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Febrero 01, 2006
¿Cuánto vale un presentador de TV?
Los periodistas norteamericanos Bob Woodruff y Doug Vogt ya han sido trasladados a EEUU donde serán atendidos de sus heridas que, en el caso de Woodruff, pueden ser realmente graves. Los médicos aún no saben si algún trozo de metralla está alojado en su cerebro. Woodruff se encuentra en un hospital militar que cuenta con personal y material especializado en este tipo de heridas. La factura correrá a cargo de su empresa.
Se supone que las vidas de ambos no corren peligro. De lo contrario, no los habrían metido en un avión para el vuelo de siete horas desde Irak hasta Alemania, y luego en otro para el vuelo transoceánico.
Woodruff tiene fracturas en el cráneo y en varias costillas, además de un hombro roto. Los médicos lo mantienen inconsciente para no agravar su estado.
El hecho de que el copresentador del informativo más importante de la cadena ABC haya estado a punto de morir y tenga por delante una convalencia de varios meses ha dado lugar a opiniones sobre los riesgos que asumió su empresa al enviarlo a Irak. En El Mundo Víctor de la Serna ha citado algunos comentarios aparecidos en The New York Times en los que se critica a la ABC por intentar ganar puntos de audiencia con su decisión. La verdad es que no he encontrado ese artículo.
Lo que sí he visto es otro artículo, del Daily News de NY, en el que se cuestiona el riesgo económico y profesional excesivo que se tomó con el viaje del presentador. David Bianculli sostiene que fue un error porque un reportero de a pie puede hacer una información tan buena o mejor sobre el terreno y porque la elección de un presentador es una apuesta a largo plazo que sólo resulta rentable cuando pasa el tiempo, y el público, por así decirlo, se acostumbra a confiar en esa persona. Sale más barato, dice, mantenerlo atado a la mesa del plató.
En el primer punto, Bianculli tiene razón (aunque alguno pensará que soy parte interesada al decirlo). Pero lo cierto es que la aparición de un presentador, una cara conocida por la audiencia, en Irak o en cualquier otro punto del planeta refuerza a priori la importancia de la noticia para muchos espectadores.
Al final, todo depende, como es lógico, del trabajo que se haga. Si de lo que se trata es de viajar para poner la cara, y encima hacerlo en un sitio peligroso, no tiene mucho sentido.
A la televisión norteamericana, se le acusa con frecuencia desde los periódicos de elegir las noticias sólo en función de la audiencia que puedan tener (bueno, no sólo a la TV de EEUU). Por una vez que apuestan por un tema serio, y no por los sucesos, el tiempo y noticias pintorescas que monopolizan su interés, no creo que se les pueda acusar de lo mismo.
Y en cuanto a Woodruff, él sabía dónde se metía. Había viajado a Irak en varias ocasiones y había estado en la invasión como reportero incrustado en las tropas.
Para sustituir al legendario Peter Jennings, la ABC eligió a una pareja de presentadores poco conocidos y anunció que uno de ellos informaría cuando fuera necesario desde fuera del estudio en la cobertura de la noticia del momento. La presencia de Woodruff en Irak era uno de los primeros ejemplos de esta estrategia, destinada a reforzar la estatura profesional de los presentadores.
Los presentadores clásicos de la TV norteamericana, todos ellos ya retirados, tenían una amplia experiencia en el extranjero, bien como corresponsales o enviados especiales. Es algo que no se puede decir de sus sustitutos y por eso es más necesario que saquen su pasaporte del cajón de vez en cuando.
No en todos los países es así, claro.
Posted by Iñigo at Febrero 1, 2006 12:47 AM
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Comments
A veces algo anecdótico -dentro de la vorágine Iraquí- como un presentador de TV herido puede impactar mas en el conjunto de la opinión pública norteamericana que los -a fecha de hoy- 2243 muertos desde el inicio de la guerra (http://icasualties.org/oif/default.aspx) o los heridos, con su considerable proporción de prótesis, no contabilizados de forma pública por el Pentágono. Máxime teniendo en cuenta la censura impuesta respecto a imágenes de heridos, muertos o vehículos norteamericanos afectados por ataques de distinto tipo que hace realmente dificil, para aquellos que no son afectados directamente, percibir el alcance de los daños propios.
Posted by: pecha at Febrero 1, 2006 11:38 AM