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Noviembre 25, 2010
Quemando dinero
Tres economistas liberales claman para que alguien ponga fin al "horror de los rescates bancarios indiscriminados".
A medida que escuchamos más detalles del escabroso plan de “rescate” de Irlanda, más claro está que no hay por dónde agarrarlo. El problema de Irlanda es el sector financiero, y en ninguna parte del plan hay una solución para este problema. La Sra. Angela Merkel tiene toda la razón cuando habla de que los acreedores deben compartir las pérdidas que se derivan de sus malas apuestas- pues bien, este es el momento de hacerlo. Es absolutamente inaceptable hacer a los contribuyentes irlandeses trabajar durante años para pagar los errores de sus bancos. Este plan no da ninguna esperanza de recuperación a un país, sino que lo endeuda más, lo machaca a impuestos nuevos, y lo hunde en la miseria de la deuda eterna e impagable. Es un plan, en definitiva, de rescate de los acreedores, no de los irlandeses.
Y no les falta razón, como tampoco se equivoca el economista irlandés Morgan Kelly, al que cité aquí, cuando achaca la situación de Irlanda a la decisión de no dejar que los bancos insolventes del país quebraran. ¿Por qué? El Banco Central Europeo impuso una solución que beneficiaba a los bancos alemanes y franceses (y también a los británicos). Los irlandeses se vieron obligados a asumir esas deudas y con ellas hundieron al país.
(Hay que recordar que los irlandeses no están sepultados en la miseria por culpa sólo de los bancos. También tiene mucho que ver la era del dinero fácil gracias a los tipos de interés bajos, la corrupción del Fianna Fáil y sus lazos de siempre con banqueros y promotores inmobiliarios, y la consiguiente burbuja inmobiliaria alimentada con dinero del exterior. Conviene resaltar este último dato en voz baja porque en eso Irlanda y España juegan en la misma liga).
Ahora de repente a Merkel le han entrado escrúpulos, pero no ideológicos. No cree que los alemanes estén dispuestos a seguir financiando un rescate nacional tras otro. Recuerdo cuánto se habló hace años sobre lo difícil que era para los alemanes abandonar a su querido marco, sólido como una roca, y apostar por el euro. Al final, ha sido muy sencillo. Han convertido al euro en el nuevo marco. Los países europeos del Mediterráneo son como la tripulación de la nave de 'Alien': prescindibles.
En esta ocasión, el Gobierno español no se ha puesto en modo 'lo que digan Francia y Alemania'. A la discreción de la ministra Salgado en anteriores cumbres, siempre temerosa de dar un solo titular, le sucede ahora una crítica activa de las posiciones de Berlín. No, no y no a la idea de que bancos y fondos de inversiones paguen su parte de culpa por haber financiado de forma indirecta la loca carrera de los países burbujeros por endeudarse.
Tampoco se puede decir que esta resistencia española sea ideológica. Las entidades que pierdan dinero por esto, y las que no también, huirán enloquecidas de cualquier bono soberano de país que se halle en una situación inestable. El precio de la deuda que paga España seguirá creciendo (hoy ha estado al 5,14% para los bonos a diez años).
Aunque no lo digan con estas palabras, la solución española sería que siga pagando el BCE. Y aunque suena a caradura, la verdad es que un alto número de analistas coincide hoy en eso. En la situación actual, la única respuesta inmediata es una compra masiva de bonos por el BCE. Y eso es precisamente lo que Trichet no quiere continuar haciendo. Por eso, se desencadenó la crisis irlandesa la semana pasada. Supongo que ya se lo habrá dicho a unos cuantos: ¿hasta cuándo puede seguir el BCE imprimiendo dinero?
Pongamos que hasta que el rescate de España, después del de Portugal, ponga a todos al borde del abismo. Calcular cifras es gratis. Algunos dicen que hacerlo exigiría 420.000 millones de euros. A partir de cierto nivel, da igual 300.000, 400.000 o 500.000. Es el fin del euro.
España sí que es 'too big to fail'.
Es decir, la catástrofe más absoluta para España. Algunos diputados tories euroescépticos pidieron al ministro de Hacienda, George Osborne, que el Reino Unido no prestara dinero a Irlanda para mantenerse en el euro, sino para salirse de la moneda europea. En realidad, todos los conservadores británicos son euroescépticos, con unas pocas excepciones. Pero hay algunos que son más radicales. Son los que están como un cencerro.
Osborne tuvo que recordarles, sin acritud que para eso son del mismo partido, que la deuda de Irlanda está denominada en euros. Salirse del euro, recuperar la antigua moneda y devaluar multiplicaría esa deuda hasta límites inconcebibles. Y como son así de tontos, volvieron a insistir, y Osborne tuvo que repetirlo otra vez con las mismas palabras. Lentamente y con una media sonrisa, como cuando explicas a un niño pequeño que no debe comerse la tarta entera.
Ya les había dicho antes que cada irlandés gasta de media al año más de 3.000 libras en productos hechos en el Reino Unido. Ni siquiera así lo pillaron.
No ayuda mucha en toda esta situación que los políticos, sin llegar desde luego a los niveles de estupidez de los euroescépticos, sean tan poco creíbles. Felipe González suele decir que le preocupa que los políticos hayan perdido capacidad de decisión sobre la economía. A veces el desprestigio de la política no viene tanto por la influencia de mecanismos de poder económico que desbordan las fronteras, sino por la falta de credibilidad de sus protagonistas. ¿Qué debe pensar un ciudadano cuando Zapatero dice que "el euro no está en crisis"? ¿O cuando Rajoy dice que le gusta el plan de recorte del gasto público presentado por Cameron y resulta que ni se lo ha leído o ha entendido lo que ha querido?
El Gobierno de Zapatero sostiene que el sector financiero español se encuentra en mucho mejor estado que el irlandés, y es cierto. Pero ese sector no está compuesto sólo por bancos. ¿Qué van a pensar fuera de España cuando una caja de ahorros tan pequeña como Cajasur ha perdido en ocho meses 825 millones de euros? Ya se restregaron los ojos con incredulidad cuando leyeron que era propiedad de la Iglesia católica. Espero que no hayan leído la noticia de que el sindicato afín al Cabildo no sólo ha ganado las elecciones sindicales, sino que encima ha aumentado la representación.
¿Cuántas más cajas de ahorros hay como Cajasur, incluso sin curas cerca? El Gobierno dirá que no muchas. Pero su credibilidad ya se ha visto cercenada en tantas ocasiones que no es de extrañar que muchos miren para otro lado.
A día de hoy, sólo queda la opción de que el BCE siga quemando dinero. Y me temo que es insostenible. ¿Cómo hacer que se pueda poner en práctica la idea de Merkel sin que eso provoque los efectos que teme Zapatero? A día de hoy, no hay una respuesta. Y si no la encuentran, vamos a ver esta portada en varios países, entre ellos España, sólo que con las cifras cambiadas.
Foto: Flickr de Markus Ram.
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20.00
La UE no ha pensado en los caballos. Esto de Irlanda fue una locura inaudita:
During Ireland's boom years, thousands of people bought horses as a status symbol. But with the economy in crisis, many owners can't afford to keep them. Some 20,000 abandoned horses are roaming Ireland and could face starvation this winter.
Posted by Iñigo at Noviembre 25, 2010 06:49 PM
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Comments
Lo de los caballos es verdad, es como los coches de gran cilindrada en España.
En algunos barrios del norte de Dublin famosos por su mala fama, era típico ver gente paseando por la ciudad en caballo. Como si del Roció irlandés se tratase.
Posted by: Uno at Noviembre 26, 2010 10:28 AM
Entonces, digamos que lo que propone Merkel es que la deudas la asuma el sector privado (que en Alemania es más poderoso y podría asumir más facilmente dichos costes), mientras que Zapatero pide que se haga con dinero público, es decir, con el BCE emitiendo dinero. En otras palabras, que Zapatero estaría pidiendo devaluar el Euro. ¿Es así?
Posted by: angelitoMagno at Noviembre 26, 2010 10:56 AM
No. Lo que ocurre es que si el BCE continuara imprimiendo dinero eternamente, la inflación aumentaría y la consecuencia sería que el euro tendría menos valor.
Lo que plantean Zapatero y otros líderes no es devaluar el euro, pero sí que el BCE garantice la estabilidad de la deuda española a través de la compra de bonos. ¿Hasta cuándo? No se sabe. Hasta que pase la tormenta, supongo
Posted by: Iñigo at Noviembre 26, 2010 03:00 PM
El caso de Cajasur es muy particular, con muchos empleados relacionados por parentesco o amistad con sacerdotes y una actitud "paternalista" hacia los empleados, que en su mayoría tienen un perfil católico conservador.
El sindicato Aspromonte (Asociación pro Monte (de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, luego abreviado a la marca Cajasur) tiene un nombre que coincide curiosamente con la derrota final de Garibaldi. Ha estado siempre al servicio de la dirección de Cajasur (a las órdenes del Cabildo Catedralicio) y se ha utilizado como arma arrojadiza contra el PSOE y la Junta de Andalucía cuando ha sido menester.
Es completamente lógico que el conjunto de empleados de Cajasur, cierre filas ahora que los dueños de la empresa son otros distintos de aquellos que les colocaron a la gran mayoría y se plantea el despido de unos 1.200 trabajadores.
Íñigo ha olvidado la demanda del obispo de Córdoba de recibir 20 millones de euros por parte del FROB, como la diferencia entre el dinero que inyectamos todos los españoles en la Caja y el que va a pagar la BBK. Ahora que se conocen mejor las pérdidas de Cajasur, mucho más grandes de lo que anteriormente se había dicho, esta demanda resulta aún más pintoresca. El obispo pretende acudir a los tribunales.
El gobierno tiene parte de culpa de que la situación haya degenerado tanto: Se debería haber intervenido la Caja mucho antes, pero tenían que pasar cinco años para que prescribieran las acciones de Miguel Castillejo, el todopoderoso presidente que dejó el legado que ahora conocemos, protegido de Roma, a donde acudió repetidas veces para ser librado de obispos molestos que pretendían ejercer algún mínimo control sobre Cajasur.
Un detalle final sobre esta empresa paternalista que hasta hace poco ostentaba el poder real en Córdoba (invirtiendo los ahorros de los cordobeses en la construcción de inmuebles en Marbella por constructores acusados hoy en el caso Malaya y otras maniobras poco claras): En el último consejo de administración de Cajasur, en el que se consumaba la desaparición de la misma como ente independiente, uno de los consejeros, algo más que despistado, preguntó inocentemente cuándo se volverían a reunir en consejo... Miradas de vergüenza ajena, sonrisas tristes y movimientos de cabeza de los demás... Un final adecuado para una empresa del siglo XIX. Saludos.
Posted by: Olivo at Noviembre 26, 2010 03:49 PM
Añado: Quizá os sorprenda saber que en la BBK están encantados con la concentración de la representación sindical en un sólo sindicato, el muy amarillo Aspromonte. ¿Por qué?. Venga, no es tan difícil... Saludos.
Posted by: Olivo at Noviembre 26, 2010 05:27 PM
España también está llena de caballos abandonados, no hay mas que ver las denuncias de las protectoras de animales.
Posted by: jashugun at Noviembre 26, 2010 09:12 PM