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Marzo 22, 2010

Una ley que justifica una presidencia

obama reforma sanitaria.jpg

Hay que admirar el valor del tipo. Cuando todos le decían, empezando por los principales medios de comunicación norteamericanos, que la reforma sanitaria no podía ya salir adelante (a pesar de llegar a la Casa Blanca con el 53% de los votos y de que los demócratas tenían una mayoría en el Congreso que probablemente no volverán a ver en décadas), Barack Obama no se rindió y continuó trabajando para que saliera adelante.

En esta época de políticos cobardes, llama la atención que el presidente de EEUU hiciera lo posible por cumplir el programa electoral que le dio la victoria en las urnas. Estaba dispuesto a gastar capital político en la pelea, a sufrir un desgaste y arriesgarse a una posible derrota en las legislativas de noviembre, que por lo demás podría producirse también sin reforma de la sanidad.

Sólo hay grandes victorias en política si los riesgos son de las mismas dimensiones.

Obama no lo habría conseguido sin el papel activo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Los intentos constantes de la derecha norteamericana de ridiculizarla confirmaban que uno de los puntos clave era neutralizar a Pelosi e impedir que pudiera desarrollar un papel activo en el proceso.

Muchos citan el comentario de David Frum, que fue asesor de Bush, sobre el grave error de los republicanos al creer que la nueva ley será la tumba de Obama. Las mayorías en el Congreso vienen y van, pero hay ciertas leyes que terminan convirtiéndose en irreversibles por los logros sociales que suponen para una parte de la población.

Los ricos, los que trabajan en grandes empresas (que a su vez reciben grandes desgravaciones por asegurar a su personal), los mayores de 65 años e incluso parte de la población más pobre (a través del programa Medicaid) tenían aseguradas sus prestaciones sanitarias. La ley permite facilitar que el resto, sobre todo los que trabajan en pequeñas empresas y que en su mayoría están en la clase media o media baja, gocen del mismo derecho sin vivir con el temor a que una enfermedad les lleve a la bancarrota.

La ley permite además acabar con una situación discriminatoria, como explican en The Economist. El actual sistema perjudicaba gravemente a aquellos con enfermedades anteriores, a los que las aseguradoras obligaban a pagar cantidades extra, y los que tienen entre 55 y 65 años. En ambos casos están habitualmente las mismas personas.

El coste de la reforma es altísimo y ese es uno de los factores que ayudan a entender el rechazo o escepticismo que se apreciaba en muchas encuestas. Para una mayoría de la sociedad norteamericana, la reforma no aportaba más beneficios de los que ya dispone, y sólo les quedaba temer que pudieran salir perjudicados si los cambios originaban un gran aumento de la deuda pública. Sin embargo, algunos de los elementos fundamentales de la reforma sí tienen un amplio respaldo en los sondeos, y son los que los demócratas tendrán que utilizar cuando los republicanos hagan campaña contra la reforma.

Muchos comparan ahora la ley con la reforma de los derechos civiles aprobada en los años de Lyndon Johnson. Por esa razón, los demócratas perdieron el Sur del país en términos electorales. Se rompió lo que llamaban la coalición del New Deal. Lo que no se dice habitualmente es lo que ganaron a cambio: una idea de justicia que les dio votos en otras zonas de EEUU. Los partidos que carecen de principios no tienen un futuro muy brillante por delante.

Frente a la derecha que ahora habla de suicidio de los demócratas, el típico argumento de los perdedores, hay que retomar la idea de victoria, como hace Matthew Yglesias. Victoria a lo bestia. Porque ésta era una guerra que Obama no podía arriesgarse a perder.


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La foto, de Pete Souza, de la Casa Blanca, muestra el momento en que se anunció la aprobación de la reforma por el Congreso.
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El mensaje de Obama posterior a la aprobación:

Most importantly, today’s vote answers the prayers of every American who has hoped deeply for something to be done about a health care system that works for insurance companies, but not for ordinary people. For most Americans, this debate has never been about abstractions, the fight between right and left, Republican and Democrat -- it’s always been about something far more personal. It’s about every American who knows the shock of opening an envelope to see that their premiums just shot up again when times are already tough enough. It’s about every parent who knows the desperation of trying to cover a child with a chronic illness only to be told "no" again and again and again. It’s about every small business owner forced to choose between insuring employees and staying open for business. They are why we committed ourselves to this cause.

Posted by Iñigo at Marzo 22, 2010 12:38 PM

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Comments

Hola,

Ayer me pasé un rato por el capitolio para hacer unas fotos. La verdad, había "massive protests", pero pidiendo la reforma de la ley de inmigración. Los de la reforma sanitaria eran entre 100 y 200, y además estaban mezclados los a favor y los en contra (aunque los que gritaban eran los que estaban en contra).

Dejo el link aquí:

http://hgadlingfotoblog.blogspot.com/2010/03/health-care-day.html

Posted by: Johnnie at Marzo 22, 2010 01:46 PM

Esto es una cortina de humo para tapar toda la basura que hay a su alrededor. Ahora ya puede seguir por un tiempo mas hipnotizando a la gente con cara de vencedor.

Posted by: Xternocleidomastoideo at Marzo 22, 2010 02:49 PM

Algunos ven que la reforma realmente se ha hecho para parar el gasto sanitario en los USA que pese a estar gestionado de forma privada se llevaba más del doble en términos de PIB que la media de la OCDE donde la mayoría de los países tienen cobertura universal.

Esto tiene dos lecturas:

Primero el "agosto" permanente que vivían las compañías de seguros médicos.

Segundo los salarios estratosféricos que los profesionales de la medicina se gastan por allí.

Aún así les doy la bienvenida al derecho universal a la asistencia sanitaria.

Posted by: Marcus at Marzo 23, 2010 12:11 AM

Yo espero que esto sirva más que nada para que la gente vea que lo público no siempre fracasa, y que poco a poco la cosa siga progresando. Más o menos lo que pasó con los movimientos civiles.

Posted by: FLJ at Marzo 23, 2010 03:24 AM

No será la tumba de Obama, es sólo una fábrica de argumentos facilones para la derecha (lo mío pa mí). Además es una de estas reformas de las que no hay vuelta; nadie se atreverá a revertir la situación.
Por otro lado hay que recordar que es la primera reforma de las muchas que tiene que atravesar EEUU hasta llegar a un sistema más sensato que el que tenemos actualmente.

Posted by: grasas at Marzo 23, 2010 05:10 PM

las compañias farmaceúticas también estarán con la sonrisilla de medio lado, con una sola firma consiguen más de 30 millones de nuevos clientes, ahí es nada.

Posted by: numan at Marzo 23, 2010 10:32 PM

Tremendo Obama; y cómo ha logrado volver a ilusionar a la gente, haciéndoles participar y sentir que su opinión importa.

Qué diferencia con los diputados cuneros de aquí. ¿Alguien se imagina escribir a tus diputados por algo?.

Posted by: jomi at Marzo 24, 2010 07:17 PM