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Diciembre 28, 2008
El lenguaje de la sangre
La guerra es un instrumento más de comunicación en el lenguaje político israelí. Es mucho más efectiva que una ley o una declaración porque a fin de cuentas los muertos casi siempre los ponen los otros. Su valor aumenta de forma exponencial en las campañas electorales. Tzipi Livni y Ehud Barak ya tienen su guerra y en ella han puesto sus esperanzas de cara a las elecciones del 10 de febrero.
Los sondeos y los medios de comunicación dudaban de que Livni pudiera hacer frente a Netanyahu y se burlaban de los patéticos intentos de Barak por sacar la cabeza. Ahora cuentan que las opciones de Kadima pueden mejorar y que los laboristas no están acabados. Nada está escrito ya en las urnas. Todo dependerá del desenlace de la campaña de bombardeos, no del número de muertos que origine sino de las ventajas que Israel aspira a obtener de la matanza.
Además del electorado israelí, el otro destinatario del mensaje pasa estos días unas vacaciones en Hawai. Obama ya sabe cómo se las gastan los israelíes. Si contaba con esperanzas de promover negociaciones de paz u ofrecer algún tipo de diálogo a Irán o Siria, el Gobierno israelí se ha encargado de enterrar sus opciones bajo toneladas de bombas.
Los norteamericanos tienen el derecho de elegir a un joven idealista para la Casa Blanca, pero siempre es Israel quien marca las reglas del juego. Como ha dicho Aaron Miller, experto en el asunto en la época de Clinton, las probabilidades de que Obama pueda implicarse en un proceso de paz entre israelíes y palestinos con garantías de éxito “se han reducido a cero”.
Obama podría ser valiente y negarse a que sean los militares israelíes los que le impongan su política en Oriente Próximo. Los precedentes invitan, sin embargo, al pesimismo. Durante la tregua, para nada perfecta pero real, que acabó hace una semana, no murió ningún israelí por los cohetes lanzados desde Gaza. En teoría, intentar prorrogarla parecía la salida más razonable. Pero ésa no era la prioridad de Livni y Barak.
Lo dijo el periodista israelí Amnon Levy tras la guerra de Líbano en 2006: “Todo el país se vio arrastrado a una fantasía absurda y pidió sangre. Y cuando la gente quiere sangre, el Gobierno se la concede”. Evidentemente, siempre es la sangre de los otros. Y los que mueren son los responsables, nunca los que matan. Así se escribe la política israelí.
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En Guerra Eterna: La guerra es el mejor afrodisíaco. Febrero 2008.
Posted by Iñigo at Diciembre 28, 2008 05:50 PM
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Comments
Gracias Iñigo, agradecerte tu articulo, probablemente desde tu lugar de vacaciones. Echaba de menos tu afinado análisis en estos días donde una vez más el Estado Israeli habla con el único lenguaje que sabe: el del terrorismo de Estado.
Supongo que tú eres otra victima colateral de este conflicto. Estos aprendices de genocidas del gobierno de Israel no respetan ni tus vacaciones.
Posted by: Antoñito at Diciembre 29, 2008 10:43 AM
Disculpa, Íñigo, pero estando más o menos de acuerdo con tus conclusiones no puedo dejar de hacerte notar que la tregua no se ha prologado por decisión israelí sino debido a los lanzamientos de misiles desde Gaza a Israel el mismo día en que la tregua expiraba.
Saludos cordiales,
Héctor
Posted by: Héctor at Diciembre 29, 2008 01:06 PM
¿Los judíos necesitan la proximidad de unas elecciones para matar? Qué decepcionante. Estaba convencido de que lo hacían por el simple placer de bañarse en la sangre de los pobres de la tierra.
Posted by: irichc at Diciembre 29, 2008 09:36 PM
"¿Los judíos necesitan la proximidad de unas elecciones para matar? Qué decepcionante. Estaba convencido de que lo hacían por el simple placer de bañarse en la sangre de los pobres de la tierra."
No te precocupés, en otra época estabas convencido de que el átomo no existe, que la mujer no tenía alma, y que las cinco vías de Santo Tomás eran lógicamente impecables.
Acá nadie habló de "los judíos", es como si, ante el Apartheid de Sudáfrica, uno decía "los blancos". Estamos hablando del criminal régimen SSionista
Posted by: Elías Mandeb at Diciembre 31, 2008 11:42 AM
Exceptuando lo de las cinco vías, que jamás dije, o no lo recuerdo, mantengo mi convencimiento respecto a lo demás.
Posted by: irichc at Diciembre 31, 2008 11:53 AM
"mantengo mi convencimiento respecto a lo demás."
Entonces ¿Toavía no agarraste un libro de verdad?
Posted by: Elías Mandeb at Enero 4, 2009 04:06 AM