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Septiembre 29, 2004
Poner precio
Nos cuentan que la liberación de Simona Bari y Simona Torretta se ha vivido en Italia como un acontecimiento nacional. Supongo que es porque la noticia de su secuestro preocupó o interesó a todo el país. Es difícil medir este grado de atención, aunque la norma suele ser sencilla: si todos los medios de comunicación se ocupan de un tema, éste pasa a ser un acontecimiento nacional.
En esta ocasión, el Gobierno italiano ha adoptado un papel muy diferente al que tuvo durante el secuestro del periodista Enzo Baldoni, que terminó siendo asesinado por sus secuestradores. El mensaje que se ha hecho público no es el de firmeza ante los terroristas, sino el de un Gobierno embarcado en numerosas gestiones por la liberación de las rehenes. Quizá fue a causa de su condición de voluntarias de una ONG o quizá porque son mujeres. Como ha dicho Arcadi Espada, la plusvalía del horror que se destacó en Beslán, por ser niños muchas de las víctimas, no se ha mencionado tanto en el caso de las rehenes italianas.
De todas formas, ellas se han apresurado a tranquilizarnos. "Es gente que nos ha tratado con respeto y dignidad", han dicho al referirse a sus secuestradores. Es una demostración de que un rehén tiene que revisar su concepto de dignidad cuando le sacan de un lugar a punta de fusil, le cubren la cabeza y le amenazan con matarle. No hay que valorarlo con dureza. Es sólo una forma de sobrevivir.
El Gobierno italiano niega que se haya pagado ningún rescate. Los periódicos italianos han citado la cantidad de un millón de dólares, adelantada por un diario kuwaití que hace unos días informó que la liberación era inminente. La sospecha es legítima. No todos los secuestros que se están cometiendo en Irak tienen como intención aterrorizar a iraquíes o extranjeros. Las autoridades jordanas y varios supuestos intermediarios han intervenido en las negociaciones. Sabah Kadhim, alto cargo del Ministerio iraquí del Interior, tiene claro que se ha pagado un rescate, según Los Angeles Times:
Las autoridades iraquíes sospechan que todos los rehenes liberados el martes fueron secuestrados por criminales que buscaban un rescate, y no por insurgentes que pretendieran obtener una rentabilidad política. "Obviamente, el principal móvil en este caso era el dinero", dice Kadhim. En algunos casos, se cree que los delincuentes han realizado secuestros y luego han entregado los rehenes a grupos insurgentes, quizá a cambio de dinero.
Poner precio a una vida humana parece algo obsceno, pero no debería escandalizarnos. Hay muchos iraquíes que abandonarían su país si tuvieran el dinero suficiente para hacerlo. Quienes sí lo han hecho han sido los médicos, abogados o ingenieros que huyeron de Irak después de sufrir, ellos o un miembro de sus familias, un secuestro. Esta huida es otra forma de salvar la vida pagando un rescate.
Posted by Iñigo at Septiembre 29, 2004 04:18 PM
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Comments
Habría que valorar también el interés del gobierno Berlusconi por salvar la piel... La muerte de las dos Simonas habría sido demasiado para Berlusconi tras el asesinato de Boldoni: el país se le habría echado encima. Creo que si ha existido rescate ha sido por interés propio, por egoismo, más allá de lo humanitario. ¿O es que Boldoni no valía un rescate?
Posted by: we float at Septiembre 29, 2004 05:48 PM
Como en otras cosas que pasan en esta guerra (y no hablo sólo de Iraq) centrarse demasiado en las circunstancias de este o aquél acto terrorista es repetir lo de que alguien nos señale la luna y sólo ver y quedarnos mirando al dedo. El secuestro mediatizado (en el sentido de publicitado) es un arma de Zarqawi y sus amigos, como el zombi suicida o la bomba de arcén. Sólo que en este caso tiene un valor más estrictamente político, propagandístico.Sacar por al Jazeera a un inglés encerrado en una jaula, suplicando por su vida e insultando a Toni Blair es un ejercicio de sadismo propagandístico, al estilo de cuando los guardias rojos de la revolución cultural maoista sacaban al rector de la universidad de Pekín con orejas de burro y acusándose de robar las raciones del comedor estudiantil ante una "asamblea popular". Los totalitarismos son distintos, pero el sentido es el mismo.Están tratando de convencer a los musulmanes del mundo -y como siempre, a los más jovenes con preferencia- de que los occidentales somos gente decadente, cobarde, que ama la vida y no, como ellos, la muerte para ir a encontrarse con Alá. Convencerles de que somos unos blasfemos hedonistas capaces de rendirnos para salvar dos vidas... mientras ellos llevan creo que 112 imbéciles suicidados en el nombre de Dios y su jefe.Yo creo que hay un punto en común entre Baldoni y estas chicas, aparte de la nacionalidad: la ideología de izquierda y haber estado radicalmente en contra de la intervención americana. A Baldoni le cortan la cabeza para dejar claro que simpatizante con la resistencia o no, a ellos les importa que es un infiel. Y estoy convencido de que lo asesinaron para empezar el proceso de ablandamiento del gobierno francés, ablandamiento en el que encuadraría las liberaciones de secuestrados de los últimos días y particularmente el de las mozas.Soy pacífico por naturaleza, pero espero que Zarqawi se resbale con el cuchillo de decapitar en la mano y se corte su yugular. Oj Allah!
Posted by: Juan A. Hervada at Septiembre 30, 2004 02:21 AM