Guerra Eterna

Hombre... pues desnutridos no lo parecen, más bien su delgadez parece obedecer a una dieta. De colorido hay mucho, quizá más que por aquí; y todo el mundo parece contento, no se ve a gente corriendo para hacer bulto, aunque claro... en Cuba pasa lo mismo y ya ves. Lo que los aparatitos de filmar andan un poco atrasados, quizá hayan inventado algo nuevo y yo ande errado o tal vez sea una sociedad que aprovecha lo antiguo.
Allí se suceden por sangre, aquí la cosa va de castas; aunque la jefatura de nuestro Estado funcione igual que allí y nuestros coroneles lo obedezcan ciegamente, de la misma manera. Pero, claro... nunca es lo mismo.

Vaya banda familiar... Lo peor es que, si nadie lo impide (y no parece que vaya a ser así), la estirpe se perpetuará indefinidamente hasta que Pyonyang esté bajo los designios de un Pocoyó norcoreano... Cada vez son más bajitos y más rollizos los Kim.

Está claro que el chaval hambre no ha pasado. Ahora bien, tiene una cara de espabilao el pobre que vaya futuro.

Y nosotros nos preguntamos: ¿Qué dirá ahora Cao de Benós tras habernos afirmado que no reconocería jamás a Kim Jong-un como líder? Porque, tras semejante rajada, supongo que el adosado de lujo que le esperaba en Pyonyang se lo darán a otro, ¿no?