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Julio 12, 2008

Cosas que hacer en sábado cuando no estás muerto

Definitivamente, Mad Men es la serie que hay que ver. [Gracias, Oscar.] Así comienza el primer capítulo. Es el mundo de la publicidad a principios de los sesenta, cuando empezó a cobrar forma el tipo de anuncios que aún hoy vemos. Cuando los que dirigían las agencias en EEUU eran puro WASP, aunque ya estaba llegando el momento en que gente menos blanca, menos anglosajona y menos protestante escalaba posiciones en el negocio (y eso incluye a las mujeres).

Son gente que no para de fumar y lo hace precisamente en una época en la que acaba de aparecer un artículo en el Reader's Digest que dice que el tabaco perjudica seriamente la salud, y los creativos publicitarios deben buscar una forma de convencer a los consumidores que tienen que seguir haciendo algo que en principio puede ser peligroso. Aunque, claro, tienen la ventaja de que a la gente le gusta hacer eso. Se abre un inmenso abanico de posibilidades, como le dice el director creativo de la agencia a los dueños de Lucky Strike.

Don Draper: [To the clients] The Federal Trade Commission and Readers Digest have done you a favor. They've let you know that any ad that brings up the concept of cigarettes and health together... well, it's just going to make people think of cancer.

[Client] Lee Sr.: [Sarcastically] Yes, and we are grateful to them.

Don: But what Lee Jr. said is right. You can't make those health claims. Neither can your competitors.

Lee Sr.: So... we got a lotta people not sayin' anything that sells cigarettes.

Don: Not exactly. This is the greatest advertising opportunity since the invention of cereal. We have six identical companies making six identical products. We can say anything we want

.
Excepto decir que los médicos fumaban una determinada marca.

Al igual que en Los Soprano (el creador de Mad Men fue uno de los productores de la serie durante mucho tiempo), abundan los comentarios sexistas y racistas, lo que es uno de sus atractivos. Esta una de esas frases que no conviene explicar mucho. Hay que ver la serie para apreciarlo. En cualquier cosa, bajo ningún concepto Rosa Montero o Elvira Lindo deben ver Mad Men. Tampoco los ex fumadores que han desarrollado un comportamiento paranoico. Los demás, sí.

‘Mad Men’ Has Its Moment. NYT magazine.

Una promo de Canal+ sobre el mundo de la publicidad de entonces.

--Unas patatas fritas que no son patatas fritas porque en el fondo no tienen mucha patata. ¿Y qué dice la empresa que las hace? Perfecto, es lo que queríamos porque así nos vamos a ahorrar un montón de millones.

--Han asesinado al perro del embajador de EEUU en El Cairo. No, no es que me caiga mal el tipo, que no es un tipo. Y sí, es un perro. El perro de la embajadora Margaret Scobey ha aparecido muerto. Hay que iniciar una investigación porque no podemos mostrarnos débiles ante los terroristas.

--Dicen que han visto una copia del guión de la última de Tarantino.
--Berlusconi y sus 'mariposas'.
--La chulería de Sarkozy.
--Los creadores del blockbuster, de rodillas por sus pecados.
--Diez segundos eran toda una vida para Michael Jordan.
--El mar es grande de cojones. Bueno, no tanto. [Gracias, Pepe.]
--Las escenas perdidas de Metrópolis.
--Junot Díaz y el GTA.

Posted by Iñigo at Julio 12, 2008 05:43 PM

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Comments

A mi Mad Men se me hace un pelín lenta. No se, quizás sea cosa del ritmo tan pausado (que no se corresponde con el ritmo vertiginoso de los 60).

Posted by: Adrian Vogel at Julio 12, 2008 09:23 PM

Es una de las mejores series que he visto en mucho tiempo.

Lo mejor llega hacia los últimos capítulos, cuando empiezan a llevar la campaña de Nixon. Tiene momentos que no tienen precio.

Y hay que verla en V.O., claro.

Posted by: Edgar Rovira at Julio 13, 2008 10:21 AM

Estoy de acuerdo con Edgar. Al principio me parecía algo curiosa pero nada del otro mundo, pero después de los primeros capítulos empezaron a haber momentos de auténtica genialidad. El final de capítulo con la secretaria sosteniendo la jaula con el pájaro me dejó impresionado. Algunos finales me han recordado a cómo se quedaba uno al terminar algunos capítulos de Los Soprano. Las voces originales son importantes. El episodio en flashback con el vagabundo fue algo grande. Ánimo que merece la pena.

Posted by: jomi at Julio 13, 2008 10:44 PM