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Mayo 13, 2006
LAPD: Armado con un blog
Quedan lejos los tiempos de "LA Confidential". Las historias del LAPD (el Departamento de Policía de Los Angeles) se deslizaban por entonces como un péndulo entre la realidad de un cuerpo de Policía corrupto al servicio de los blancos en una ciudad progresivamente multirracial y los sucesivos intentos de sus responsables de profesionalizarlo y ampliar su capacidad de investigación más allá del 'hábil' interrogatorio policial.
"Proteger y servir" fue su lema desde 1955, todo un sarcasmo cuando salían a relucir denuncias de corrupción y brutalidad. La organización intentaba depurarse cíclicamente para apagar las protestas y después continuaba con su estilo de vida tradicional. "Francamente, debemos saciar la sed de sangre del público entregando a algunos de los nuestros", le decía un alto cargo policial a Jack Vincennes en "LA Confidential". Pasado el tumulto, las aguas siempre volvían a su cauce.
El apaño, agravado por crónicos problemas de financiación, funcionó hasta que a los policías se les fue la mano con Rodney King en 1992 o, con otras palabras, hasta que a alguien se le ocurrió grabar la paliza en vídeo. Se pusieron en marcha reformas y se nombró al primer jefe de policía negro del Departamento, pero las viejas costumbres terminaron por volver a la superficie.
Seis años después, se desencadenó otro escándalo, esta vez con una de las unidades de élite encargadas de hacer frente a la creciente amenaza de las bandas juveniles. Le llamaban CRASH e hizo honor a su nombre. Sus agentes se caracterizaban por su agresividad y alto número de detenciones, y también por fabricar pruebas, robar la droga incautada y, en última instancia, proteger y servir a algunos delincuentes.
El caso también tuvo su traducción cinematográfica: "Training Day". Hollywood es el colectivo que más rendimientos ha sacado de exponer a la luz pública los rincones oscuros del LAPD.
Desde entonces, los policías de Los Angeles viven una existencia menos turbulenta, aunque nunca ha desaparecido el temor a que ese pasado vuelva a resurgir con sangre nueva en los titulares de los periódicos. Si en otros departamentos policiales de EEUU, los casos de corrupción son presentados como las típicas manzanas podridas que existen en todas las organizaciones, en Los Angeles más parecen la pesadilla que nunca desaparece del todo.
Se supone que los jefes policiales mantienen la guardia alta y son conscientes de que la reputación es una virtud tan importante como el parte diario de detenciones. Las relaciones con la comunidad son siempre una prioridad, y allí significa mantener buena vecindad con millonarios y gente que vive de la caridad pública, con blancos y negros, con latinos y coreanos, con cristianos renacidos y activistas gays, todo ello en unos barrios en los que puede ser complicado entenderse en inglés.
Y ahí es donde Asuntos Internos no tiene mucho que hacer. El departamento de prensa sólo sirve para controlar a distancia a los periodistas. Inevitablemente, Internet es el último campo de batalla donde la Policía debe saber cómo hacer su trabajo sin necesidad de desenfundar.
El actual jefe de Policía de la ciudad, William Bratton, ha decidido salir del despacho de forma virtual y ha comenzado a escribir un blog. Puede ser una forma de entablar una relación directa con los ciudadanos y también puede ser una simple herramienta de marketing. A fin de cuentas, los blogs pueden ser muchas cosas diferentes, y no todas van a cambiar la historia de la comunicación.
Al igual que sus policías en la calle, se sabrá de qué pasta está hecho este blogger uniformado cuando comiencen los problemas. El blog ya es un arma más de la Policía de esta ciudad californiana. Habrá que ver cómo la utiliza.
Bienvenido a los blogs, Chief Bratton. Y no lo olvide. Tiene derecho a permanecer en silencio, pero todo lo que escriba en el blog..., bueno, ya sabe cómo acaba la frase.
Puede poner una denuncia o escribir un comentario en el blog.
Posted by Iñigo at Mayo 13, 2006 09:38 PM
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