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Septiembre 06, 2006
No aprenden nada
Los tres mosqueteros de The New Yorker -Seymour Hersh, Jon Lee Anderson y George Packer- mantienen una interesante conversación sobre Irak, la guerra contra Al Qaeda y la imagen de EEUU en el mundo. Y no hay muchos motivos para sentirse optimista después de leer el texto.
Le preguntan a Packer si EEUU ha aprendido desde el 11-S alguna lección sobre los límites del poder militar. Responde que no, porque las malas noticias nunca traspasan el umbral del despacho oval de la Casa Blanca:
Some of us have, including some people in the government and in the military, but they’re not in the key positions. Sy’s most recent article, on the Lebanon war, suggests that the people who are in the key positions continue to learn the wrong lessons, which is that air power can destroy deeply entrenched groups that are as much political as they are military. Which is very worrying, because it shows that what one hears—that no unwelcome information reaches the President, that it is generally stopped at his door by people from the Vice-President’s office or by his immediate staff—is true. It’s something I hear over and over again. So I don’t think anyone in a position to make decisions has learned.
Anderson recuerda que se tardó dos años desde el fin del régimen talibán en comenzar a asfaltar la carretera entre Kabul y Kandahar, un detalle muy 'civil' que a nadie pareció preocupar. Por el contrario, Hizbolá tardó días en ofrecer grandes cantidades de dinero a los damnificados por el último conflicto bélico en el Líbano. Algunos tienen claras las prioridades y otros lo confían todo al poder de un Ejército que ya no puede presumir de invencibilidad.
A los que que prefieren ser temidos antes que amados, Anderson les recuerda que los soldados norteamericanos en Irak han demostrado, desgraciadamente para ellos, que se les puede matar.
Why were we killable? Because they were able to observe us at close hand and see that we operated without the logic of a superpower that knew what it wanted to do. We did not have mastery of the terrain, the language, the culture; there was an open debate about what we wanted. We were attackable. And so our enemies lost their respect for all of our billions of dollars’ worth of hardware.
Como suele ocurrir, los tres mosqueteros de la revista son, en realidad, cuatro. Jane Mayer publica esta semana un reportaje sobre Jamal Ahmed al-Fadl, que fue miembro de Al Qaeda desde sus orígenes hasta que decidió colaborar con los norteamericanos en 1996. Desde entonces, ha sido la fuente más valiosa que ha tenido EEUU sobre el funcionamiento de Al Qaeda. "La piedra Rosetta" de la organización terrorista, en expresión de un agente del FBI.
Posted by Iñigo at Septiembre 6, 2006 12:12 AM
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Comments
Esos pequeños detalles (los del tipo carretera por asfaltar) son básicos y siempre son muy descuidados. Todavía recuerdo como las fuerzas norteamericanas protegieron celosamente los pozos petrolíferos mientras permitía que el pillaje vaciara el mismísimo museo arqueológico de Bagdad.Un museo de todos, no solo de los iraquies.
Conseguir que el principal problema para una sociedad sea el sobrepeso es la mejor forma de ganarte los corazones de todos, por encima de culturas, fronteras y civilizaciones. Y quien dice sobrepeso dice bienestar material. Una carretera que une dos puntos emblemáticos no cuesta tanto y puede ser la mejor labor de relaciones públicas que puedes hacer. Igualmente puedes inundar de bienes de consumo un país azotado por un asfixiante embargo de años.
Pero no. Lo quieren todo. El que vende los proyectiles y el que quiere trincar bajo el pretexto de la reconstrucción, cobrando incluso el combustible a un precio escandalosamente superior al que le cuesta realmente.Y eso que era la empresa "relacionada" con el vicepresidente.
Me gustaría saber con que puntualidad cobran las empresas del complejo militar los suministros que hacen al ejército USA.
Posted by: pecha at Septiembre 6, 2006 07:58 AM
No sé, yo creo que si las malas noticias no llegan al despacho oval es debido a que Bush no quiere escucharlas. La noticia da la vaga impresión de que "al pobre lo tienen engañado". Seguro que tiene más información que yo, y la mía me basta para ver la magnitud del fracaso de la guerra. Además, creo que sólo hay una enseñanza válida para la guerra y es no hacerla.
¡¡¡Que los soldados estadounidenses han aprendido que se les puede matar!!! Un poco obvio ¿no? ¿Es que creían que las hamburguesas eran como las manzanas de las hespérides?
Posted by: Marcus at Septiembre 6, 2006 11:04 AM
El tema de la carretera me recuerda mucho a algo que le leí a Fisk en su libro "La gran guerra por la civilización". Bin Laden era amado allá donde iba, porque se gastaba su pasta en asfaltar y acondicionar caminos para pueblos que hacía décadas estaban incomunicados, y luego era un tipo verdaderamente austero y tímido.
Y es que esa es la diferencia entre hacer algo por lo que crees (aunque sus medios no sean legítimos, como es el caso de Bin Laden) y algo por el simple hecho de enriquecerte y tener poder y control (y sus medios tampoco son muy legítimos, que digamos).
Posted by: Marlango at Septiembre 6, 2006 01:25 PM
Yo estoy bastante de acuerdo con Marcus. Es casi imposible tener engañado a un presidente contra su voluntad. Hay dos anécdotas ilustrativas...
Una ficticia: una escena en la película "American Dreamz", en la que el presidente de Estados Unidos se pone a leer periódicos y se queda totalmente estupefacto ante lo que está leyendo. De hecho toda esa información que supuestamente no le llega al Sr. Bush está en la prensa, le bastaría con abrir un ejemplar del NYT, por ejemplo.
Otra real: Bush no reaccionó a lo del huracán Katrina hasta que alguien de su gabinete le hizo ver un DVD con ejemplos de la cobertura televisiva de la catástrofe. Según cuentan hasta ese momento ese señor no era consciente de la magnitud de la catástrofe. Y eso fue varios días después de que se rompieran los diques.
¿Es que el despacho oval no tiene televisión por cable? ¿No tiene un PC con internet? ¿No llegan los periódicos? (Bueno, el Guardian sabemos que ya no lo reciben...)
Posted by: Ikke Leonhardt at Septiembre 6, 2006 02:26 PM
Coincido con Marcus. No hay más ciego que el que no quiere ver. Debe haber decenas de agencias de información enfrentadas entre sí pasandole todo tipo de datos y él y su entorno seguro que solo quieren oír lo "bueno" si es que hay algo bueno en toda esta historia.
Posted by: Leon at Septiembre 6, 2006 04:04 PM
los mismos argumentos de ésta gente, pero desde dentro del pentágono en "the sling and the stone: on war in the 21st centruy" del coronel Thomas X Hammer (con ese apellido, solamente podía ser USMC)
Posted by: rm47 at Septiembre 6, 2006 05:57 PM