No se puede decir que los soldados y policías ahorraran munición en el ataque al último edificio que controlaron los insurgentes que atacaron Grozni, capital de Chechenia, la última madrugada (las imágenes son de RT). Según habitantes de la ciudad contactados por los medios, el ataque comenzó a la 1 de la mañana y continuó durante al menos diez horas más llegando a afectar a varios puntos de Grozni de forma simultánea.
Nueve insurgentes y diez soldados murieron en los combates en los que las fuerzas del Gobierno emplearon tanques y fuego de artillería. El último ataque en Grozni de estas características se produjo hace cuatro años.
La ofensiva pilló al presidente checheno en Moscú, donde iba a asistir al discurso anual de Putin al Parlamento ruso. Pero de creer lo que dijo este personaje tan singular tuvo tiempo para volar a Grozni y regresar a Moscú: «Cuando todo empezó, organicé una operación especial, maté a los diablos, celebré una reunión, reuní al personal necesario para recuperar los edificios dañados y volví para escuchar el discurso de nuestro líder nacional», dijo a los periodistas. Una agenda apretada.
RT difundió una foto de Kadirov en la que se le veía consultar el móvil durante el discurso.
También le dio tiempo para difundir a través de su cuenta de Instagram la foto del cadáver de uno de los insurgentes abatidos.