« Túnez, al borde de la revolución | Main | La confusión de Libia »
Enero 15, 2011
Una rebelión en la calle, no en las pantallas
Tres presidentes en Túnez en menos de 24 horas. No está mal para un país que sólo había tenido dos desde la independencia. El primer ministro se autoproclamó presidente en funciones muy poco después de que Ben Alí huyera con destino a Arabia Saudí. Eso reforzaba la sospecha de que el primer relevo fue en realidad un golpe de palacio, más si tenemos en cuenta que el nuevo presidente llevaba desde 1999 al frente del Gobierno. El mismo tipo al que los tunecinos llamaban el señor Sí, porque ésa era la respuesta que daba siempre al dictador.
Hoy es el presidente del Parlamento el que ha asumido el poder, también de forma interina, como dicta la Constitución. Por tanto, aún es prematuro dar por concluido al régimen tunecino. Está por ver si se cumplirán las promesas realizadas, en especial la celebración de elecciones dentro de seis meses.
Más allá de todas las dudas, lo que es indudable es que se trata de la primera rebelión popular que ha triunfado en Oriente Medio y el Magreb desde 1979, la zona del mundo en la que las tiranías se mantienen imperturbables y donde hasta en las repúblicas el poder se transmite de padre a hijo.
Siempre se ha dicho que todas las fuerzas liberalizadoras que han sacudido al planeta en los últimos 30 años no podrían echar raíces en el mundo árabe por distintos factores: el retraso tecnológico, una sociedad civil endeble, la influencia de la religión y el poder de los mecanismos represivos.
Ya tenemos un ejemplo diferente. Y uno que no está dominado por la religión. No ha habido una bandera del Islam bajo la que se han unido los manifestantes que han pedido la destitución de Ben Alí. No sería así en otros países. Pero en Túnez al menos hay un sentimiento laico de rechazo al autoritarismo el que ha estado en primera línea. También han participado fuerzas islamistas, pero eso no es algo llamativo en la medida de que son una parte más de la sociedad tunecina.
No hay país árabe en el que hoy no aparecen en su prensa artículos sobre si estos acontecimientos podrían repetirse en sus fronteras. En todos se dan condiciones que en teoría podrían permitirlos, pero también en todos hay factores que lo impedirían. La religión, la identidad tribal y la represión impiden cualquier progreso en Arabia Saudí y el resto de estados del Golfo. En Jordania, Marruecos y Egipto, la única oposición organizada es islamista. En los dos primeros casos, estas fuerzas colaboran con el Gobierno aceptando de forma tácita un papel subordinado en el panorama político. El régimen de Irán cuenta con un importante apoyo popular, y por encima de todo ha demostrado que es capaz de elevar la represión de las fuerzas opositoras hasta el límite siempre que las circunstancias lo exigen.
Egipto es el país cuyas circunstancias políticas más se parecen a las de Túnez. El régimen tiene algo de 'dictablanda': la represión no es constante y se administra de forma selectiva. El presidente es un anciano que lleva décadas en el poder y no ha permitido que se cree una fuerza política con una estructura y ideas que puedan hacer pensar que le sobrevivirán en el futuro. La población escasamente sobrevive en unas condiciones económicas indignas. El Ejército es la única institución en condiciones de asumir el poder, aunque sea a través de una fachada civil irrelevante.
La edad de Mubarak y su estado de salud no admiten muchos interrogantes. No le quedan muchos años en el poder. Pero Egipto es demasiado importante para EEUU y Arabia Saudí como para que permitan una revuelta que desmonte todo el andamiaje de Oriente Medio. No les pillaran por sorpresa como ha ocurrido con Túnez (donde Francia siguió en silencio con la esperanza de que Ben Alí no fuera derrocado).
La crisis de Túnez es la vuelta de la influencia de Al Jazeera como medio capaz de informar y de marcar los términos del debate, mientras los medios de propiedad saudí no salen de su asombro.
I'd point to one other aspect of this which often gets overlooked. Al-Jazeera and the new media ecosystem did not only spread information --they facilitated the framing of the events and a robust public debate about their meaning. Events do not speak for themselves. For them to have political meaning they need to be interpreted, placed into a particular context and imbued with significance. Arabs collectively understood these events quite quickly as part of a broader Arab narrative of reform and popular protest --the "al-Jazeera narrative" of an Arab public challenging authoritarian Arab regimes and U.S. foreign policy alike. Events in Tunisia had meaning for Jordan, for Lebanon, for Yemen, for Egypt because they were framed and understood within this collective Arab narrative.
En el apartado de las tonterías, hay que colocar los comentarios sobre Túnez como la primera revolución de Wikileaks, cuyos telegramas diplomáticos no revelaron a los tunecinos nada que no supieran ya. Además, hay que añadir otra nueva ronda de comentarios sobre el poder de Twitter. Al igual que en el caso de Irán en 2009, la exageración está garantizada.
Twitter y otras redes sociales han servido para que algunos medios como Al Jazeera pudieran recabar y difundir con gran rapidez información sobre los hechos que se han producido esta semana. Nos han permitido seguirlos en directo en estos últimos días (mientras la BBC estaba más preocupada por lo que pudiera pasar a los turistas británicos y la CNN se dedicaba en EEUU a la información de entretenimiento).
La rebelión tenía su origen en el paro, la corrupción y la humillación, no en Twitter. Si acaso los teléfonos móviles han contado con una influencia mucho mayor porque han resultado ser más difíciles de controlar que las redes sociales.
Evgeny Morozov explica que Twitter no consiguió que las manifestaciones de Túnez colocaran la crisis en las primeras páginas de los periódicos hasta muy recientemente, señal de que no estaba muy presente en la red (me refiero a los países occidentales). Hay que recordar que el impacto de un conflicto se debe en primer lugar a asuntos que no tienen nada que ver con Internet: sobre todo, el tamaño y la importancia estratégica de un país.
La opinión de Morozov es interesante porque este profesor bielorruso y residente en EEUU se ha erigido con su libro 'The Net Delusion' en portavoz de la corriente escéptica sobre la influencia de Internet y redes sociales en los movimientos políticos en favor de la democracia. Estoy leyéndolo ahora y me parece realmente interesante. No sólo desmonta la idea de que la extensión de la información por encima de las fronteras es la medicina que termina acabando con todas las dictaduras (un lugar común que tiene su origen en la guerra fría), sino que los regímenes autoritarios han aprendido a utilizar las nuevas herramientas tecnológicas precisamente para afinar la represión y reforzar el control sobre sus ciudadanos.
Con Túnez al menos hemos comprobado que no son imbatibles.
----
21.00
Así justificaba el Pentágono el año pasado la venta de helicópteros militares a Túnez:
This proposed sale will contribute to the foreign policy and national security of the United States by helping to improve the security of a friendly country that has been and continues to be an important force for economic and military progress in North Africa.
Ayer en Jordania, manifestaciones contra la política económica del Gobierno.
Y en Argelia, dos jóvenes desempleados se prendieron fuego. Ambos están hospitalizados.
Posted by Iñigo at Enero 15, 2011 07:42 PM
Trackback Pings
TrackBack URL for this entry:
http://www.escolar.net/cgibin/MT/mt-tb.cgi/12034
Comments
El artículo está genial, pero no todo en internet es twitter o facebook... ¿no es demasiado arriesgado ningunear el papel de la red en esta revolución?
Dejando claro, por supuesto, que quienes la han llevado adelante y la están haciendo valer son los jóvenes tunecinos con sus propias vidas... faltaría más.
Posted by: Psicorp at Enero 16, 2011 07:04 PM
Creo sinceramente que debemos dejar de suscribir los movimientos sociales a determinadas marcas comerciales léase twitter wikileaks etc. Dudo que al pricipio del siglo xx algún antepasado se dedicara a fundamentar las revoluciones de la época en por ejemplo el megáfono.
Posted by: Marcus at Enero 16, 2011 10:17 PM