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Noviembre 02, 2007

El descenso de la violencia en Irak y una estrategia basada en el recuento de cadáveres

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En Público hemos intentado sacar algunas conclusiones sobre las distintas cifras que revelan un descenso de la violencia en Irak en los últimos meses. Hay varios factores que explican esta evolución, y uno de ellos puede encontrarse en el mapa de Bagdad que aparece aquí. Las decenas de cadáveres que aparecían --desde mediados del 2006-- todas las mañanas en las calles de la capital, atados y amordazados y con un tiro en la cabeza ya sólo son un puñado, entre cinco y diez diarios.

La limpieza étnica (étnica en un sentido figurado, claro, todas las víctimas son árabes) ha empujado a suníes y shiíes a vivir agrupados en sus respectivas zonas por una simple cuestión de supervivencia.

Evidentemente, en relación a la violencia entre milicias shiíes ese factor no cuenta. La violencia continúa por ejemplo en Basora donde se calcula que 200 personas han muerto en los últimos meses. El acuerdo al que llegaron Al Sáder y Al Hakim no ha tenido muchas repercusiones.

Por último, la guerra entre Al Qaeda y algunos grupos de la insurgencia suní se ha extendido desde Anbar a Diyala. El desenlace de este conflicto está aún por ver. El último mensaje de Osama bin Laden daba a entender que los yihadistas extranjeros estaban en problemas, y de ahí la invocación de su líder a mantener la unidad con otras fuerzas insugentes. Sin embargo, ha habido muchas interpretaciones diferentes sobre las palabras de Bin Laden. De hecho, en los foros yihadistas hay un considerable cabreo con Al Jazeera, a la que acusan de haber manipulado el significado del mensaje.

En cualquier caso, y a cuenta de ciertos mensajes de victoria que han aparecido en la prensa norteamericana (no muy diferentes a los que surgieron en el 2004, 2005 o 2006), hay que anotar que cualquier estrategia vencedora que se apoye sólo en el recuento de cadáveres puede servir para fines propagandísticos inmediatos, pero a largo plazo tiene poco futuro.

El descenso de la violencia podría ser una oportunidad excelente para que los políticos iraquíes establezcan sobre bases firmes una idea de consenso sobre el futuro del país, que incluya por ejemplo la progresiva integración de los grupos insurgentes suníes en el discurso político, el fin de las guerras entre milicias shiíes y el reparto de los recursos petrolíferos. Sobre todo esto, las cosas no han cambiado demasiado en el último año. De hecho, el fracaso de los políticos iraquíes es ahora más evidente que nunca.

Los norteamericanos parecen haber renunciado de momento a apoyar un proyecto nacional para Irak. Todas sus apuestas se han saldado con escasos resultados. Los militares han bajado a nivel local, con pactos con milicias tribales suníes que les han permitido encontrar un aliado poderoso en algunas provincias ante la creciente desconfianza del Gobierno de Bagdad. ¿Pero cuál es la estrategia a partir de ahora?

Marc Lynch lo explica bastante bien en su blog.

Because so much of the Iraq debate has now turned into exactly what we once promised to avoid: political arguments about body counts, while completely ignoring the political dimension which the Petraeus counter-insurgency manual recognized as so crucial. We need to stop falling into the trap of arguing about the momentary success or failure of tactics. 3 fewer US soldiers died last week than in a similar period last year - we've won! Iraqi insurgents launched 157 attacks last week compared to 163 in a similar period last year - they've lost!

Even worse, it seems like the US is committing the cardinal sin of once again falling victim to our own propaganda, believing our own spin, and substituing domestic public opinion management for hard thought about where we're heading.(...)

Body counts are only one small part of a much larger puzzle. What I want to know is not the day to day casualty trends, or good news stories from some carefully selected hamlet, or the latest assassination of an Awakening shaykh. I want to know: does the devolution to the local level make strategic sense, even if it reaps short-term tactical sense? Towards what endpoint are the tactics leading? Do we want to see a unified Iraq with a sustainable political accord - the official goal of American policy, as Undersecretary of State Nick Burns reminded the DACOR audience yesterday? If so, are American political and military tactics encouraging or discouraging such an outcome?

Aunque, claro, todas estas disquisiciones sobre el futuro de Irak se tornan irrelevantes cuando uno escucha las declaraciones del general Abizaid, hasta no hace mucho jefe del Mando Central. Las tropas de EEUU podrían quedarse en Oriente Medio hasta 50 años para cumplir su misión. Van a tener tiempo para contar muchos cadáveres.

Posted by Iñigo at Noviembre 2, 2007 03:34 PM

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