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Diciembre 02, 2005
Artículos manchados con dólares
El Grupo Lincoln es una empresa de relaciones públicas que recibe contratos del Gobierno de EEUU para realizar misiones en el extranjero. Son gente con imaginación. En su web nos hablan de su proyecto de distribuir decenas de miles de botellas de agua. El detalle interesante no está en el contenido, sino en el envase. Las etiquetas incluyen un número de teléfono para que los peregrinos que visitan los lugares santos de Irak informen a los soldados de EEUU de la presencia en la zona de fuerzas insurgentes.
Esta empresa tiene proyectos más importantes que dar de beber al peregrino sediento. Se ocupa además, por encargo del Pentágono, de colocar en los periódicos iraquíes noticias y artículos favorables a la presencia norteamericana en Irak y críticos con la insurgencia. Algunos artículos los escriben militares de EEUU. La pluma no está reñida con la espada.
¿Es una agencia de colaboraciones? No, por favor, hay dinero de sobra (y en sobres) para repartir.
El dinero se entrega a los responsables del periódico (es decir, les sobornan) para que los artículos se publiquen. Algunos aparecen como noticias. Los directores con escrúpulos cambian ligeramente la presentación para que parezca publicidad, pero nunca dicen quién ha pagado eso.
Desgraciadamente, es posible que esa lluvia de dinero no haya sorprendido a los periodistas iraquíes. Los más viejos recordarán que eso era una práctica habitual antes. Efectivamente: antes.
Pero si hay dinero disponible, un artículo es poca cosa. Una fuente militar ha contado al Times que los militares llegaron a comprar un periódico y una cadena de radio iraquíes para difundir sus mensajes con más facilidad. Efectivamente: nunca dijeron a los lectores quién era el auténtico dueño de estos medios.
Como Rumsfeld vino a decir hace unos días que los terroristas influyen más en los medios de comunicación que los Gobiernos occidentales (como también ocurre en España, faltaría más), algunos se han apuntado a la teoría de que no hay ningún problema en emplear las tácticas de los terroristas, siempre que lo hagamos nosotros. Un ex alto cargo de la antigua CPA al NYT:
"I'm not surprised this goes on," said Michael Rubin, who worked in Iraq for the Coalition Provisional Authority in 2003 and 2004. "Informational operations are a part of any military campaign," he added. "Especially in an atmosphere where terrorists and insurgents - replete with oil boom cash - do the same. We need an even playing field, but cannot fight with both hands tied behind our backs."
Otra lección de democracia que los iraquíes estarán encantados de aprender.
La historia apareció el miércoles en Los Angeles Times y comienza a incomodar a la Casa Blanca. Un senador republicano ha pedido explicaciones al Pentágono y el portavoz de Bush dice que el presidente está "preocupado". Preocupado porque les han pillado una vez más, supongo.
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Otro artículo sobre este asunto publicado en la cadena Knight Ridder. Los sobornos no caen sólo en los bolsillos de los periódicos, también en los de los periodistas:
U.S. officials in Washington said the payments were made through the Baghdad Press Club, an organization they said was created more than a year ago by U.S. Army officers. They are part of an extensive American military-run information campaign -- including psychological warfare experts -- intended to build popular support for U.S.-led stabilization efforts and erode support for Sunni Muslim insurgents. Members of the Press Club are paid as much as $ 200 a month, depending on how many positive pieces they produce. (...)
"The Iraqi population doesn't realize that some of the information" they receive from their news media "is bought and paid for by the United States," said the senior defense official in Washington.
Posted by Iñigo at Diciembre 2, 2005 12:38 AM
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