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Septiembre 20, 2006
Estatuto del Periodista: RIP
22 meses después de que llegara al Congreso, la propuesta de un Estatuto del Periodista Profesional presentada por Izquierda Unida y apoyada por los sindicatos se prepara para morir. Es el destino que se merece este engendro jurídico y periodístico que nos vendieron como una panacea con la que resolver los grandes problemas de la profesión periodística.
Y lo peor no es eso. Es posible que -quizá ya en la próxima legislatura- se apruebe un estatuto que tendrá carácter de ley orgánica. Escarmentados por los avatares de esta propuesta, los políticos podrían ir sobre seguro y centrar sus esfuerzos en regular el secreto profesional y la cláusula de conciencia, derechos reconocidos por la Constitución. Y en el primer caso, no encontrarán muchos periodistas que salten de alegría ante la noticia.
Este martes, se ha celebrado en Madrid una Jornada de Periodismo en doble sesión centrada en "Los periodistas y su Estatuto". Ha sido un debate muy esclarecedor entre partidarios y detractores del proyecto que agoniza (y que ya comenté en términos muy duros en octubre del año pasado).
Los promotores parecen haber perdido el ímpetu con el que iniciaron el camino. Siguen teniendo razón en muchas de sus denuncias sobre el lamentable estado de la profesión. Pero ahora no venden su idea como el bálsamo imprescindible y se muestran dispuestos a dialogar. Si lo hubieran hecho hace dos años y si hubieran escuchado a los políticos que les advirtieron de que, en esas condiciones, el proyecto nunca vería la luz, la situación podría haber sido diferente.
Como la propuesta lleva cerca de dos años congelada en el Parlamento, habrá que comenzar por los políticos. El diputado socialista Ramón Jáuregui ha cortado de raíz cualquier especulación sobre la actitud del PSOE. Ha dicho que el proyecto de Estatuto se caracteriza por un intervencionismo exagerado. Además, se le puede achacar una doble confusión: por un lado, entre los derechos y los deberes de los periodistas; por otro, entre los aspectos laborales y los relacionados con los derechos (que exigen para una reforma legislativa la aprobación de una ley orgánica). La inclusión de un código deontológico en un anexo del proyecto le parece, con razón, algo inusitado y sin precedentes. Las leyes están para otras cosas.
Jáuregui no descarta que se apruebe en el futuro una ley y cree probable que el PSOE presente su propio proyecto en el Parlamento. Será una ley "bastante breve" y deberá estar "muy consensuada entre los grupos políticos y el sector". ¿Qué incluirá esa ley? Será necesario que regule el secreto profesional y hará "un desarrollo nuevo" de la cláusula de conciencia, ya que se ha demostrado que casi ningún periodista está muy interesado en ejercerla en las condiciones actuales. Según Jáuregui, porque "el mercado es mortal", una forma de decir que las empresas castigarían con el olvido a cualquier profesional que se atreviera a dar ese paso.
No creo que el diputado socialista haya pretendido amenazar a nadie. Sí me temo que habrá muchos periodistas preocupados con esa regulación del secreto profesional. No es por desconfiar de políticos o jueces, pero la situación actual es la mejor de las posibles. En favor de los periodistas, hay que decir que no se puede decir que los medios de comunicación hayan abusado de este derecho en los últimos 28 años.
Puede que no sea éste el único campo en el que intervengan los legisladores. Por lo que se ha oído al ministro de Justicia, el Gobierno parece estar muy preocupado por la vulneración del derecho al honor y a la imagen en programas de televisión dedicados al corazón y los famosos. Algunos periodistas, como el director de ABC, José Antonio Zarzalejos, también están alarmados por lo que ven y advierten de los peligros del intrusismo. Creen que esos cazadores de rumores sin escrúpulos están perjudicando la imagen de todos los medios de comunicación.
Personalmente, opino que ése no es el tema más grave que tenemos y que los daños a la reputación de los periodistas
provienen más de otras esferas, como su partidismo exagerado, su cercanía a los políticos o su falta de adaptación a las nuevas necesidades de la audiencia. Y si el Gobierno -consciente de que esos programas pueden tener buenas audiencias, pero también una pésima imagen en la opinión pública- decide que le resulta rentable meter la tijera por ahí, es posible que no sean sólo las 'karmeles' y los 'tomates' los que sufran las consecuencias.
Todo el mundo ha perdido la confianza en el Código Penal, y eso que todos los años cae una reforma. Sobre eso ha tenido algo que decir -algo inenarrable- la diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro: "Me parece una burla que se nos invite a ir a los tribunales cuando se digan falsedades sobre nosotros y sobre la gente. Yo, que soy abogada, no puedo pasarme mi jornada de cargo público en los tribunales". Ser diputado ya es algo muy agobiante, con todos esos plenos e interpelaciones.
Si bien es cierto que la justicia es lenta y que esa lentitud genera una obvia indefensión en los víctimas de una injuria, me llama la atención que una parlamentaria que es licenciada en derecho tenga esa mentalidad sobre los tribunales. No sé a qué tipo de ley de Lynch compatible con la democracia aspira Navarro.
Sobre los auténticos males del periodismo han hablado otros, sin que nadie tenga clara una solución. Zarzalejos ha contado que el rechazo de la prensa de Madrid al proyecto de Estatuto tiene un origen único: la AEDE (la patronal de los editores de prensa). También ha dicho que la AEDE no quería ese Estatuto ni ningún otro.
Los partidarios de la polémica propuesta han descartado la autorregulación como alternativa. Se habla mucho de ella, pero las empresas periodísticas no han movido un dedo por seguir ese camino. Las previsiones son pesimistas. El director de ABC ha recordado que no hay consenso ni criterios comunes entre las empresas periodísticas. La desunión es casi un cisma en estos momentos a causa de las guerras de titulares provocados por los agujeros negros de El Mundo.
Quizá para tener una autorregulación como la del Reino Unido, se necesitan medios de comunicación como los británicos. De ésos, no hay muchos por aquí.
En definitiva, los editores viven en su mundo, cada vez se preocupan menos de los problemas de los periodistas y, como ha dicho González Urbaneja, "sueñan con hacer un producto sin periodistas".
Juan Varela ha apuntado algunas causas de las que se habla poco. Ha dicho que el problema de la precariedad comienza mucho antes de que el joven redactor busque trabajo. "Gran parte de la culpa viene del modelo de formación [el sistema universitario], que está completamente superado por la realidad". Salir de una facultad de periodismo "no significa nada". Y no me extraña. Cinco años en la universidad no sirven al estudiante para obtener los rudimentos básicos del oficio ni para especializar al futuro periodista ni, desde luego, para convertirlo en un bien atractivo en el mercado laboral.
Las facultades son fábricas de parados. La cadena de montaje no se para. González Urbaneja, presidente de la FAPE, ha presentado los números. Hace 25 años, llegaban al año unos 300 periodistas recién licenciados al mercado. Hoy son unos 5.000. Hay casi 40 facultades en toda España con 35.000 estudiantes matriculados en las distintas especialidades relacionadas con la comunicación.
Esta explosión 'demográfica' ha sido una bendición para los editores. La universidad genera mano de obra muy poco preparada y, por su inexperiencia, muy barata para las empresas. La cosa no llega a los niveles terroríficos apuntados por los partidarios del Estatuto (que dicen que la mayor parte del trabajo en la redacción lo hacen personas "en proceso de formación"), pero es una oportunidad de oro que los editores no han desaprovechado.
Los periodistas no son los únicos que están en horas bajas. Varela ha recordado que el negocio del periodismo, tal y como lo conocemos, está en crisis, crisis de ideas y de negocio. Pero el Estatuto del que se ha hablado en los últimos dos años no soluciona nada. De hecho, incluso agrava el problema al reforzar el control político sobre los trabajadores de los medios de comunicación. Y es por ahí por donde se está yendo a chorros la credibilidad de los periodistas.
Periodistas y empresas están cada día más lejos de los ciudadanos y más cerca de los poderes públicos. Los medios locales no pueden sobrevivir sin la publicidad institucional, y quien paga, manda. Los sistemas de licencias para la radio y la televisión son otra forma de control. Hay aberraciones que años atrás nunca se hubieran permitido. Es el caso de Murcia, ese paraíso de la libertad donde la televisión autonómica ha sido entregada a un grupo de constructores. Allí existe también un proyecto, apoyado por todos los partidos, para imponer la colegiación obligatoria de los periodistas. El que diga que no probablemente recibirá un ladrillazo.
Por fuerte que sea la crisis, brutal según algunos, la alternativa no es levantar una muralla entre periodistas y ciudadanos, porque, además, nosotros nos quedaremos dentro con las fieras (los políticos). El artículo 20 de la Constitución defiende la libertad de expresión para todos los españoles, no sólo para los constructores murcianos y no sólo para los periodistas. No defenderemos esta maltratada profesión erigiendo tribunales de honor ni dejando decidir a los representantes de los políticos qué periodistas violan la deontología y cómo deben ser castigados.
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Lecciones de un estatuto moribundo. Periodistas 21.
Proyecto del Estatuto del Periodista Profesional (pdf).
Posted by Iñigo at Septiembre 20, 2006 12:48 AM
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Comments
Supongo que, como con toda ley nueva y moderna, los medios nuevos y modernos (blogs) quedarán en el limbo, o regulados de una manera horrenda. Al tiempo.
Posted by: RinzeWind at Septiembre 20, 2006 08:14 AM
alternativas????
Posted by: alfonso at Septiembre 20, 2006 10:08 AM
Una victoria no hace la guerra, pero ayuda!
Posted by: chochis at Septiembre 20, 2006 10:41 AM
Felicidades Iñigo, con anotaciones/artículos como éste, demuestras tu profesionalidad.
Este debiera ser el camino, centrarte más en la información y en el análisis y menos en la opinión, o mezclándolas en un "totuum revolutum".
Tal vez debieras hacer como Quiñonero, tener dos bitácoras, una centrada en la información (resúmenes de prensa internacional y algún análisis/opinión de tarde en tarde) y otra más personal.
PD: cuando he leído el nombre de Ramón Jáuregui, he recordado su etapa anterior. Es lamentable que una persona con su trayectoria siga en la política española. De haber escrito yo la anotación, habría puesto algún enlace al respecto, para que los lectores tuvieran constancia de la "categoría" del personaje en cuestión.
PD2: una vez más se constata una de las "leyes" de la blogosfera: cuanto más interesante y prolijo es el artículo, peores son los comentarios y en menor número.
- Un saludo -
Posted by: maty at Septiembre 20, 2006 11:13 AM
No digo que vayamos a poner en marcha un código deontológico por aquí, pero estaría bien que tras las afirmaciones rotundas haya algún tipo de explicación, por pequeña que sea. No termino de entender eso de la "etapa anterior" de Ramón Jáuregui. Me parece que lo confundes con otra persona del mismo nombre.
Posted by: Iñigo at Septiembre 20, 2006 01:44 PM
No, NO ME CONFUNDO.
Por si acaso, lo he confirmado: "delegado del Gobierno en el País Vasco cuando el GAL cometió algunas de sus peores fechorías".
¿Acaso dudas de que el GAL fue TERRORISMO DE ESTADO? Yo no tengo duda alguna. Gracias al silencio de Barrionuevo y Vera, muchos cargos socialistas no fueron a la cárcel, y no sólo "Dios".
Lástima que en internet apenas hay información periodística sobre aquella época (me refiero generada por entonces).
"Me felicito por el hecho de que quien fuera delegado del Gobierno en el País Vasco cuando el GAL cometió algunas de sus peores fechorías, cierre filas en torno a la libertad y haga votos por que impere sin límites en la Euskadi del futuro. Hubo una época en la que no parecía que esa fuera su actitud. Eran los tiempos -no tan lejanos- en los que, «por encima de las valoraciones morales o políticas», a Jáuregui le interesaba destacar del GAL «las consecuencias prácticas y operativas» de su irrupción en el escenario político, es decir, el hecho de que los miembros de ETA «no pueden sentirse tranquilos donde antes lo estaban» y «alguien les está pagando con su misma moneda»."
http://servicios.diariovasco.com/pg060623/prensa/noticias/Opinion/200606/23/DVA-OPI-378.html
Posted by: maty at Septiembre 20, 2006 08:57 PM
O fue un ENCUBRIDOR o un INCOMPETENTE. En cualquier caso, es una vergüenza que siga en la política activa.
Posted by: maty at Septiembre 20, 2006 08:59 PM
No hay ninguna denuncia judicial ni periodística que relacione a Ramón Jáuregui personalmente con los GAL. Perdón, me equivoco. Hay una persona que intentó relacionarle con el terrorismo de Estado. Fue un parlamentario de Herri Batasuna que volcó sobre su escaño una bolsa de cal viva. Pero, bueno, hay gente que, cuando les conviene, utiliza a Batasuna o ETA como fuentes dignas de rigor.
A veces, como aparece en ese enlace, el PNV ha intentado desgastar a Jáuregui recordándole que era delegado del Gobierno en esa época. Lo ha hecho porque siempre ha sido un enemigo peligroso para el PNV, me refiero en términos electorales. Al PNV le interesaba que los vascos relacionaran al PSOE vasco con cafres como Damborenea, y no con gente como Jáuregui.
Por otro lado, la existencia de los GAL siempre fue una vergüenza para los socialistas vascos que durante años tuvieron que desmentir la realidad... mientras Barrionuevo y Vera montaban una red criminal.
Ya sabemos quiénes eran los responsables de los GAL -hay varias sentencias judiciales al respecto- y los que tenían que cantar ya lo hicieron. Claro que podemos montar otros agujeros negros con lo del señor X, pero en periodismo sólo se habla de hechos o indicios sólidos, no de fantasías.
Posted by: Iñigo at Septiembre 20, 2006 10:04 PM
la claúsula de conciencia ya se aprobó:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo2-1997.html.
sobre la c. de c.: jesús vaz rodríguez.
eres un poquito ignorante: decir que la justicia lenta no es justicia, como has dado a entender arriba te invalida.pasas por alto la garantía de los procedimientos en derecho, aunque no es de extrañar, dado tu 'estilo'.
a ver si estudias.
la falta de estudio y el exceso de autoestima sí son el problema de quienes os llamáis periodistas.
randolph hearst:"el mejor periodista es el más humilde".
Posted by: unomenos2 at Septiembre 20, 2006 11:13 PM
Pero era o no delegado de gobierno en el País Vasco en aquellos años.
Si no fue partícipe, pero no se enteró, demostró su INCAPACIDAD. Por tanto no debiera estar en la política activa.
Pero no, es un POLITICO PROFESIONAL, incapaz de cualquier otra actividad, me temo.
"en periodismo sólo se habla de hechos o indicios sólidos, no de fantasías."
Todavía me estoy riendo. DEBERIA ser así, pero cada día el periodismo "profesional" se desprestigia un poquito más por sí sólo.
PD: ¿No te haces eco de la exclusiva de EL MUNDO con el documento falsificado desde el Ministerio del Interior? Uno de los dos miente, pero sin duda es LA NOTICIA.
http://fabregas.blogspot.com/2006/09/l11-m-tancat-pany-i-forrellat.html
Ya te has pronunciado sobre el 11-M, con lo que ahora no puedes permanecer en SILENCIO. Yo, en cambio, no he anotado estos dos años POR PRUDENCIA, porque no me fío de los medios de comunicación españoles, DE NINGUNO.
Posted by: maty at Septiembre 21, 2006 01:35 PM