Así son muchos de los juicios que se celebran en EEUU contra los inmigrantes que cruzan sin papeles la frontera. La foto se publicó en los últimos días de mayo y fue tomada en las semanas anteriores probablemente por algunos de los abogados que defendían a los presos o de los funcionarios del tribunal. Se distribuyó como forma de demostrar que la decisión de la Administración de Trump de enviar por la vía penal a todos los extranjeros como si fueran delincuentes está impidiendo que en los juicios se respeten las garantías que concede la ley.
Este juicio se celebró en Pecos, Texas. Debbie Nathan, de The Intercept, pudo presenciar otros juicios similares donde el juez hace las preguntas de rigor a todo el grupo de detenidos sin que esté muy claro que estos entienden lo que están escuchando. Los abogados de oficio sólo tienen unos pocos minutos para hablar con cada acusado.
Los inmigrantes están todos vestidos con el uniforme naranja de los presos. Están esposados y encadenados por la cintura. Son convocados en grupo y despachados en un breve espacio de tiempo. Se confiesan culpables, porque no pueden negar que han intentado pasar la frontera y reclamar un juicio sólo serviría para aumentar el tiempo en que están encarcelados. Los que han solicitado asilo pasan al sistema que procesa esos casos. Los otros suelen ser condenados al tiempo que ya han pasado en prisión, lo que permite que sean deportados.
Antes de escuchar la sentencia prevista, tienen la oportunidad de pronunciar unas palabras. Cuando estos preguntan por sus hijos, en el caso de que los hayan separado de ellos, el juez no sabe qué responderles y sólo dice que espera que pronto se puedan reunir con ellos. Ese juez no tiene la menor idea sobre su paradero. Les dice que supone que si solicitan el asilo, les enviarán a un campo de internamiento donde podrán estar con sus hijos, lo que en ese momento no era cierto.
Según Texas Tribune, hay cerca de 5.000 menores inmigrantes recluidos en los centros asignados a tal fin en Texas hasta el 21 de junio.
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—Migrant mother separated from son on his sixth birthday bares agony.
—Why Are Parents Bringing Their Children on Treacherous Treks to the U.S. Border?
Emotional scenes as migrant mother and son from Guatemala, who were separated crossing the U.S. border, are finally reunited at BWI Airport in Maryland after a month apart. https://t.co/3lwrqXTByp pic.twitter.com/lEiJZB948X
— ABC News (@ABC) 22 de junio de 2018