Una simple discusión sobre tráfico, en concreto sobre un coche que no llevaba la matrícula delantera. La conversación entre el policía Ray Tensing y el conductor del vehículo, Samuel DuBose, residente en Cincinnati de 43 años, acaba con el agente pegando un tiro en la cabeza a DuBose. El fiscal ha calificado la situación de estúpida y absurda. Nada en el comportamiento de la víctima justificó que el policía sacara el arma y disparara. Ahora será acusado de asesinato.
Hay que completar la historia con el añadido habitual. El policía es de raza blanca. La víctima, de raza negra.
El fiscal ha reconocido que sin las imágenes, conseguidas gracias a la cámara que Ray Tensing llevaba en el uniforme, es posible que hubiera creído la versión del policía. Los hechos darán más peso a la campaña nacional para que todos los miembros de las fuerzas de seguridad lleven encima cámaras de vídeo para grabar estas situaciones.
Pero como se puede comprobar en este caso, ni siquiera la existencia de la cámara puede impedir que un policía elimine a sangre fría a una persona sin motivo.
Sólo este año la policía ha matado en EEUU (población: 318 millones) a 559 personas, según un recuento de The Washington Post. En siete meses. Casi 80 cada mes. El 25% de los muertos eran negros (140). El porcentaje de la población negra en EEUU es del 12%. 266 tenían menos de 35 años (un 47%).
Otro recuento indica que las fuerzas policiales en EEUU han matado a al menos 5.600 personas desde el año 2000.
Como escribió Frank Serpico, la policía está aún fuera de control en ese país.