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Noviembre 05, 2009
Cuando los republicanos se comen entre sí
Me he pasado todo el miércoles escuchando las maravillas del Londres olímpico y echando el primer vistazo, de momento superficial, a las obras que ya van bastante avanzadas. Vamos por delante del calendario, dicen muy orgullosas las autoridades. La factura será de impresión. Los planes iniciales de combinar inversión pública y privada se han ido al carajo con la crisis. Pero las obras terminarán a tiempo y el resultado no parece que vaya a decepcionar.
A primera hora de la mañana, he visto los resultados del primer martes electoral en EEUU después de la victoria de Obama. En las dos citas políticamente más relevantes han ganado los republicanos y ya me suponía el titular, perezoso y apresurado, sobre la 'derrota' de Obama. Son las cosas del periodismo que intenta dar respuestas rápidas.
Los conservadores han ganado los puestos de gobernador en Virginia (lógico) y New Jersey (sorprendente). En el primer caso, varios han apuntado que allí ganó Obama hace un año, la primera vez que lo conseguía un demócrata en Virginia desde 1964 en tiempos de Lyndon Johnson. No creo que eso supusiera un precedente. De hecho, creo que si se celebraran hoy elecciones presidenciales en ese Estado, Obama perdería allí. En algunas zonas de EEUU, no es fácil que se repita la situación de 2008, cuando el electorado estaba casi traumatizado por haber sufrido la peor presidencia desde la Segunda Guerra Mundial.
EEUU continúa siendo un país basicamente conservador en asuntos económicos y, sobre todo, fiscales (más aún en el Sur). Las dimensiones del déficit preocupan y no son sólo los votantes republicanos los que opinan que el papel del Estado en la economía se ha incrementado de forma no deseable. Otra cosa es que esos mismos ciudadanos echen espuma por la boca por el comportamiento de las entidades financieras. La gente suele creer, allí y en otros muchos sitios, que las crisis graves se pueden solventar con soluciones indoloras.
La victoria republicana de New Jersey se sale de lo habitual. La identidad del candidato demócrata derrotado, el gobernador y ex senador John Corzine, parece el factor clave. Era un político muy impopular y con razón. Multimillonario gracias a su pasado en Goldman Sachs, no podía contar ahora con el favor de la opinión pública, precisamente por su capacidad para gastarse lo que fuera necesario. Uno de los anuncios de su campaña se burlaba de forma velada del rival republicano por ser un tipo bastante gordo. Eso demuestra que Corzine es un tipo sin clase y que estaba desesperado.
Me parece más significativa, por lo que pueda decir sobre el futuro, la victoria de un candidato demócrata en un escaño del norte del Estado de Nueva York para la Cámara de Representantes. No es que sea una zona conservadora. Es que allí no había ganado un demócrata desde el siglo XIX. Y todo lo que ha ocurrido es que el ala derecha de los republicanos parece empeñada en purificar el partido a costa de perder tantas veces como sea necesario.
El candidato del partido era una republicana moderada, de los que se encuentran ya pocos en el resto del país, pero sí unos cuantos en el noreste. Un tipo poco conocido llamado Doug Hoffman, eso sí, muy de derechas, se presentó para hacerle frente. De repente, como contaba Frank Rich este domingo, Sarah Palin, la escopetera de Alaska, recomendó el voto a Hoffman --otros lo hicieron antes-- y casi todo el mundo que cuenta entre los republicanos se apresuró a hacer lo mismo y a abandonar a la republicana 'oficial'. Esta última debió de quedar un poco resentida y, unos pocos días antes de la votación, renunció a la candidatura y pidió el voto para el demócrata.
El impacto político de la disputa es mínimo. A un republicano moderado le ha sustituido un demócrata moderado. No big deal. Lo que es llamativo es que los sectores más ultras de los conservadores tendrán ahora la tentación de exigir limpieza de sangre a los aspirantes de su partido y los que no alcancen la pureza necesaria lo van a tener difícil. Si la bruja Palin es la que expide los certificados de buena conducta, eso son excelentes noticias para Obama en el 2012.
Porque, como dicen en The Nation, los republicanos van a parecerse a los simpáticos personajes secundarios de "Zombieland".
Posted by Iñigo at Noviembre 5, 2009 12:40 AM
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Comments
El mensaje final de las dos ultimas semanas es confuso:
por una parte, si eres moderado, Palin, Beck & Co. te van a partir las piernas antes de las elecciones, secandote la financiacion y presentandote un tercer candidato que compita contigo en la derecha;
por otra parte, si eres moderado y no quieres saber nada de Palin, Beck & Co., es posible que ganes, como ha pasado en Virginia y NJ, mientras que si sigues a Palin a lo mejor pierdes lo que se deberia haber ganado de calle.
La duda en sitios de perfil politico moderado es que hacer: les aguanto el tiron a Palin & Co. esperando llegar con fuerzas suficientes a las elecciones y ganarlas, o me echo en sus brazos para llegar con fuerzas de sobra a las elecciones y perderlas?
Yo diria que a la larga en el Noreste los moderados salen ganando, y eso puede ser bueno para Obama a la hora de captar en Washington a republicanos de sitios razonables, como Olympia Snowe. El problema es que son muy pocos y hay muy poco que ganar.
Posted by: Antonio at Noviembre 5, 2009 02:51 PM
Corzine era mal tipo y se estaba escondiendo de Obama, pero también hay que reconocer que Chris Christie se las trae. Sólo hay que ver con qué ganas empapeló a un pobre pringao indio por tráfico de armas, al que como tardaba mucho en conseguirlas decidieron proporcionárselas ellos mismos. Escúchese:
http://www.thisamericanlife.org/Radio_Episode.aspx?sched=1310
En cuanto a NY-23, Palin, Romney y compañía la han cagado, aunque no lo reconozcan. El gran beneficiado será Gingrich, aunque queda mucho aún para 2012.
Posted by: judio at Noviembre 5, 2009 06:40 PM