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Octubre 08, 2009
Generales
Barack Obama y Gordon Brown se han atragantado con los generales. El primero aún está metido en plena revisión estratégica de la guerra de Afganistán. Ordenó un aumento de tropas nada más llegar a la Casa Blanca y luego se paró a pensar. El jefe del Pentágono le convenció de poner al frente de las tropas al general McChrystal, un militar de las Fuerzas Especiales que si bien ha demostrado que no cree que la guerra se pueda ganar disparando a todo lo que se mueve también apunta maneras en el negociado de los medios de comunicación.
Antes de que Obama haya tomado la decisión definitiva, McChrystal ya ha filtrado su petición de más tropas en un escenario en el que todo lo que no sea una escalada masiva es una apuesta por el fracaso. Automáticamente, las opciones de Obama se han reducido.
¿Tiene Obama lo que hay que tener para negarle al general lo que pide? La opinión pública no muestra ningún entusiasmo por la guerra, pero ya sabemos que la gente es volátil. EEUU no se va a retirar de allí en unos meses. Los soldados tendrán que seguir combatiendo. ¿Qué ocurrirá cuando los periódicos digan que los militares no tienen los medios necesarios para combatir a los malvados talibanes?
Brown ya ha sufrido una clara pérdida de prestigio por su mala relación con la cúpula militar. El anterior jefe del Ejército le pidió un aumento de las tropas en Afganistán y se lo negaron. De forma anónima, altos cargos del Gobierno empezaron a criticar al general Richard Dannatt y los periódicos conservadores sufrieron varios ataques de ansiedad. ¿Cómo se atreven a criticar a los militares que están arriesgando sus vidas?, clamaban con las dosis justas de demagogia y sentido común.
El Gobierno británico estaba inmerso en una pelea que no podía ganar porque sus rivales utilizaban como punto de partida los mismos argumentos del propio Gordon Brown. Si el esfuerzo bélico era fundamental para garantizar la seguridad del Reino Unido (no en términos geoestratégicos, sino la misma seguridad en las calles del país), como decía Brown en sus discursos, ¿cómo podía ser que no se estuvieran utilizando todos los recursos disponibles y algunos más para conseguir la victoria?
Ayer se filtró, y se supone que el líder tory, David Cameron, lo anunciará hoy, que el recientemente retirado general Dannatt va a trabajar para los conservadores si éstos ganan las próximas elecciones. Quizá como miembro del Gobierno o quizá desde la Cámara de los Lores aunque asociado al Partido Conservador.
Ahora los laboristas tienen la oportunidad de criticar a Dannatt porque será a todos los efectos un miembro del partido de la oposición. Pero siempre será un ex general, investido de un montón de condecoraciones y de una especie de bula que existe en casi todos los países con los mandos militares. El uniforme les hace inmunes a las críticas políticas. Han quedado vacunados por esa riada de elogios que sale de boca de los políticos. El electorado termina llegando a la conclusión de que los militares nunca se equivocan.
Es un argumento falso como sabe cualquiera que haya leído algún libro de historia de la guerra. Pero no importa. Cuando creas héroes después resulta muy difícil volver a vestirles con las ropas de ser humano.
Moraleja: no todos los presidentes pueden tener tanto genio como Truman o no hay tantos generales que estén tan locos como MacArthur.
Posted by Iñigo at Octubre 8, 2009 02:14 AM
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Comments
Es curioso como occidente se parece ya al tercer mundo: corrupción, conculcación de derechos y libertades, populistas febriles y generales que se entrometen en política.
Fue más sencillo convertir a occidente en una gran república bananera que convertir las repúblicas bananeras en "occidente".
No se puede luchar contra la entropía, compañeros.
Posted by: Marcus at Octubre 9, 2009 12:42 PM