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Abril 24, 2006
Cómo se prepara una nueva guerra
¿Es lícito demonizar al demonio? ¿O conferir rasgos animales a un político bastante despreciable a pesar de que ésa es una tendencia muy habitual en todos los grupos racistas? La revista The New Republic piensa que sí. Hace una semana ofrecía esta portada a sus lectores. Convirtió el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad en un demonio, si nos guiamos por el titular, aunque más parece un jabalí o un bicho salido de "La isla del doctor Moreau".
Por decirlo de otra manera: no es que el tipo sea muy guapo, pero tampoco tiene los rasgos de bestia con los que le han retratado.
La elección gráfica tiene algo de paradójica porque The New Republic se caracteriza por su apoyo inquebrantable a la causa de Israel. Convertir a los judíos en animales, adjudicarles cualidades diabólicas, quitarles en definitiva su condición humana para hacer más fácil su eliminación, son rasgos comunes de todas las manifestaciones del antisemitismo a lo largo de su historia. Pero hay trucos que son demasiado irresistibles como para despreciarlos.
Resulta indudable que la retórica de Ahmadineyad y el progreso del programa nuclear iraní son motivos de preocupación, y hasta de alarma, en todo el mundo. Irán ha iniciado el proceso de enriquecimiento de uranio, aunque en dimensiones aún simbólicas. Le quedan bastantes años antes de poder estar en condiciones de formar parte de ese 'club nuclear' tan selecto como peligroso. Como mínimo le falta pasar de 164 centrifugadoras a 16.000 para que el enriquecimiento de uranio adquiera el porcentaje necesario para fabricar armas nucleares.
Esto último no es un motivo de tranquilidad ni convierte el problema en menos urgente. Un asunto muy distinto es si justifica atacar con armas convencionales o nucleares para acabar con esa amenaza potencial.
Algunos, como The New Republic, ya están abriendo el camino, como lo hicieron antes con Irak. Los mismos que sostenían que Sadam Hussein era una amenaza para sus vecinos por su evidente posesión de armas de destrucción masiva ahora manejan argumentos similares con Irán. Las pruebas tampoco son tan importantes y lo que cuentan son los antecedentes del sujeto al que hay que eliminar.
El artículo al que remite la portada de la foto es un buen ejemplo. No es una historia sobre Ahmadineyad sino sobre los basiji, la milicia creada por Jomeini y militarizada durante la guerra entre Irán e Irak. Entre las más tristes 'hazañas' de los basiji está el reclutamiento masivo de niños y adolescentes para que encabezaran desarmados los ataques contra las trincheras iraquíes. Su función era la de servir de carne de cañón. Animados con la idea del paraíso, perecían en los campos de minas para que los soldados pudieran tener el camino despejado en su ataque.
Ahmadineyad formaba parte ya entonces de los basiji, pero el artículo no dice mucho, porque muy poco se sabe, sobre su intervención en la guerra. Una guerra en la que el agresor era Sadam Hussein y los iraníes defendían su país, aunque ese detalle será obviado en los próximos meses.
Los basiji han seguido presentes en la vida pública de Irán, y de hecho Ahmadineyad los utilizó en su campaña electoral para movilizar a sus partidarios. Forman parte de la versión más extrema y fanática del régimen de los ayatolás, de la que Ahmadineyad es un firme partidario.
Sus amenazas a Israel son coherentes con ese fanatismo. Cualquiera que le escuche pensará que Irán está a punto de atacar Israel, pero han pasado 27 años desde la proclamación de la revolución islámica y aún no se ha producido ese ataque.
Las intenciones antisionistas con tintes racistas de Ahmadineyad son evidentes. No así la idea de que Irán vaya a atacar Israel con armas nucleares en el mismo momento en que salgan de la cadena de producción. Hacerlo sería un suicidio colectivo por la previsible respuesta de Israel con sus propias bombas nucleares. Dar a entender que los ayatolás destruirían su propio país sólo para matar a 50.000 israelíes con el precedente de los basiji en mente desafía la idea de que todos los Estados, incluidos sus dirigentes, tienen como prioridad seguir existiendo en su forma actual.
No es lo mismo autodestruirse que utilizar a tus ciudadanos de carne de cañón. Esta última táctica ha gozado de gran popularidad en todas las guerras. Los franceses y los alemanes lo hicieron en la Primera Guerra Mundial y nadie afirma que sus líderes pretendieran morir en el intento. Pretendían ganar la guerra, por imposible e inhumano que nos parezca ahora.
El debate sobre si EEUU debe atacar Irán para cortar de raíz ese riesgo ya ha comenzado, como demuestra la portada de The New Republic. La idea de guerra preventiva ha sufrido un duro golpe en Irak. Quizá sólo haya descabalgado la posibilidad de otra invasión por tierra.
Hasta que llegue el momento de la decisión, la propaganda tendrá que hacer su trabajo. Y para ello se utilizarán los mismos recursos que dieron tan buen resultado hace sólo tres años.
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Al menos, en el fútbol, esa religión que sí une a todo el planeta, el Gobierno iraní no quiere que haya excluidos en la fiesta del Mundial. En el futuro, las mujeres podrán asistir a los partidos. Irán intentará aprovechar el torneo para mejorar su imagen: en Informativos Telecinco.
Posted by Iñigo at Abril 24, 2006 01:15 AM
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Comments
Gracias por tu post. Es lo más razonable que he leído en las últimas semanas. Uno de mis mejores amigos vive en Tel-Haviv. Es judío y teme por sus hijos. El otro, desde Teherán, pretende seguir haciendo películas desde su islamismo moderado (yo diría real). Deseo larga vida a los dos. Me gusta tu práctica del periodismo. Un saludo.
Posted by: Ángel Díez at Abril 24, 2006 03:35 AM
Pensé que no me sucedería, pero tengo miedo...
Posted by: taleb at Abril 24, 2006 04:26 AM
Eso de que los niños eran carne de cañón me temo que es incierto, según me dicen iraníes bien documentados (aunque claro, ustedes dirán que mienten). Había niños, qué duda cabe, pero era la excepción. Más que quitar minas destrozaban tanques metiéndose por debajo. Sus imágenes pueblan los cartelones de las calles iraníes.
Recuerden que la ONU declaró que "el malo" de la guerra Irán-Iraq era Iraq, y que los iraníes no hacían más que defenderse como buenamente podían.
Por otro lado, los basijis, al menos los que yo conozco (algunos son mis estudiantes) son personas muy respetuosas, abiertas al dialogo, sonrientes... Eso sí, no son tontos y si Bush les ataca estarían dispuestos a dar la vida por su país...
Dicen muchas cosas malas de los basijis en Occidente, pero demonizarlos a la ligera no es razonable. Esto daría para un largo discurso.
Estoy seguro de que si Occidente dejara en paz a Irán las esrictas normas religiosas irían desapareciendo paulatinamente; si se imponen es para cohesionar a un país al que atacan por todos lados. La unión hace la fuerza, aunque sea en torno a una religión; cuando no se necesite la fuerza, desaparecerán esos elementos cohesionadores que tan ridículos nos parecen en Occidente pero tan necesarios son en situaciones pre-bélicas.
Posted by: Rafael at Abril 24, 2006 07:29 AM
Muy de acuerdo con todo lo escrito. Felicidades.
Posted by: pecha at Abril 24, 2006 08:43 AM
Buenísimo el artículo Iñigo. gracias por la información, en este mundo de des-información masiva.
A mi ya no me quedan palabras. Esa foto es lo mismo que cuando, los judios eran retratados como ratas o demonios...lo mismo. Cambia la película.
La campaña de propaganda está en marcha.
Ah, ya a Rafael... muy interesante tu blog. Espero que no seas un "infiltrado2 del gobierno irani, para contar sus "maravillas" al mundo...^_^(mode paranoia off)
Saludos.
Posted by: nushu at Abril 24, 2006 12:24 PM
Yo creo que estamos en la era de la post-propaganda. Ya no hace falta convencer a nadie. Se piense lo que se piense nadie va a hacer nada por remediarlo. Lo que hacen es otra cosa. Lo que hacen es propagar a los cuatro vientos la posibilidad de una determinada acción, la fundamentan con más o menos fortuna y cuando llega el momento de ejecutarla ya a nadie sorprende tamaña infamia. De esta forma un suceso tan terrible pasará por ser de lo más tranquilo y previsible. Guerra aséptica transmitida por televisión y que las bolsas se alteren lo menos posible. En el momento que nos acostumbremos a que la guerra es tan inevitable como los accidentes de tráfico ya estará todo hecho.
Posted by: Marcus at Abril 24, 2006 04:47 PM
Bien visto,Marcus... te olvidas un pequeño detalle.
Que la Guerra Aséptica, pasa a ser "nuestra" en forma de ataque a un tren o al metro... :-(
Lo que pasa, es que eso tambien está bajo control. Se culpa a unos "locos sin motivo" y la gente se mosquea y no ve más allá de sus narices.
O sea, estos atacarán Iran, que a su vez atacarán loquesea, o enviarán a alguien cargadito a su Carrefour más cercano..etc.etc...
Ojo por ojo... lo llamaban.
Triste pero cierto...
Posted by: nushu at Abril 24, 2006 06:15 PM
Por qué hablan tan poco en la prensa del estrecho de Ormuz? Cuánto petróleo pasa por allá?
Tampoco sé qué porcentaje del petróleo español, y del europeo viene de Irán.
El otro día viendo la CNN estaban hablando del encuentro Chino-Iraní. Un "analista político" comentaba que los "espectadores" chinos verían contentos ese ejemplo. Ese es básicamente todo el "análisis político" que hizo el analista.
Lo siento, no me creo la prensa. Ya no puedo.
Posted by: uno_mas at Abril 25, 2006 11:30 AM
Nunca han estado los iraníes tan cohesionados desde la revolución de Khomeini. Hasta los iraníes que viven fuera de las fronteras de Irán, rechazan esta "política de agresión". Es comprensible, nadie querría para su país que se convirtiera en un nuevo Irak.
Respecto a la historia de los niños, esta vez sí que estoy bastante de acuerdo con Rafael.
Saludos
Posted by: Anonymous at Abril 28, 2006 03:36 PM
"Ahmadinejad's demons"
Genitivo sajón, Íñigo, genitivo sajón.
No significa "Ahmadinejad es un demonio", como afirmas, sino "Los demonios de Ahmadinejad" en el sentido de "rasgos que se consideran como defectos u obsesiones, propios de un grupo social o de una persona."
Por cierto, se te escapa decir a tus lectores que tanto te quieren que The New Republic, además de apoyar a Israel, es una revista profundamente de izquierdas. No es la neocon "Weekly Standard".
Posted by: metoo at Abril 30, 2006 04:21 PM
El titular del reportaje es, efectivamente, los demonios de Ahmadineyad. Pero dibujar, deformándolo, su rostro envía un claro mensaje al lector, y no muy sutil.
Tne New Republic no es una revista "profundamente de izquierdas", al menos la revista que leo todas las semanas y que tiene ese nombre en la cabecera. Es una revista progresista, muy cercana a las ideas del Partido Demócrata. En los últimos años, y por su apoyo a la invasión de Irak, podría incluirse dentro del campo de lo que ahí llaman los "liberal hawks".
Por seguir con las comparaciones, no es como The Weekly Standard, pero tampoco es The Nation.
Posted by: Iñigo at Abril 30, 2006 05:05 PM
Yo por si acaso me compraré una pistola...
Posted by: Eliza at Agosto 27, 2007 06:17 AM