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Octubre 03, 2011
The Guardian sigue gastando como si no existiera el mañana
Frente al imperio del malvado 'paywall' de medios como el NYT, FT o The Times, The Guardian se erige como guardián (con perdón) de las esencias de la información gratuita en Internet. Su web de gran calidad va además a dar el salto a EEUU en un nuevo intento por desmentir la idea de que las fronteras nacionales son tan importantes que las idiomáticas en la expansión de un medio de comunicación. Es decir, el hecho de que los norteamericanos hablen inglés no quiere decir que estén interesados en leer un medio inglés. Y lo mismo se podría decir de los grupos españoles que intentan lanzar sus redes hacia América Latina.
Lo que cuenta en Twitter este periodista del Mirror (se refiere al Daily Mail y al Daily Telegraph, dos periódicos conservadores) es algo que también ha ocurrido en otras coberturas. El lector de The Guardian estará encantado, supongo, con que su periódico, en papel o en la red, envíe a un gran número de periodistas a la cobertura del congreso del Partido Conservador (de ahí la etiqueta #cpc11) o a otros acontecimientos informativos. Pero todo eso debe tener algún sentido económico, debe haber alguna estrategia empresarial que responda a algo más que a la idea de hacer un buen producto. Y es discutible que los aburridos y controlados congresos anuales de los partidos sean la cita informativa en la que hay que echar el resto.
Lo cierto es que The Guardian y The Observer pierden no menos de 47 millones de euros al año. Eso sólo es sostenible, y por tanto difícilmente aplicable a otros medios, porque ambos periódicos son propiedad de una fundación sin ánimo de lucro que tiene otros negocios con los que tapar este inmenso agujero. Y cada día esa relación de pérdidas frente a beneficios de toda la empresa es menos viable.
The Guardian vendió en julio de este año una media de 248.775 ejemplares diarios, un descenso del 10,2% con respecto al mismo mes del año anterior. Las cifras de años anteriores revelan una caída constante y dramática: 358.844 en julio de 2009, 398.721 en julio de 1999, 438.732 en julio de 1989.
Ante este panorama, la empresa ha apostado por una estrategia de huida hacia adelante comenzando a volcar la mayor parte de sus recursos sobre la web. El problema es que los números están ahí, pero el dinero no. No valen de mucho 32 millones de usuarios únicos al mes en todo el mundo si eso no se traduce en ingresos publicitarios. Los medios de comunicación norteamericanos y británicos pueden insistir en que ellos funcionan en un mercado global gracias a la presencia ubicua del inglés, pero no existe un mercado publicitario global que pueda soportar esas cifras. Las multinacionales no van a sostener a todos esos medios, quizá a algunos sí, porque sus estrategias publicitarias también son nacionales y dependen de cada mercado.
El director de The Guardian sostiene que van a continuar aguantando a la espera de que el mercado publicitario cambie de mentalidad. Poner tu futuro en manos de los que deciden dónde anunciar sus coches, pantalones o productos de belleza es una idea que roza el suicidio.
Los grandes éxitos periodísticos de The Guardian, en especial la cobertura del escandalo del News of the World, se han producido gracias a los recursos periodísticos existentes en el papel.
Cuentan que en semanas o meses el periódico tendrá ya menos páginas y que volcará sus esfuerzos más en el análisis que las noticias. A este ritmo, The Guardian terminará matando el papel antes de que la web pueda ocupar su puesto. En un año, no sería extraño que The Observer (dominical) tenga que desaparecer para que el diario pueda sobrevivir. Y es difícil correr un maratón si te ves obligado a amputarte una pierna a mitad de carrera.
Posted by Iñigo at Octubre 3, 2011 05:34 PM
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Comments
Iñigo, ¿Esto no te recuerda a la burbuja de las punto com? El modelo de negocio se basaba en el número de usuarios y la publicidad asociada a esa cantidad de personas. El problema lo tienes si esos usuarios no pagan y la publicidad está por los suelos, que no hay forma de obtener beneficios.
Yo creo que la cuestión será dar con el modelo de negocio que te permita ganar beneficios y sacar rendimiento a esos 32 millones de usuarios. La marca ya la tienen creada y el rigor periodístico también, sólo explicar por qué van cobrar y cómo.
Posted by: Jarne at Octubre 3, 2011 06:57 PM
No parece que sea una burbuja porque nadie por ejemplo está ofreciendo cantidades exageradas de dinero por empresas como las periodísticas de futuro algo oscuro.
Como dices, tienen que dejar claro por qué van a cobrar y cómo. El modelo gratuito es difícil de aplicar a empresas con grandes redacciones. La publicidad en Internet no es suficiente para financiarlas.
Posted by: Iñigo at Octubre 3, 2011 08:30 PM
En inglés dicen "like there's no tomorrow". En español decimos "a lo loco". Que no hace falta calcarlo todo. Saludos.
Posted by: Olivo at Octubre 3, 2011 08:45 PM
Pues "como si no existiera un mañana" es una expresión lo suficientemente grave como para usarla en un contexto serio sin que se pierda la sensación de enormidad; en cambio "a lo loco" suena a patochada, a chiste y a canción de chirigota ("a lo loco, a lo loco, a lo loco se vive mejor"). A ver si los talibanes de la sagrada ortografía española os enterais que no es malo que las lenguas evolucionen, leñe.
Posted by: Gabriel at Octubre 4, 2011 11:30 AM
Bueno, si entras en la web del guardian desde una IP estadounidenses se puede ver automáticamente que la edición para EE.UU. es mucho menos británica, al menos la portada, como descubrí con desagrado este domingo cuando quise meterme mi dosis habitual de "color local" británico. Durante los años más Neocon, cuando el NY Times y demás eran ilegibles, mucha gente le prestó atención a la web de la BBC. Y al Economist no le ha ido mal con una edición que ahora mismo no sé si es exactamente como la británica, pero que sí trae una sustancial sección dedicada al Reino Unido.
Es decir, la cosa no es siempre imposible y el Guardian lo intenta con una edición para los EE.UU. que está cada vez más adaptada a ese público. Otra cosa es que les salga bien.
Posted by: Antonio at Octubre 4, 2011 03:48 PM
Claro (y me respondo un poco a mí mismo) que The Economist es una revista semanal que puede entrar sin problemas en la lógica económica de las revistas estadounidenses de conseguir suscriptores al papel a precios ridículos y usar esos números para subir el precio de su publicidad. Las editoriales españolas pueden controlar el mercado editorial latinoamericano imprimiendo de forma local. The Guardian no puede usar esa misma estrategia y la imposibilidad de difundir papel es lo que acaba con ellos en la época etérea de lo digital.
Posted by: Antonio at Octubre 4, 2011 04:14 PM