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Noviembre 13, 2008
Penitencia republicana
Nadie dará una medalla a Steve Schmidt, el jefe de la campaña de McCain, por su actuación en los últimos meses, pero no se puede negar que el tipo tiene las ideas claras sobre la derrota de su antiguo jefe. Es cierto que siempre es más fácil echar mano de las causas estructurales que de los errores propios. Sin embargo, tampoco se puede negar que los republicanos afrontaban estas elecciones en una situación de máxima vulnerabilidad. Partían casi como derrotados y sólo podían aspirar a que la derrota fuera lo menos cruenta posible. No parece que lo hayan conseguido.
Todos los planes de Karl Rove, con el que Schmidt aprendió mucho de lo que sabe, sobre la creación de una mayoría republicana que durara toda una generación se han desvanecido. Ahora de hecho el debate es si nos encontramos en una situación opuesta. Los republicanos se preparan para una travesía del desierto que puede durar mucho tiempo. Evidentemente todos esos pronósticos pueden derrumbarse como las acciones de General Motors si la crisis económica se torna no ya en recesión, sino en depresión.
Hasta que llegue ese momento, Schmidt hace un análisis demoledor de las futuras expectativas electorales de la derecha norteamericana.
The party in the Northeast is all but extinct; the party on the West Coast is all but extinct; the party has lost the mid-South states —Virginia, North Carolina— and the party is in deep trouble in the Rocky Mountain West, and there has to be a message and a vision that is compelling to people in order for them to come back and to give consideration to the Republican Party again.The Republican Party was long known as the party that competently managed government. We’ve lost our claim to that. The Republican Party was known as the party that was serious on national security issues. The mismanagement of the war has stripped that away.
Schmidt dice que los latinos han "repudiado" al Partido Republicano por su discurso contra la inmigración. Y si no se repara esa falta de confianza, los conservadores pueden olvidarse de ganar en las urnas: "But if the party does not figure out a way to appeal to Latino voters, it will become increasingly difficult, and maybe impossible, to ever again win a national election.
No es el único que piensa así. El gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, repitió ayer el mismo análisis, casi palabra por palabra, en una conferencia ante la Asociación de Gobernadores Republicanos.
“We cannot be a majority governing party when we essentially cannot compete in the Northeast, we are losing our ability to compete in Great Lakes States, we cannot compete on the West Coast, we are increasingly in danger of competing in the Mid-Atlantic States, and the Democrats are now winning some of the Western States,” he said. “That is not a formula for being a majority governing party in this nation.”“And similarly we cannot compete, and prevail, as a majority governing party if we have a significant deficit, as we do, with women, where we have a large deficit with Hispanics, where we have a large deficit with African-American voters, where we have a large deficit with people of modest incomes and modest financial circumstances,” he said. “Those are not factors that make up a formula for success going forward.”
Luego siempre están los de la tríada Dios, Patria y Armas, ahora bien representados por Sarah Palin, que continúa con su gira de entrevistas cómicas (esta vez tocaba echarle toda la culpa a Bush). Los republicanos se encuentran ante una tesitura difícil. Sus líderes más brillantes y 'elegibles', por ser más atractivos para el votante independiente, están en el sector moderado, mientras que los radicales (y sus apoyos mediáticos) son los que disfrutan del presumible apoyo de las bases.
Una combinación perfecta para pasar muchos años en la oposición.
Posted by Iñigo at Noviembre 13, 2008 08:37 PM
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Comments
Tal vez estén exagerando y la derrota no sea tan grande como antes la victoria, pero si pierdes completamente los centros en los que las élites socioeconómicas se forman y trabajan tienes un problema muy serio. Que los abogados educados en buenas universidades (no digamos ya de campanillas) suelen terminar con mas dinero que donar para las campañas que los operarios de West Virginia.
El problema con los latinos es también muy grave, ya que incluso si no entrase ni un inmigrante más, incluso si no se naturalizase ni un residente más, hay toda una población de menores ciudadanos de padres residentes o ilegales que con los años va a ir engordando el censo electoral y aumentando su poder.
Aunque lo mejor de todo es que por fin vamos a poder mandar al Sur a tomar muchísimo por saco. Ya era hora.
Posted by: Antonio at Noviembre 14, 2008 12:48 AM
que se lo digan al pp
Posted by: ricardo at Noviembre 14, 2008 11:32 AM