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Abril 25, 2009
El fin de la era del Botox
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-7 piensan que no hemos tenido suficiente. La medicina del optimismo se ha administrado con implacable regularidad al paciente sin que los resultados hayan sido espectaculares. Antes al contrario. La peor crisis económica en décadas lleva camino de laminar la credibilidad de los gobiernos e instituciones financieras internacionales. Y sin embargo, ahí siguen, explicando que sólo hay que esperar un poco más para ver la luz.
“El documento del G-7 expresa indirectamente el punto de vista de que lo peor ha pasado posiblemente para la economía mundial”, dijo tras la reunión el ministro japonés. Todos los adverbios acabados en -mente no pueden ocultar el hecho de que avisos anteriores en la misma línea fueron recibidos con esperanzas que se vieron frustradas con rapidez. Los gobernantes sostienen que existen algunos indicios que les sirven para anunciar que en los últimos meses de este año se apreciarán signos de recuperación.
Es posible que sea así. Pero lo que es evidente es que estamos de lleno en la fase más brutal de destrucción de empleo. En España, resulta evidente. En el Reino Unido, algunos profesores ya hablan del riesgo de que haya una “generación perdida” de jóvenes, nacidos en la década de los ochenta y principios de los noventa, abocados a carecer de oportunidades reales de encontrar un empleo acorde con su formación. La frustración social que generará ese fenómeno se sentirá mucho tiempo después de que las cifras macroeconómicas abandonen los números rojos.
The Economist dice esta semana que “lo peor que le puede ocurrir a la economía mundial es que asuma que lo peor ha pasado ya”. Algunas cifras positivas son susceptibles de ser magnificadas. Incluso entre 1929 y 1932 hubo periodos de tiempo en los que la Bolsa subió un 20%... antes de volver a caer. Si se produce, según la revista, la recuperación será lenta y débil, y tardará mucho tiempo en crear el empleo que se está destruyendo en estos momentos. Esa es de hecho la última previsión del FMI, que goza de la buena suerte de no tener que presentarse a las próximas elecciones.
Los gobiernos no disfrutan de ese privilegio y no se atreven a optar por la vía Churchill: no ven a los votantes con ganas de escuchar un mensaje realista basado en sangre, sudor y lágrimas. Nadie quiere enfrentar a la gente ante la evidencia de que los errores del pasado no se purgan con una inyección de fondos públicos por masiva que sea.
Quizá no haya que escandalizarse de tan poca sinceridad. Los contribuyentes raramente van a admitir que la época de euforia y consumo excesivos pudiera haber sido una aberración sostenida por datos ficticios. Lo malo de las burbujas no es que la gente no se crea que vive en una. Es que a veces ni siquiera admite después que ha vivido en una, y que por tanto buena parte de esa riqueza no volverá porque se basaba en una mentira. Por ejemplo, en viviendas sobrevaloradas que hay que pagar con hipotecas similares a cadenas perpetuas.
La columnista conservadora Peggy Noonan ha explicado que esta larga fase de estancamiento podría ser una buena cura de realidad para EEUU, una vez que queden claros los efectos de la borrachera y la resaca. Quizá entonces la gente ya no esté tan obsesionada con el culto al cuerpo, con vestir la última ropa de marca o conducir el coche con más prestaciones. El hedonismo desatado en forma de inyecciones de Botox y operaciones de cirugía estética –símbolo de los que aparentan lo que no son– será uno de los legados de una época marcada por el dinero fácil y la satisfacción inmediata.
Acuciados por las urgencias electorales, los políticos prometerán que muy pronto volverán los días de vino y rosas. Me temo que habrá una forma de descubrir si mienten: comprobar si mueven los labios.
Posted by Iñigo at Abril 25, 2009 05:54 PM
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Comments
Brillante entrada, Iñigo.
Dura y amarga en su contenido, pero tan cierta y coherente que el que no quiera entenderlo enfrentará igualmente la situación, aunque sufriendo mayor trauma.
Negar la evidencia, y la propia culpa/implicación, es una persistente costumbre humana. Muchos sólo se darán cuenta del error y de la necesidad de "volver a pisar el suelo" cuando su situación, no sea mala, sino peor.
Tal vez entonces tomen conciencia y medidas en lo personal, y las apoyen en lo colectivo, entendiendo y asumiendo el coste político que requiere llevarlas a cabo.
Los partidos siguen frivolizando suicidamente al usar cuanto ocurre como arma arrojadiza de desgaste. Espero que cuando acepten la necesidad de consensuar y concentrarse, no seamos ya otro millón más en el paro, el 5º.
Posted by: Daniel Muro at Abril 25, 2009 11:41 PM
Generalmente, cuando uno encuentra una entrada de este tipo, los comentarios suelen ser "hala!, catastrofista!". "sí, sí, el mundo se va a acabar..."
Nunca antes había experimentado estar en la cuerda floja cada dia de mi vida durante tantos días seguidos. Una vez asumido eso, artículos como este, aunque duros, parecen más cercanos a la realidad que todo lo que puede encontrarse por ahí.
No estuve en la crisis del '29 para comparar, pero lo que es obvio es que algo tiene que cambiar. Cuando es tan fácil para cualquier ciudadano en cualquier parte del mundo comprobar quién dice qué (políticos, instituciones de cualquier tipo/signo) para terminar haciendo lo contrario, forzosamente tiene que ser así.
A veces pienso en que, en todo este proceso, nos estamos acercando a una suerte de política global, una especie de "orden mundial". Si a esto le sumas que, mientras que leo este tipo de noticias, me entero del brote de peste porcina en México y sufro un terremoto desde la novena planta en la que vivo...
Posted by: Maria at Abril 26, 2009 08:35 AM
Jeje, generación perdida, dicen...que se pasen por España, donde las generaciones perdidas comienzan desde los nacidos en los setenta, y donde no hay la más mínima conflictividad social.
Y eso, incluso antes de la crisis de marras. Un escándalo moral e intelectual sin paliativos: Mil euros por hacer el trabajo de un jeta que cobra el triple, y a las puertas de la prejubilación.
Qué vergüenza me dan los patéticos individuos de mi quinta. Qué vergüenza.
Posted by: NadieOsSalvará at Abril 26, 2009 12:39 PM
Muy buen artículo, Íñigo. Sería interesante contrastar lo que hace nuestro gobierno en comparación a lo que se hace en otras partes. Aquí se sigue mimando a los intocables banqueros, y la patronal manda tiene en la calle a más de cuatro millones de españoles y encima saca pecho. Normal, yo también lo haría con un gobierno que no es más que tibio. Igual ceden donde no se atrevería a hacerlo un gobierno del PP.
Posted by: jomi at Abril 26, 2009 01:20 PM
Un vistazo al comentario de Romeu.
Posted by: Anonymous at Abril 26, 2009 01:40 PM
Estáis usando fotogramas de Brazil sin haber rellenado el correspondiente formulario de Servicios Centrales.
Irremediablemente seréis cargados de más por el Ministerio de Obtención de Información.
Posted by: Marcus at Abril 26, 2009 08:01 PM
Pues yo encuentro el artículo de lo más catastrofista ....
Ahora hay un montón de gente diciendo que hemos de cambiar, que hemos de consumir menos, que bla, bla, bla. Me gustaría que me contasen 1 ejemplo de que la humanidad haya cambiado nunca. O sea, dicen que en un plazo de más o menos 3 a 10 años (es lo que puede durar la crisis según los catastrofistas?) la gente se levantará por la mañana y, aunque tengan el dinero necesario, no se lo gastarán en las cosas que les gusten...
¿ No creéis que es un poco iluso ?
Ahora yo me pregunto: por mucho que los gobiernos tomen medidas anticrisis, acertadas y no acertadas, eso NO IMPORTA, ¿ cómo se puede salir de una crisis cuando el que tiene el poder supremo económico (o sea, nosotros, los consumidores) estamos acojonados porque día tras día leemos noticias catastrofistas como las que escribe Iñigo?
En este momento es imposible ver la tele y que el periodista/presentador/invitado/persona que pasaba por allí sea capaz de ilvanar 3 frases seguidas sin usar la palabra crisis.
¿Porqué interesa tanto que estemos todos acojonados y no consumamos? ¿A quién le interesa que dentro de 3 o 5 años acabemos con un nivel de la economía propia de un país del tercer mundo?
Si, si. Si esto sigue así y los "periodistas" no dejan de dar la vara, nos auto-hundiremos sin parar.
Haced una prueba mental: durante los 2 próximos meses los medios de comunicación empiezan a dar buenas noticias, tímidas al principio, mejores más adelante. ¿Saldríamos de la crisis? (Por favor, no confundir salir de la crisis con pensar que a mí me guste que nos hemos de cargar el planeta, o cosas por el estilo. Para mi salir de la crisis es asegurarme que mis hijos no tengan que vivir en un vertedero, que son las cosas normales en el tercer mundo)
(Ya estáis en la fase de aceptación, borreguitos, a ver si llegáis al siguiente nivel que es pensar de forma autónoma y hacer algo, aunque sólo sea escribir un comentario en GuerraEterna) EL MUNDO SE ACABA !!!!!!
Posted by: Jordi at Abril 27, 2009 06:13 PM
Mas alla de la crisis y el botox, me pregunto por que hay que mencionar a The Economist y sus predicciones. La unica diferencia entre la revista y Zapatero es que la primera lleva ¿cien? años equivocándose. Sus predicciones fallan mas que una escopeta de feria, y sus diagnósticos, en fin...
O sea, que si buscas un argumento de autoridad, el calendario zaragozano tiene la misma fiabilidad.
Posted by: JG at Abril 27, 2009 06:26 PM