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Diciembre 21, 2010

Assange carga contra sus aliados en la prensa

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Por si no tenía ya bastantes enemigos, Julian Assange se ha agenciado uno más que no es otro que su principal aliado periodístico, The Guardian. El editor de Wikileaks no perdona que el diario publicara el pasado sábado un largo artículo, firmado por Nick Davies, sobre la denuncia de violación y abusos sexuales en Suecia. Y por primera vez desde que comenzó la publicación de los telegramas diplomáticos del Departamento de Estado, Assange ha deslizado algunas críticas a los medios de comunicación que están colaborando con Wikileaks.

Para dejar patente su malestar, Assange ha concedido una entrevista a The Times, el mismo periódico que ha criticado en varias ocasiones la revelación de documentos secretos en los términos más duros. De hecho, el diario de Rupert Murdoch hasta se ha burlado de la solidaridad con Wikileaks expresada por varios periodistas y escritores de izquierda que aportaron dinero para la fianza de Assange. Con una extraña lógica, Assange ha decidido premiar esa actitud con una entrevista exclusiva. Supongo que con la intención de darle en toda la cara a The Guardian.

Al día siguiente de la primera comparecencia ante el juez, The Times eligió como foto de portada la imagen de Jemima Khan, hija de millonarios y conocida tanto por su labor a favor de causas benéficas como por su anterior noviazgo con Hugh Grant. Una distinguida miembro de la jet resultaba un símbolo bastante cómico de la lucha de Wikileaks. Esa era la intención de The Times.

Assange acusa a The Guardian en la entrevista de ponerse del lado de sus enemigos por publicar fragmentos del informe policial. “La filtración del informe policial a The Guardian fue claramente pensada para perjudicar mi solicitud de libertad bajo fianza”, dice. Alega que el informe circuló entre varios periódicos con esa intención pero en realidad The Guardian publicó el artículo dos días después de que el tribunal rechazara el recurso contra su libertad.

Su contenido no es un ataque directo contra Assange. Incluye parte de la información ya conocida, aunque con el acceso directo al informe policial realizado con la declaración de las mujeres. Hay ahí frases que no dejan en buen lugar a Assange pero también otras que sirven para cuestionar la decisión sueca de pedir su extradición.

En un editorial, el diario defendió el interés esa información para contrarrestar los rumores existentes en Internet sobre las denunciantes. En una decisión cuando menos discutible, el editorial comparaba al fundador de Wikileaks con John Wilkes, periodista y político del siglo XVIII, que combinó una apasionada defensa de la libertad de expresión con una turbulenta vida sexual y un nada oculto interés por la pornografía. Más de lo que podía tolerar Assange.

Assange insistió a The Times que sus relaciones sexuales con las dos mujeres suecas fueron consentidas y sin violencia. Habló con una de ellas después de los hechos, pero la chica “sólo estaba preocupada” por la posibilidad de un contagio de enfermedades de transmisión sexual. Ese detalle también apareció en el artículo de The Guardian, lo que resta credibilidad a la denuncia de abusos sexuales.

El editor de Wikileaks está convencido de que se trata de una venganza: “Una de las mujeres ha escrito muchos artículos sobre vengarse de hombres infieles, y además es una conocida feminista radical”. Por otro lado, acepta, contra lo que han dicho sus abogados, que no se trató de una trampa tendida por sus enemigos: “Nunca he dicho eso, porque no lo sabemos”.

La relación de Wikileaks con los medios que han publicado los documentos (The Guardian, The New York Times, Der Spiegel, El País y Le Monde) puede verse deteriorada por los comentarios de Assange. No está satisfecho con los cambios hechos en algunos documentos para eliminar fragmentos o identidades cuya difusión puede poner en peligro a personas.

Assange dice que los periódicos “nos han creado constantes problemas” en el tratamiento de los documentos por su “pésima” labor al decidir qué se puede publicar. No da ejemplos concretos, pero parece claro que la relación dista de ser fluida: “Ellos creen que nuestra reputación está en juego, no la suya. Hemos tenido que corregirles en eso constantemente”.

Wikileaks lleva tiempo colaborando con The Guardian porque esa relación da más credibilidad a su actividad. Como he comentado antes, Assange ya se cabreó con el NYT por otro artículo y fue directamente The Guardian el que entregó al diario norteamericanos los telegramas diplomáticos.

Ese trabajo conjunto comenzó con el periodista Nick Davies, pero sus relaciones con Assange parecen ahora definitivamente rotas, como se puede deducir del twitter del periodista.
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La web de The Times es de pago. Aquí hay un resumen de la entrevista. Aquí hay otro, un teletipo de AP que será muy celebrado por algunos: WikiLeaks' Assange complains he's victim of leaks.

Posted by Iñigo at Diciembre 21, 2010 08:52 PM

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