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Noviembre 17, 2009

Vamos a probar con otra mentira más

Los políticos no son malas personas. En su mayoría, mienten porque no tienen otra salida. Anoche Gordon Brown anunció en un discurso que pretende establecer un calendario para que las tropas occidentales vayan entregando “distrito a distrito” de Afganistán a las fuerzas locales a partir de 2010. Ese proceso se pondría en marcha con ocasión del instrumento favorito de Brown para hacer política: una cumbre internacional en Londres de todos los países implicados en la guerra. Discursos, fotos, qué más se puede pedir.

Lo único que ha obtenido Brown de esto es un titular del Daily Mirror. El listón ya está muy bajo.

La capacidad del Gobierno afgano de imponer la seguridad en el sur y este del país es mínima. El consenso general es que Hamid Karzai no duraría mucho si la OTAN abandonara el país. El calendario que sugiere Brown no tiene muchas posibilidades de aplicarse dentro de un año. Y si así fuera, comenzaría en zonas del país en las que no hay tropas británicas.

Horas después, el ministro de Exteriores, David Miliband, incidió en la misma idea. La de Afganistán no es “una guerra sin fin”. Miliband afirmó que la inmensa mayoría de los talibanes no son extremistas islámicos y que, de alguna manera desconocida, pueden ser recuperados para engrosar las filas del Gobierno. Incapaz de ganar la guerra, el Gobierno británico apuesta ahora por dividir a la insurgencia.

Ya estamos en lo de siempre. Por un lado, los talibanes son una amenaza no ya para el Gobierno de Kabul, sino para la seguridad de las calles de Nueva York, Londres, París y Madrid. Por otro, sus fuerzas son tan endebles que con un soborno adecuado el 90% o el 95% estaría dispuesto a abandonar sus filas. O una cosa o a la otra. Si lo primero es cierto, lo segundo no puede serlo. Y al revés, lo mismo.

Y luego se quejan de que la opinión pública no entienda las razones de una guerra interminable.

Son políticos. Al final, dirán eso de 'quizá hemos fallado en la forma de comunicar el mensaje'.

O dirán, como todavía publican algunos periódicos sin asomo de ironía, que los talibanes están ganando eso que llaman la guerra de la información. Unos fanáticos medievales --muchos de los cuales no saben leer ni escribir-- son más poderosos que los gobiernos, la prensa, la televisión e Internet de los países más importantes del planeta. Sólo porque algunos de ellos han aprendido a montar una página web para colgar discursos y vídeos.

Si las mentiras no suenan convincentes, no hay que preocuparse. La próxima semana, probarán con otras.

Posted by Iñigo at Noviembre 17, 2009 07:33 PM

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Comments

Nosotros somos más amenaza para los Talibanes que ellos para nosotros. Sólo hay que contar quién ha matado más. Si nosotros afganos o ellos occidentales.

Sin dejar de lado que hemos invadido su país, vamos, que no pasamos por allí y tuvimos una enajenación mental transitoria, sino que planeamos, ejecutamos y tratamos de mantener un país extranjero bajo el poder de nuestras armas.

Y encima les pedimos paz...es que somos la caña.

Posted by: Marcus at Noviembre 18, 2009 02:35 PM