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Noviembre 09, 2009
Realidad y ficción en el caso del Alakrana
Todos los análisis sobre Somalia indican que no existe en ese país un Gobierno o un Estado que merezca ese nombre desde principios de los noventa. Sin embargo, el Gobierno español realiza declaraciones que parten de una idea muy diferente. No digo que estén intentando engañar a la gente, pero tanto a la hora de valorar sus gestiones en relación al secuestro del buque pesquero Alakrana como al tener en cuenta las tremendas dificultades del caso hay que recordar que están partiendo de una ficción.
Puede quedar muy bien que el ministro de Exteriores diga en una conferencia de prensa que han pedido al Gobierno somalí que se comprometa a garantizar la seguridad de los pescadores. En realidad, ese Gobierno no puede garantizar la seguridad de ningún somalí, mucho menos de unos extranjeros secuestrados. Eso no quiere decir que no haya ninguna salida. En este tipo de negociaciones, se trabaja con los interlocutores disponibles, tengan o no mucho poder, con la esperanza de que alguno de ellos esté en condiciones de cumplir lo que promete.
Ahora se están llevando a cabo auténticos malabares jurídicos para que la detención de los dos piratas enviados a España no ponga en peligro la vida de los pescadores. Es una forma de intentar solventar sobre la marcha la inmensa estupidez que se cometió cuando la Audiencia Nacional reclamó la custodia de los piratas. Los jueces suelen decir que justicia rápida es a veces sinónimo de injusticia. La urgencia repentina por procesar a los detenidos antes de que concluyera la crisis fue una completa irresponsabilidad.
¿Qué es más importante? ¿Aplicar el Código Penal a dos delincuentes de nivel ínfimo o salvar la vida de los pescadores? El Gobierno y los tribunales no están obligados a pagar un rescate, pero sí a no agravar aún más su situación.
El ministro de Justicia estudia ahora si se puede juzgar a los piratas en España y luego enviarlos a su país a cumplir la pena. Nos recuerda que no hay firmado ningún convenio de extradición con Somalia, y uno ya no sabe si reír o llorar. Dice que los jueces españoles deberían poder supervisar el juicio, si se tuviera que celebrar allí, y ya no hay duda de que estamos ante gente que no sabe de lo que está hablando. No ha habido en 20 años una autoridad política que pudiera firmar tratados en nombre de un Estado inexistente y los únicos tribunales de justicia que han funcionado son los que organizaron las milicias islamistas, un ejemplo no muy edificante desde el punto de vista occidental.
La ironía es devastadora. Nos hemos beneficiado durante años del caos de Somalia (al menos, los armadores de los pesqueros lo han hecho) y ahora nos preocupamos de si hay o no instrumentos jurídicos propios de un Estado de derecho para tramitar una extradición.
Posted by Iñigo at Noviembre 9, 2009 02:11 PM
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Comments
¿No se estará poniendo de manifiesto así la ficción del "Estado de derecho" del Estado de las cosas español?
Ayer hay unas leyes y a la semana siguiente ya no se juzga a los soldados israelies por ser quienes son.
Hoy son quienes son unos piratas.
Y se demuestra quienes son los que nos gobiernan: "El eSTADO soy YO". Y mis trajes.
Posted by: Jesús at Noviembre 9, 2009 10:40 PM
No termino de entender qué obligaciones (mas que las humanitarias) tenemos los españoles que aquí pagamos impuestos con un buque y su tripulación de bandera ajena que aquí no paga sus impuestos.
Posted by: gavion at Noviembre 10, 2009 12:28 AM
Tal vez por una vez Moratinos lleve más razón de lo que pensamos (salvo en la estupidez de enviar dos detenidos a la Audiencia Nacional). Los llamados "piratas" están vinculados sobre todo al subclan de los Majeerteen, al que pertenecen tanto el primer ministro del gobierno somalí, Omar Abdirashid Ali Sharmarke, como su predecesor, el ex guerrillero Abdullahi Yusuf Ahmed y ex presidente de Puntland. Aunque efectivamente el gobierno no controla el territorio somalí, muchos de sus miembros sí que tienen vínculos estrechos con milicias y piratas. Al nuevo presidente de Puntland, Cabdiraxman Faroole, se le ha acusado de estar implicado en el negocio de la piratería. No se trata de hablar con un gobierno que "ponga orden", sino de entenderse con aquellos que pueden hablar con sus financiadores.
Posted by: Samuel at Noviembre 10, 2009 09:07 AM
No puede estar de acuerdo. No juzgar a los piratas supone que un juez cometa un delito de prevaricación. Pagar el rescate sería/será cometer otra infracción penal.
Podemos perder a los tripulantes del Alakrana pero no podemos acabar de un plumazo con el Estado de Derecho.
Posted by: yagoabascal at Noviembre 10, 2009 02:41 PM
Es muy cierto cada problema se resuelve según la presión mediática, pero nadie hable de lo que viene después. http://hombredeapie.wordpress.com/2009/11/06/el-alakrana-y-los-paraisos-fiscales/
Posted by: hombredeapie at Noviembre 10, 2009 04:09 PM
Coño con los legalistas de conveniencia.
Y ¿porque no se puede juzgar a los israelies? ¿nadie lo quiere recordar? O digamos, por ejemplo, el asunto Pinochet, o...Como ponerse tieso cuando a cada cual le viene estupendo.
Posted by: mikel at Noviembre 10, 2009 08:06 PM