino por tráfico de drogas.
En enero las autoridades decapitaron a una mujer en una vía pública en unas condiciones espantosas porque la víctima, aterrorizada, estaba casi tumbada en el suelo. Habitualmente los verdugos acaban con el reo de un solo tajo, incluso cuando son varios los que esperan el turno para ser eliminados.