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Enero 07, 2010
Ahora toca Yemen
Después de semanas en el hit parade de los medios de comunicación y de las mesas de los espías de medio mundo, Somalia ha dejado de interesar. El nuevo edén del mal, valga la contradicción, el que explica todos los problemas de la seguridad del mundo confortable en el que vivimos se llama Yemen. Allá se dirigen las miradas de televisiones globales, radios, periódicos, agencias y web. Algunos medios de comunicación llevaban la crónica escrita antes de partir. Se trata de un mal extendido. La nueva frontera del terror fue el título de uno de ellos. Aunque es manido, exagerado y falso, funciona, que es de lo que se trata. ¿Quién necesita salir del hotel para narrar con dramatismo lo que todos quieren escuchar y repiten las televisiones globales que se ven desde la habitación?
Sobre el tema de Yemen, Passport ofrece una serie de enlaces para estar al día. Es interesante el artículo de Marc Lynch sobre la nueva oleada de declaraciones incendiarias que reclaman una intervención armada de algún tipo para impedir que el país se convierta en un nuevo santuario para Al Qaeda. Con la de santuarios que se han inventado a estas alturas, Al Qaeda tendría ya tantas sucursales como IBM.
President Obama says it is a high priority to partner with the Yemeni government. British PM Gordon Brown calls for a global Yemen summit. Joe Lieberman warns that Yemen will be the next war. In fact, this risks becoming a classic case of massive overreaction playing right into the hands of a terrorist group. The Obama administration, which actually has been working on the Yemen issue all year, now risks falling right back into the classic catalog of Bush-era conceptual and practical mistakes as it scrambles for a response. To get Yemen right will require getting the complicated terrain of Yemeni and Gulf politics right -- not just looking for some kind of military intervention or an influx of foreign aid in order to be seen to have "done something", and not reducing it to an al-Qaeda or COIN problem.
No hay soluciones fáciles, por más que exista la tentación de apostar todas las cartas en favor del Gobierno yemení que, como dice Lynch, es un problema más que una solución. Y confiar en que sean los saudíes los aliados imprescindibles sólo permite descubrir que hay gente que no tomado las lecciones sobre el origen de Al Qaeda.
Posted by Iñigo at Enero 7, 2010 05:27 PM
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