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Abril 22, 2011
Qué es lo que debemos a gente como Hondros y Hetherington
Esta niña iraquí salió con vida de un tiroteo en Tal Afar, Irak, en enero de 2005. Sus padres murieron acribillados cuando tropas norteamericanos dispararon contra el coche que conducían. El fotógrafo que recogió esta imagen fue Chris Hondros, que murió el miércoles en Libia junto a Tim Hetherington.
Hondros contó a Columbia Journalism Review cómo hizo la serie de fotografías (por las que fue premiado) en la noche en que acompañó a la patrulla de soldados en la que estaba empotrado. Era de noche y de repente apareció un coche a un centenar de metros de distancia. Una situación que se había repetido muchas veces en Irak. Hondros tenía malas vibraciones.
And as we were patrolling on a darkened boulevard, in the distance, a car, maybe a hundred yards down at least, turned onto the boulevard and started coming toward us. And I already had a bad feeling, you know? Because these are camouflaged [soldiers]; they don’t patrol regularly, and they don’t call much attention to themselves, because if they have lights and sirens and things like that they’d be seen or easily attacked. So here’s a bunch of testy men with guns running around and a car coming towards them, and they don’t let cars come toward them.
La situación no podía acabar bien. El conductor no oyó los disparos o si los oyó, no pensaría en frenar porque, como explica Hondros, nadie se paraba en Irak si empezaban a volar las balas. Lo más sensato era acelerar y salir de allí cuanto antes. Nadie quería ponérselo fácil a los agresores, con independencia de quienes fueran, ni quedarse mucho tiempo en un lugar donde se estaba produciendo un tiroteo.
A veces, ocurría que la decisión más normal terminaba teniendo consecuencias dramáticas. Los padres, ambos en los asientos delanteros, cayeron bajo una lluvia de balas. En el asiento trasero, había seis niños, uno de ellos resultó herido y fue evacuado a un hospital.
Almost every soldier in Iraq has been involved in some sort of incident like that or another, I would say. Their attitude about it was grim, but it wasn’t the end of their world. It was, “Well, kind of wished they’d stopped. We fired warning shots. Damn, I don’t know why the hell they didn’t stop. What’re you doing later, you want to play Nintendo? Okay.” Just a day’s work for them. That stuff happens in Iraq a lot. That’s why it’s such a damn mess, because almost everybody’s had something like that happen to them at the hands of U.S. soldiers. They hate them.----
Sebastian Junger ha escrito un breve artículo sobre su amigo, Tim Hetherington, con el que compartió casi un año de experiencias en Afganistán. No incide en una idea que se suele emplear mucho en estos casos. Eso de que no merece la pena jugarse la vida por una noticia, una historia. Es una obviedad y al mismo tiempo una falsedad. Si no hay alguien que se arriesgue hasta ese punto, no habrá nadie que cuente esa historia.
Maybe Misrata wasn’t worth dying for —surely that thought must have crossed your mind in those last moments— but what about all the Misratas of the world? What about Liberia and Darfur and Sri Lanka and all those terrible, ugly stories that you brought such humanity to? That you helped bring the world’s attention to?
Necesitamos a gente como Chris y Tim. Y que haya medios que les sigan enviando a lugares como Misurata, aunque nadie que entre ahí sabe con seguridad si va a salir vivo. Si Hondros no hubiera estado esa noche en Tal Afar, no habríamos sabido qué estaba ocurriendo en Irak. Podríamos imaginárnoslo. Podríamos sospechar. No es lo mismo que saber.
Posted by Iñigo at Abril 22, 2011 07:58 PM
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Comments
Pues sí, la pérdida de gente como Chris y como Tim es muy dolorosa.
Si los EEUU (para no hablar de otros regímenes) ya se pasan todas las leyes internacionales y la moral humana por el forro de los cojones habiendo fotos, vídeos y prensa por todos lados, no quiero ni pensar lo que harían si supieran de forma segura que nadie se iba a enterar de lo que estaban haciendo.
En lugar de tanta pollada sobre la democracia en Irak que no se cree nadie, ya la estarían vaciando de hasta el último litro de petróleo. ¿Afganistán?. Un par de bombas nucleares y a tomar por culo.
De eso nos salvan estos fotógrafos y la prensa. La poca que se puede llamar prensa a día de hoy.
Descansen en paz.
Posted by: judio at Abril 22, 2011 09:15 PM
Si no hubiera afganistan ni libia, no harian falta periodistas muertos ni niñas llorando.
Te dare lo que me pidas? salio caro el zapatero responsable ultimo (ultimo fueron los que lo votaron, responsables de esa niña, es la niña de zapatero)
bastardos!
Posted by: A at Abril 24, 2011 03:00 PM