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Junio 12, 2009
Todos pendientes de Irán
¿A quién creerán los millones de iraníes que hoy eligen en primera vuelta a su presidente? ¿A Mir Husein Musavi que acusa a Ahmadineyad de conducir al país a una dictadura? ¿A Mahmud Ahmadineyad que acusa a sus rivales de emplear en campaña los "métodos de Hitler"? (y no, no pretendía hacer un chiste, el último de los dirigentes a los que se ha adjudicado el apodo del 'nuevo Hitler' se une así a la retórica de sus enemigos).
Los iraníes viven hoy la jornada electoral más disputada de su historia, aunque es posible que tengan que repetirla en una segunda vuelta el 19 de junio si nadie obtiene más del 50% de los votos). Muchos pronósticos basados en el índice de participación han fallado en los últimos meses. Al menos allí se dice que un porcentaje de asistencia a las urnas superior al 65% tiende a favorecer las opciones de Musavi. La crispación evidente en las declaraciones de los candidatos y la movilización popular conseguida por los dos favoritos hacen suponer que se alcanzará ese umbral.
Las elecciones son fascinantes por la influencia que puede tener su resultado en la situación de todo Oriente Medio y en la política norteamericana en la región. Los seguidores de Musavi y el propio candidato han dejado claro que no quieren que su país se convierta en un paria. Quieren abrirse al mundo en una especie de reflejo del mensaje que Barack Obama extendió en EEUU. Los paralelos con EEUU no acaban ahí. Ahmadineyad ha llevado aún más lejos el mensaje conservador de la élite política y religiosa iraní y ha desafiado al establisment económico para sustentar una política de orgullo nacional que le ha llevado a un enfrentamiento directo con Occidente. El presidente es en cierto modo un neoconservador islámico.
Una victoria de Musavi no pondría fin al programa nuclear iraní por dos razones. La más importante: es un asunto que es responsabilidad directa del líder espiritual, el ayatolá Jamenei, como lo son todas las cuestiones estratégicas en los temas de política exterior y defensa. En segundo lugar, existe un consenso básico en favor del programa nuclear. Hay que aclarar que eso no es sinónimo necesariamente de programa nuclear militar. En cualquier caso, Musavi y otros políticos conservadores pragmáticos están a favor de continuar las negociaciones con Occidente, mientras que Ahmadineyad ha dejado claro en varias ocasiones que las considera una pérdida de tiempo.
Esas negociaciones serán más fáciles si la Casa Blanca acepta el punto de vista del senador John Kerry, que ha dicho que Irán sí tiene derecho a enriquecer uranio, siempre que sea para un programa nuclear civil.
En Israel lo tienen claro, cuenta Javier Espinosa. Prefieren la victoria de Ahmadineyad, del mismo político al que acusan de estar preparando un nuevo Holocausto. El objetivo de Netanyahu es hacer imposible un hipotético diálogo de EEUU con Irán. Necesitan que el mundo continúe considerando a Irán como un enemigo mortal al que hay contener o eliminar. Por eso, el resultado de las elecciones libanesas fue un paso atrás para Israel. Una victoria de Hizbolá y de sus aliados hubiera obstaculizado el intento de Obama de iniciar una nueva era de relaciones con el mundo musulmán.
En el mundo árabe, las elecciones iraníes se contemplan con una mezcla de aprensión (los dirigentes) y de esperanzas (la calle). Con muchas limitaciones impuestas por la nomenclatura religiosa, los iraníes tienen derecho a ser testigos de una espectacular campaña electoral y a votar libremente. Algo que los árabes no pueden ni soñar. Las urnas iraníes suponen un mensaje subversivo para las dictaduras árabes. Demuestran que la idea de que la democracia no puede aplicarse en las sociedades islámicas es mentira.
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Es probable que los resultados no se conozcan hasta el sábado por la mañana. Intentaré ir añadiendo información a este artículo a lo largo del día de hoy. The Guardian ya ha comenzado a hacer el seguimiento de la jornada desde su blog informativo.
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Fotos de las elecciones iraníes.
Posted by Iñigo at Junio 12, 2009 01:33 PM
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Comments
La realidad es que salga quien salga poco va a cambiar en un país donde se hace realidad la frase de Marx "la religión es el opio del pueblo".
Posted by: Paco Piniella at Junio 12, 2009 08:48 PM
Muy interesante el post.
Pero Se está reconociendo la democracia en Irán? o ¿estamos interpretando con "ojos" occidentales los acontecimientos iranies?
Más que nada, digo, para que nadie se coma la cabeza con los resultados que luego no sean del gusto de cada uno. A ver si va a resultar que,- al -comentario anterior me remito- la religión es el opio del pueblo en Irán y, no en Spain, Europa o USA, mismamente.
Al final, resulta que todo vale para unos, menos para otros; que, al final no son cercanos.
Posted by: mikel at Junio 12, 2009 11:28 PM