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Septiembre 07, 2006

La Policía sabe a quién estás llamando

Gracias al Gobierno español y a la Unión Europea, creo que ya podemos mirar a George Bush a la cara. El Gobierno prepara una ley que reforzará el control de las comunicaciones telefónicas. Dentro de no mucho tiempo, nuestras llamadas serán mucho menos privadas, o no lo serán en absoluto:

La normativa establece un plazo de 12 meses en el que todas las compañías telefónicas deberán conservar los datos de las comunicaciones de sus clientes. También obligará a las tiendas que venden tarjetas telefónicas a identificar a los compradores (ahora hay 16 millones de móviles anónimos) creando un libro de registro.

Los datos que se guardarán son el número de teléfono desde el que se hace la llamada, el que la recibe, la duración de la comunicación y el punto desde el que se realiza, según El País. El periódico nos recuerda, y no una sino varias veces, que estos datos fueron básicos en las investigaciones del 11-M. No cita los múltiples errores policiales que permitieron a los terroristas llevar a cabo la matanza.

El Gobierno español parece haberse colocado en la vanguardia de los que quieren restringir los derechos ciudadanos en Europa. La directiva de la UE plantea un plazo mínimo de seis meses para conservar los datos. En España, serán doce.

Será ilegal vender una tarjeta de prepago de móvil sin que se identifique el comprador. ¿Será una forma efectiva de luchar contra el terrorismo? Sólo si creemos que el hecho de que la venta de droga es ilegal ha servido para eliminar su consumo.

No nos engañemos. La nueva norma se utilizará sobre todo en la lucha contra la delincuencia, la de toda la vida.

Sin Al Qaeda, es poco probable que algo así hubiera pasado. En otros campos, como contar con un número alto de traductores de árabe, no me extrañaría que la Policía aún necesite más medios. Pero con las comunicaciones privadas es diferente. Al Estado le sale gratis y al final los que pagan son los ciudadanos. Las compañías telefónicas no tardarán mucho tiempo en imputar los costes a las facturas personales.

Con medidas como ésta, la presunción de inocencia se hace más virtual. Pierde fuerza la vieja idea de que era un juez quien autorizaba restringir los derechos de algunas personas por los indicios delictivos reunidos por la Policía.

Todos somos terroristas en potencia.

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Juan Varela:

Los terroristas consiguen una parte de sus propósitos: hacer nuestras sociedades más miedosas, más vigilantes, más desconfiadas, aumentar el espionaje a los ciudadanos. Y, seguramente, para poco, porque es fácil burlar esos registros.

Posted by Iñigo at Septiembre 7, 2006 11:31 PM

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Comments

No me parece adecuado comparar este hecho con la ilegalidad de la venta de droga. En todo caso la implicación sería la contraria de la que se pretende.

La ilegalización de la venta de droga la convierte en clandestina, hurtándola al control público, control imprescindible para evitar las adulteraciones peligrosas y el encarecimiento que alimenta las mafias y la criminalidad asociada.

Creo que debe haber garantías legales para la ciudadanía en forma de derechos. Esa retención de información puede dañarlas pero tambien apoyarlas. Todo depende de como se legisle (control judicial, garantías, etc.) y como se utilice. Lo mismo que un coche entraña peligros y no puede andar por ahí sin un responsable, el teléfono permite usar infraestructuras públicas para usos delictivos y es razonable que alguien se responsabilice de su uso.

Posted by: depende at Septiembre 8, 2006 10:29 AM

No me parece adecuado comparar este hecho con la ilegalidad de la venta de droga. En todo caso la implicación sería la contraria de la que se pretende.

La ilegalización de la venta de droga la convierte en clandestina, hurtándola al control público, control imprescindible para evitar las adulteraciones peligrosas y el encarecimiento que alimenta las mafias y la criminalidad asociada.

Creo que debe haber garantías legales para la ciudadanía en forma de derechos. Esa retención de información puede dañarlas pero tambien apoyarlas. Todo depende de como se legisle (control judicial, garantías, etc.) y como se utilice. Lo mismo que un coche entraña peligros y no puede andar por ahí sin un responsable, el teléfono permite usar infraestructuras públicas para usos delictivos y es razonable que alguien se responsabilice de su uso.

Posted by: depende at Septiembre 8, 2006 10:31 AM