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Abril 26, 2008

La raza de Barack Obama

George Packer plantea ese tema del que sólo se habla en susurros o sencillamente no se habla. ¿Cuántos de esos votantes blancos de clase media o baja nunca votarán a Obama porque es... negro? No porque el discurso del senador de Illinois esté alejado de sus problemas en estos tiempos de incertidumbre económica. No porque les parezca demasiado progresista.

En su momento se habló del tema, pero en el fragor de la batalla la cuestión se ha ido diluyendo. Packer ha hablado con algunos votantes de Kentucky (obviamente no es una muestra estadística de nada), gente que no tiene problemas en reconocer sus prejuicios, por aquello de que todo el mundo los tiene, de uno u otro tipo.

Ante eso, el periodista de The New Yorker recomienda a Obama que haga frente al problema.

McCain began his speech in Inez by saying, “I’m not the son of a coal miner. I wasn’t raised by a family that made its living from the land or toiled in a mill or worked in the local schools or health clinic. I was raised in the United States Navy, and, after my own naval career, I became a politician. My work isn’t as hard as yours.” His modest disclaimer seemed unnecessary—the local pol who introduced McCain had just finished calling him a son of Kentucky at heart, and the crowd was entirely on his side. But for Obama, who’s bound to strike people in places even less isolated than Inez as alien, this kind of self-presentation might be essential. Rather than analyzing them out loud, or pretending to be one of them, he should speak about the differences (and race is far from the only one) directly, candidly, in the blunt, personal language that made his Philadelphia speech so memorable. He should say that in spite of these differences, in spite of what he doesn’t know about or share in their life, he knows what Presidential leadership can do to improve their lives—as did Roosevelt, who was an aristocrat, and Kennedy, who was rich and Catholic.

It’s a tall order. But Obama has a serious political problem. Until now, he and his supporters have either denied it or blamed it on his opponents. It’s not his fault, but it is his burden, and the way to begin lightening the load is to admit that it exists.

La campaña de Obama no vive en un mundo de fantasía e ilusión y está dispuesta a aprender de sus fracasos. Es muy distinto afrontar la cuestión que siempre han querido obviar. La decisión del senador de presentarse como un político que trasciende las divisiones raciales o sociales le ha impedido hablar en concreto de ello. Pero tendrá que hacerlo.

Posted by Iñigo at Abril 26, 2008 01:00 AM

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Comments

He aqui lo que dice un catedratico de economia:

Tellingly, the Obama campaign has put far more energy into attacking Mrs. Clinton’s health care proposals than it has into promoting the idea of universal coverage.

During the closing days of the Pennsylvania primary fight, the Obama campaign ran a TV ad repeating the dishonest charge that the Clinton plan would force people to buy health insurance they can’t afford. It was as negative as any ad that Mrs. Clinton has run — but perhaps more important, it was fear-mongering aimed at people who don’t think they need insurance, rather than reassurance for families who are trying to get coverage or are afraid of losing it.

http://www.nytimes.com/2008/04/25/opinion/25krugman.html

Pero hablar de ese tipo de cosas no les importa a los medios. Que se estan cubriendo de gloria, por cierto, en especial los espanholes. Si las clases trabajadoras no votan a Obama es porque es negro y punto. Si no fueran unos racistas de cabo a rabo se darian cuenta de que Clinton es el Anticristo y de que no tiene "nada atractivo que ofrecer a los votantes".

Obviamente, a los votantes no les interesa un plan de cobertura sanitaria universal copiado en gran parte del de Edwards, un plan mucho mas ambicioso y beneficioso que el del Elegido. Esas cosas son para pobres que nunca fueron a Harvard y, por tanto, no interesan.

Posted by: Antonio at Abril 26, 2008 05:11 AM

PS. Por otra parte, es mala fe irse al Sur y extrapolar lo que alli se diga a todo el pais.

Posted by: Antonio at Abril 26, 2008 05:14 AM

Me parece injusto con los rednecks del sur decir que sólo allí hay tendencias racistas o antiguos prejuicios que no se han borrado en la gente de cierta edad. Los de otras zonas del país piensan parecido, aunque sea por razones diferentes.

Sobre el tema de la reforma sanitaria, no hay duda. El programa de Clinton es mucho más progresista que el de Obama. Pero una de las razones por la que no se habla mucho de ello, además de por los errores de la prensa de aquí y de allí, es que la propia campaña de Clinton no lo ha convertido en uno de los ejes básicos de su mensaje.

Lo hizo al principio de la campaña, pero en los últimos meses ha preferido apostar por otros valores, como bombardear Irán con armas nucleares o meter miedo con la idea de un mundo peligroso habitado por gente como Bin Laden.

Posted by: Iñigo at Abril 26, 2008 12:56 PM

Interesante articulo de la esposa de Edwards en el New York Times de hoy:

http://www.nytimes.com/2008/04/27/opinion/27edwards.html#

Parece recoger el símil del juego de bolos de The Nation. Y saca a la luz un asunto olvidado: ¿a quien apoyará Edwards? Sabemos que gente como Bill Maher ante la retirada de Edwards se han pasado a Obama. ¿Pero y el propio interesado?

Reflejo lo del The Nation y una arenga de Maher en:

http://elmundano.wordpress.com/2008/04/22/%c2%bfpleno-o-semipleno-primarias-en-pensilvania/

Posted by: Adrian Vogel at Abril 27, 2008 02:59 PM