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Octubre 17, 2010
No aparecen los cadáveres de Wikileaks
De creer al Pentágono, a estas horas los cadáveres deberían estar acumulándose en las calles de Kabul por culpa de Wikileaks. La difusión de miles de documentos secretos sobre la guerra de Afganistán en julio ponía en peligro la vida de muchos afganos cuyos nombres aparecían en los papeles, se nos dijo. ¿Quiénes eran esos afganos? Gente que colaboraba con el Ejército norteamericano, en su mayoría. Se iban acumulando las imputaciones contra Julian Assange con la misma cadencia que cuando años atrás se intentó llevar a los tribunales a Daniel Ellsberg por poner a disposición de la opinión pública los papeles del Pentágono.
Evidentemente, tampoco faltaban las acusaciones de traición, pero eso no era suficiente. La política de transparencia absoluta de Wikileaks no carece de riesgos, como se ha visto en otros casos. Era fundamental que la gente creyera que alguien podía morir por culpa de Assange. Además, era la típica denuncia que no obliga a demostrarla, porque al hacerlo se podría incurrir en el mismo defecto achacado.
Pasada la tormenta, ahora resulta que de momento ni la filtración ha comprometido el trabajo de los servicios de inteligencia ni ha puesto en peligro la vida de nadie:
The online leak of thousands of secret military documents from the war in Afghanistan by the website WikiLeaks did not disclose any sensitive intelligence sources or methods, the Department of Defense concluded. Secretary of Defense Robert Gates said there is still concern Afghans named in the published documents could be retaliated against by the Taliban, though a NATO official said there has been no indication that this has happened. (...)But a senior NATO official in Kabul told CNN that there has not been a single case of Afghans needing protection or to be moved because of the leak.
Va a ser que los talibanes son gente perezosa. O con problemas de conexión a Internet.
Glenn Greewald repasa las declaraciones que se hicieron en su momento. Es un caso típico de propaganda que no cesa de repetirse. Los medios de comunicaciones repiten las consignas del Pentágono como si fueran un hecho incuestionable. Si la realidad los desmiente, bueno, no molesten, estamos muy ocupados en otros asuntos.
Posted by Iñigo at Octubre 17, 2010 05:58 PM
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