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Agosto 24, 2011
Un referéndum imprescindible para impedir una estafa
Durante años, el PSOE y el PP han dejado en el cajón de los asuntos pendientes una reforma parcial de la Constitución con la que hacer algunos cambios no fundamentales. El más citado: el privilegio de los varones en la sucesión de la Corona española, un asunto que no quita el sueño a nadie, aunque en el terreno de los principios es manifiestamente ilegal. Siempre se ha dicho que no era una buena idea abrir el capítulo que obligaría a iniciar un debate de final incierto. Otros (y cuando digo otros me refiero sobre todo a otros dirigentes del PSOE y el PP) querrían aprovechar el momento para alterar elementos básicos de la Constitución, quizá relacionados con las autonomías, sobre los que no existe un consenso claro.
Hay otra explicación. Una reforma con asuntos de calado político obligaría a celebrar un referéndum y disolver las cámaras. Los partidos no quieren que estas cosas determinen el calendario electoral cuando están en el poder.
Se hizo una vez, con aprobación por el Congreso y Senado sin necesidad de referéndum, en un caso no trascendental: el derecho de los ciudadanos de la UE a votar en las elecciones locales. Menor, porque no preocupaba demasiado a los ciudadanos ni había generado ninguna polémica. Un simple quid pro quo que se podía solventar con una votación parlamentaria. Fuese y no hubo nada. Fin de la historia.
Un Gobierno agonizante y un presidente-zombi pretenden emplear el mismo método para un asunto político de la máxima trascendencia. Fijar un techo constitucional al déficit público, es decir, al gasto público. Los detalles se desconocen, y en este caso el diablo y todo el maldito infierno están en los detalles. Lo que sí sabemos es que se trata de una imposición de Alemania, en cuya Constitución desde 2009 el artículo 109 establece que a partir de 2016 el déficit estructural del Estado no podrá superar el 0,35% del PIB. Los länder, estados federados, tienen hasta 2020 para dejar el déficit en cero.
Después de pasarse toda la crisis rechazando las reformas del Gobierno para sanear la economía española (a las que podemos definir como liberales sin tono peyorativo ni poner el maligno prefijo 'neo'), el PP no ha tenido inconveniente ahora en ofrecer de inmediato su apoyo. Y no se puede dudar de ello porque a fin de cuentas Rajoy ya hizo esa propuesta hace tiempo.
Otra cosa es que la idea tuviera trampa. Alguien que esté a favor del equilibrio presupuestario en la situación actual, estaría por la misma razón a favor de que las autonomías reduzcan su déficit al mismo ritmo que lo hace el Estado central. Como hemos visto en el caso de la devolución de lo que las autonomías deben al Estado porque se les adelantaron más ingresos de los que les correspondían (los fondos públicos no llueven del cielo), el PP no siempre está a favor de la austeridad presupuestaria. Quiero decir que no está a favor cuando es él el que tiene que aplicarla desde los gobiernos autonómicos. Es lo que tiene construir tantos aeropuertos y organizar carreras de Fórmula 1. Te dejan la caja a cero.
Decía un ministro irlandés de Hacienda en la época en que alimentaban la burbuja a todo tren que su función era gastarse el dinero cuando lo tenía --en épocas de prosperidad-- y hacer lo contrario si llegaban las vacas flacas. En realidad, es al revés. Cuando la economía de un país disfruta de altos niveles de crecimiento, resulta razonable que el Gobierno controle el gasto porque el sector privado ya está en condiciones de tirar por sí solo de la economía y de forma más efectiva. Y en tiempos de recesión grave, cuando el consumo privado se hunde y con él la inversión privada (nadie produce algo que no se pueda vender, nadie contrata a trabajadores para que hagan cosas que no tienen salida en el mercado), el Gobierno puede aumentar el gasto en la medida de sus posibilidades para compensar esa pérdida. E incurrir en un déficit que por otro lado es imposible de evitar si se derrumban los ingresos fiscales.
Se llama política económica. Al final de su desgraciado segundo mandato, Zapatero ha decidido que España debe renunciar a ese derecho y elegir el desarme unilateral con una medida que será casi irreversible en el futuro, a menos que los gobiernos españoles (central y autonómicos) reincidan en la misma irresponsabilidad presupuestaria a la que por otro lado son tan aficionados.
Y tiene la intención de llevarlo a cabo en un par de plenos parlamentarios en un final de legislatura que todos daban ya por amortizado. No ha tenido valor para aprobar una reforma laboral que, aunque fuera contraria al programa electoral de su partido, era sólo eso, una reforma que, en condiciones económicas diferentes, futuros gobiernos podrían corregir sin problemas.
(Horas después, hemos sabido que a falta de reformas estructurales el Gobierno sí va a aprobar la suspensión de la prohibición de unir contratos temporales. Ya se sabe que en España la chapuza siempre es una opción.)
Felipe González ha hablado en muchas ocasiones de la pérdida de la autonomía de la política en relación a la economía (es una pesadilla que persigue a todos los políticos) ante los aplausos de los dirigentes del PSOE. Hace sólo unos días, Rubalcaba decía que la prohibición de las ventas a corto en los mercados financieros era un buen ejemplo de las medidas que se debían tomar desde la política. Vaya camelo. Esa prohibición es una decisión desesperada que no se puede convertir en permanente. No impide, como se ha visto, que las bolsas sigan zarandeadas por temporales y puede ser hasta contraproducente si los mercados la analizan como un intento de ocultar agujeros inconfesables.
Ese mismo Gobierno que apoya una iniciativa tan endeble, aunque da para titulares potentes, decide ahora que la soberanía económica española es algo que se puede ventilar en dos tardes, como si fueran unas clases de economía mal dadas a un presidente bisoño.
Con ese paso, se van al abismo las posibilidades electorales del PSOE, finiquitadas con sorprendente rapidez por un Rubalcaba que ha tardado horas en decir que Zapatero le ha convencido... para hundirse con él. Lo malo de los políticos cuando se pegan un tiro en la sien es que su nota de suicidio es tan larga como una campaña electoral.
Hasta medios tan revolucionarios como The Economist y Financial Times, bien que con la boca pequeña, han reconocido en alguna ocasión que es difícil que medidas estructurales de austeridad puedan ser viables a largo plazo sin tener el apoyo de la opinión pública. Al menos, en una democracia. Aprobar esta reforma constitucional a espaldas de los votantes, por un Parlamento legítimo pero que ya está haciendo las maletas, es una estafa a los ciudadanos.
Estos no pueden olvidar que durante años los políticos les han dicho que la Constitución es un instrumento clave pero frágil, algo que hay que proteger y que sólo se puede tocar con el máximo consenso.
Negar de repente esa premisa con tal alevosía, casi a traición, es un desatino. Ningún consenso sobre un tema de la máxima gravedad se puede construir en dos semanas y estar en la práctica fundamentado en la ciega disciplina de voto impuesta en los grupos parlamentarios.
Esta reforma no se puede aprobar sin el apoyo de los ciudadanos en un referéndum. No se debe continuar cometiendo los mismos errores tan habituales en eso que llaman la construcción europea. En cierto modo, González tenía razón. Los ciudadanos no pueden subcontratar la política a unos políticos desprestigiados que se limitan a recibir órdenes de Berlín.
Posted by Iñigo at Agosto 24, 2011 01:38 AM
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Comments
Yo no tengo problema en que la sobreanía del estado español, pase a Frankfurt, pero que lo pongan así o que digan que el BCE es el legítimo representante del pueblo en la peninsula ibérica.
Mierda de estafadores: HUELGA GENERAL
Posted by: ALyCie at Agosto 24, 2011 10:17 AM
Muchas felicidades por este gran articulo.
Simplemente GENIAL.
Posted by: Obscuro at Agosto 24, 2011 10:59 AM
Excelente artículo. Saludos
Posted by: ergocano at Agosto 24, 2011 11:07 AM
Lo que quiero es votar una candidatura INDIGNADA UNIDA, esto del techo de la deuda no me parece un tema tan importante. Con 30 escaños indignados las cosas no les serían tan fáciles a los de PPSOE.
Posted by: Boss at Agosto 24, 2011 11:12 AM
Ya puestos, ¿por qué no convertirnos en un länder más?
Posted by: CusCus at Agosto 24, 2011 11:26 AM
Excelente texto. Didáctico y constructivo. Saludos.
Posted by: Félix at Agosto 24, 2011 11:29 AM
Yo creo que no es una mala idea tener un techo de deuda (ojo, no deficit cero). Se pueden tener las mismas politicas de restriccion de gasto en epocas de prosperidad y motivar la economia en epocas de vacas flacas, haciendo un foco de reserva. Algo parecido se ha hecho en Dinamarca, donde vivo.
Posted by: carlos at Agosto 24, 2011 11:39 AM
Lo he meneado, a ver si se difunde. ;)
http://www.meneame.net/story/referendum-imprescindible-impedir-estafa
Posted by: Hildgard at Agosto 24, 2011 11:55 AM
Nadie compra si no tiene dinero. Nadie produce algo que no se pueda vender. Nadie contrata a trabajadores para que hagan cosas que no tienen salida en el mercado. ¿Tan díficil es entender que generar empleo NO se consigue abaratando el despido, sino haciendo que la gente compre más? Lo cual, además mejora los ingresos del estado, via IVA y S.S. ¿Tan difícil es convertir, inmediata e irrevocablemente, todos los contratos en indefinidos, y subir por ley todos los salarios un 5% ?
Posted by: Rasek at Agosto 24, 2011 02:10 PM
Pa lo que me queda en el convento, me cago dentro.
Posted by: Jose Luis R. Z. at Agosto 24, 2011 02:46 PM
Si se sigue con esas politicas neoliberales nos vamos a estancar definitivamente, y que sepan todos los autonomos que son mayoria votantes del PP y del PSOE que si el empleo es cada vez mas precario ellos son los primeros perjudicados porque viven de lo que compramos los curritos y a mas paro menos PYMES.
Nos estan estafando en nuestras propias narices y aqui seguimos sin hacer nada.
Posted by: ktcuento at Agosto 24, 2011 03:09 PM
A ver si me entero, el mismo Zp que no tuvo huevos para plantarle cara a la Iglesia ni para sacar adelante la prometida Ley de Acceso a la Información, va ahora y arremete con una reforma constitucional justo antes de largarse. Si es una imposición de Alemania como dicen, ¿por qué no esperar unos meses y que sea el nuevo gobierno quien se coma el marrón? ¿A estas queda alguien con ganas no ya de votar al PSOE en las próximas generales, sino siquiera ir a un mitin a agitar la banderita?
Posted by: Ale at Agosto 24, 2011 03:17 PM
¿cómo hacemos para recortar el gasto público y que no haya más déficit? Fácil. ¿Educación pública y gratuita? A tomar por culo. El que quiera estudiar, que pague. ¿Sanidad gratis? ¡Y un cojón! No os pongáis malos y punto. ¿Pensiones? ¡Pero si tenemos la caja vacía, hombre! ¡Que la crisis se ha comido el superávit de la Seguridad Social en menos de un año! En resumen: el obrero a joderse y a hacerse otro agujero en el cinturón.
Pero, ¡ah! ¡Que nadie toque los sueldos sus señorías! ¡Ni la Visa platino! ¡Ni el coche oficial! ¡Ni las dietas que pagan a los diputados simplemente por asistir al Parlamento, además de su salario! ¿No se puede tocar la Constitución para poner penas más altas a los pederastas, pero sí cuando la señora Merkel dice que hay que contener el déficit!
¡ANDA Y QUE TE DEN, ZP!
Posted by: david peñasco maldonado at Agosto 24, 2011 03:30 PM
Tantos años de reformas postergadas porque la Constitución era muy frágil, que mejor no la tocamos porque a ver si la jodemos entre todos, con lo que nos costó ponernos de acuerdo la primera vez y bla bla bla bla bla... Basta una llamada telefónica de los alemanes y ya están Zapatero y Rajoy bajándose los pantalones y gritando a coro "¡Aquí está mi culo!", no sea que la próxima vez que a las Bolsas les de el tembleque el BCE no venga a rescatarnos y tengamos que coger la patera para salir de esta mierda de país que se va a pique.
Posted by: PRESIDENT MAO at Agosto 24, 2011 04:04 PM
Absolutamente de acuerdo en todo. Pero se nos pasa por alto que en tiempos de vacas gordas tampoco nadie estuvo por la prudencia ni por aprovechar el momento de bonanza para llevar a cabo reformas estructurales (la eterna asignatura pendiente de este bendito país)... a ver quién era el guapo que le ponía el cascabel al gato...y ahora, claro, es sí o sí.
Posted by: Karmenlandia at Agosto 24, 2011 05:06 PM
Por ir al final de tu artículo: ¿Felipe González recibía órdenes de Estados Unidos para meternos en la OTAN como hizo? ¿O no?
Posted by: jorge at Agosto 24, 2011 05:54 PM
¿Y a estos hijos de puta no hay forma de juzgarles por traición? Por el código militar o por el que sea que permita fusilarles.
Posted by: Llehnie at Agosto 25, 2011 05:48 PM