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Enero 05, 2011
La estatua
Fueron pocos los que no vieron el 9 de abril de 2003 la imagen que parecía definir el final de una guerra, y con él la desaparición de una dictadura cruel. La estatua de Sadam Hussein en la plaza Firdos de Bagdad, una de las muchas que había en el país, se venía abajo entre gritos y aplausos. Las televisiones de medio mundo estaban retransmitiendo en directo esa imagen. El régimen ya era historia. Casi se había disuelto sólo 48 horas después de que las primeras tropas norteamericanas llegaran a las estribaciones de la capital iraquí.
Como la caída del muro de Berlín, ¿no? ¿Qué harían los medios de comunicación sin las imágenes "históricas"?
A falta de un desfile de la victoria por la Quinta Avenida, ese fue el momento que tanto esperaban en la Casa Blanca. ¿Cómo se llegó hasta esa imagen? No por casualidad.
Peter Maass, un excelente reportero, ha reunido toda la información posible sobre ese acontecimiento y su reportaje es una referencia obligada para futuros estudios sobre la propaganda y el papel de los periodistas en las guerras. De los periodistas y de los que dan órdenes a los periodistas en las redacciones.
No hay en la historia una gran conspiración. No hubo órdenes precisas desde Washington sobre lo que había que hacer cuando las tropas se encontraran con la primera estatua de Sadam. Tampoco sabían en el Pentágono que ese día, el 9 de abril, iba a ser el final (aparente) de los combates. En realidad, un par de días después las tropas siguieron su avance y controlaron Mosul y Tikrit. Por no hablar de lo que ocurrió después del supuesto final. Pronto supimos que si acaso, había sido el final del primer capítulo de la guerra.
El impacto causado por esas imágenes debe más a lo que hicieron los medios de comunicación que a las órdenes del Pentágono. La histeria y la mentira (porque el reportaje deja claro que el número de iraquíes en la plaza era muy escaso y que a todos los efectos, por el peso de la estatua, fueron los soldados los que la echaron abajo) procedían de la cobertura periodística.
Sin embargo, muy pronto, antes de que la estatua cayera, varios mandos militares fueron conscientes del poder de esa imagen e impartieron órdenes para que la historia tuviera el 'final feliz' que se necesitaba.
Un grupo de gente se congregó en la plaza y algunos iraquíes comenzaron a golpear la estatua. No tenían ninguna posibilidad de tumbarla.
One after another, Iraqis swung Lambert’s sledgehammer against the statue’s base. In a much photographed moment, a former weight lifter got into the action, but only a few inches of plaster fell away. The rope, thrown around the statue’s neck, was not sufficient to topple it, either.“We watched them with the rope, and I knew that was never going to happen,” Lambert told me recently. “They were never going to get it down.”
El teniente coronel McCoy captó de inmediato el potencial. Maass cuenta que los marines siempre viven bajo la impresión de que algún día las Fuerzas Armadas llegarán a la conclusión de que pueden prescindir de ellos y entregar sus funciones al Ejército. Los marines son una fuerza terrestre que tiene asignados helicópteros y hasta cazabombarderos. En cierto modo, son un anacronismo y sus mandos saben que la reputacion es algo que los mantendrá vivos.
The situation at the Palestine was different. “I realized this was a big deal,” McCoy told me. “You’ve got all the press out there and everybody is liquored up on the moment. You have this Paris, 1944, feel. I remember thinking, The media is watching the Iraqis trying to topple this icon of Saddam Hussein. Let’s give them a hand.”
Muchas de las decisiones de esos momentos procedían de detalles incontrolables. La bandera de EEUU que un soldado colocó sobre el rostro de la estatua la había traído de su país un teniente. Era un regalo personal ofrecido por el asesor de un senador. Como es habitual en la guerra, a veces ocurren cosas que no estaban previstas, pero que resultan imprescindibles para entender el resultado final.
En ese instante, con todas las televisiones en directo, ya no había nadie que no estuviera pegado al televisor. También en el Pentágono.
McCoy, too busy to keep an eye on the statue, wasn’t looking when the flag went up. People watching TV from their sofas in America saw it before he did. When he finally looked up, his first thought was Oh, shit! An American flag would seem like a symbol of occupation. He instantly ordered it taken down.Around this time, McCoy’s superior, Colonel Hummer, got an urgent order from his commander, Major General James Mattis, who had apparently received an urgent order that Hummer assumes originated at the Pentagon.
Get the flag down. Now.
El reportaje explica que el alto mando militar sabía perfectamente que el hotel Palestina se había convertido en el centro de prensa más importante de Bagdad. Maass hace referencia al ataque del día anterior, cuando un tanque disparó sobre el edificio y mató a dos periodistas, José Couso y un cámara ucraniano de Reuters. Dice que el hotel no aparecía señalado en los mapas con los que contaba McCoy y por tanto dedude que tampoco en los mapas de la unidad que atacó el hotel.
Sin embargo, unos párrafos antes se refiere a los mapas del estado mayor del regimiento al que pertenecían las tropas de McCoy y ahí sí está el hotel Palestina.
The task of planning the raids was given to two majors on the regiment’s staff, John Schaar and Andrew Milburn. (...)Schaar and Milburn had received from divisional headquarters a list of about thirty sensitive sites—a hodgepodge that comprised embassies, banks, detention centers, potential nuclear facilities, and hotels, including the Palestine. The most important targets were in four central zones across the Tigris River from the Republican Palace, which the Army had already seized. Schaar recently sent me a photograph of the twenty-seven-zone invasion map. The map has six thumbtacks marking key targets. One of them, in the central zones, was the Palestine Hotel.
A partir de un cierto momento, fueron los periodistas los que llevaron la iniciativa. Los militares interpretaron la partitura pero los medios se ocuparon de dirigir la orquesta. Nadie les presionó para hacerlo. Querían una victoria y la tuvieron.
The powerful pictures from Firdos were combined with powerful words. On CNN, the anchor Bill Hemmer said, “You think about seminal moments in a nation’s history... indelible moments like the fall of the Berlin Wall, and that’s what we’re seeing right now.” Wolf Blitzer described the toppling as “the image that sums up the day and, in many ways, the war itself.” On Fox, the anchor Brit Hume said, “This transcends anything I’ve ever seen... This speaks volumes, and with power that no words can really match.” One of his colleagues said, “The important story of the day is this historic shot you are looking at, a noose around the neck of Saddam, put there by the people of Baghdad.”
By the people of Baghdad. Ese fue el mensaje que se repetía constantemente. No hay nada que pueda hacer sombra a la televisión en directo. Y en la época de las cadenas de 24 horas, el efecto repetición tiene tanto peso como diez divisiones.
A 2005 study of CNN’s and Fox’s coverage, conducted by a research team from George Washington University and titled “As Goes the Statue, So Goes the War,” found that between 11 A.M. and 8 P.M. that day Fox replayed the toppling every 4.4 minutes, and CNN every 7.5 minutes. The networks also showed the toppling in house ads; it became a branding device. They continually used the word “historic” to describe the statue’s demise.
Algunos reporteros de prensa escribieron que el número de iraquíes en la plaza era bastante reducido y que habían sido las tropas las que se habían ocupado del trabajo. Gran error. En las redacciones, sus jefes editaron los textos para que se ajustaran a lo que se había visto por televisión. Lo que aparecía en la pantalla era lo que había ocurrido, ¿no? ¿Cómo es posible que el reportero que estaba allí mismo no se hubiera dado cuenta?
Very few Iraqis were there. If you were at the square, or if you watch the footage, you can see, on the rare occasions long shots were used, that the square was mostly empty. You can also see, from photographs as well as video, that much of the crowd was made up of journalists and marines. Because of the lo-fi quality of the video and the shifting composition of the crowd, it’s hard to give a precise number, but perhaps a quarter to a half consisted of journalists or marines. The crowd’s size—journalists, marines, and Iraqis—does not seem to have exceeded several hundred at its largest, and was much smaller for most of the two hours. The Iraqis who were photogenically enthusiastic—sledgehammering the statue, jumping on it after the toppling—were just an excitable subset of all Iraqis there. “I saw a lot of people watching with their arms crossed, not at all celebrating,” Collier noted.
Si McCoy no hubiera dado luz verde, la gente se habría dispersado y la "imagen histórica" se habría perdido. Fue al final una empresa conjunta de militares y periodistas en la que los iraquíes hicieron el papel de extras.
Among the handful of studies of Firdos Square, the most incisive was George Washington University’s, led by Sean Aday, an associate professor of media and public affairs. It concluded that the coverage had “profound implications for both international policy and the domestic political landscape in America.” According to the study, the saturation coverage of Firdos Square fuelled the perception that the war had been won, and diverted attention from Iraq at precisely the moment that more attention was needed, not less. “Whereas battle stories imply a war is going on, statues falling—especially when placed in the context of truly climactic images from recent history—imply the war is over,” the study noted.
La guerra no había acabado. Pero esa es otra historia.
Posted by Iñigo at Enero 5, 2011 12:24 AM
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Comments
Pero yo pensaba que todo esto ya era conocido, ¿no?
Este capítulo también se llama "De como Aznar & Co. aplaudieron el derribo de la estatua de Saddam y se revuelven como culebras para eliminar un escudo franquista".
Posted by: ifrit at Enero 5, 2011 02:15 PM
Su blog es lo mas parecido a los textos de Adam Curtis que he encontrado en castellano y por ello le felicito (tambien por el 2011, claro).
Posted by: Dr Zito at Enero 5, 2011 10:22 PM
Que articulo mas latoso, parece que este señor no estaba inspirado cuando escribió este ladrillo.
Sr. Ruiz, cuando no tenga tema no escriba, reflexione, respire, y vaya a descansar, no latee.
Posted by: Alejandro Barrientos at Enero 7, 2011 08:44 PM