Caos en Egipto

23.45

La manifestación en El Cairo ha sido masiva, espectacular. Los periodistas que están allí han dicho que no han visto nunca nada parecido, ni siquiera en las concentraciones contra Mubarak. Ha sido una demostración de poder popular que demuestra que el Gobierno no puede comportarse como si fuera el único poder legítimo de Egipto. Ganar elecciones es muy importante en una democracia, pero no es lo único que importa.

Después se han producido ataques con cócteles molotov contra una sede de los Hermanos Musulmanes en la capital, y hay informaciones de otros ataques en otros puntos del país. Pero una serie de incidentes violentos, por graves que sean, no pueden ensombrecer una jornada de protestas de este calado. El Gobierno tiene que encontrar fórmulas de colaboración con la oposición. Hoy no sabemos si tiene voluntad de dar ese paso, y de hecho tampoco sabemos si hay fuerzas relevantes en la oposición que están dispuestas a aceptarlo.

Otra cosa que no sabemos es la actitud que adoptará el Ejército. De momento, está jugando las dos cartas posibles. No sólo está ese vuelo de cuatro helicópteros Apache sobre la plaza de Tahrir antes de comer, sino que después otro helicóptero ha pasado por la zona lanzando banderas egipcias. Supongo que para congraciarse con los manifestantes.

Un detalle más: han sido numerosas las pancartas y gritos contra EEUU y en concreto contra la embajadora norteamericana. Muchas personas en Egipto creen que Washington apoya al Gobierno de Morsi, lo que resulta cuando menos llamativo. En general, EEUU ha decidido adoptar una actitud no hostil hacia los islamistas, y eso se ha interpretado en parte de Egipto como un apoyo completo, lo que no tiene mucho sentido. Egipto sufre problemas financieros gravísimos. Está claro que si EEUU hubiera querido apostar por Morsi, habría hecho algo al respecto. Pero en el ambiente de rumores y teorías de la conspiración que ahora ha calado en Egipto cualquier cosa parece ser plausible, y eso por lo visto incluye, de creer algunas pancartas, oscuras alianzas entre islamistas, sionistas y norteamericanos.


La imagen es de esta mañana. Cuatro helicópteros Apache han sobrevolado la plaza de Tahrir durante la manifestación contra el Gobierno de Morsi y han sido vitoreados por la multitud. Los periodistas han escuchado a la gente gritar en favor de la unión de «la Policía, el Ejército y el pueblo». Una parte de la oposición ha abandonado cualquier pretensión democrática y está pidiendo un golpe de Estado con la intención de que los militares derroquen al presidente Morsi, en el poder desde hace un año, y convoquen nuevas elecciones.

Uno se pregunta qué hacían esos helicópteros de combate hoy en el centro de El Cairo si no era para enviar un mensaje a los manifestantes. De qué tipo, aún es pronto para saberlo.

En otro punto de la ciudad, los partidarios de los Hermanos Musulmanes también están concentrados. Dicen que defenderán al Gobierno de cualquier asalto a edificios gubernamentales. Cuentan con un servicio de orden, armado con palos y escudos, de aspecto preocupante. Más parece que sea una fuerza de choque para agredir a los manifestantes de la oposición.

La movilización llamada Tamarod (rebelión) dice haber recogido 22 millones de firmas para reclamar la salida de Morsi del poder. La cifra es significativa en la medida de que es superior al apoyo electoral a los islamistas. Pero es una ilusión pensar que ambos bandos vayan a medir sus fuerzas simplemente en términos de apoyo popular. Casi todos apuestan por el uso de la violencia, a menos, claro está, que el adversario acepte rendirse.

En los últimos días se han producido innumerables incidentes violentos con siete muertos, identificados en su mayoría como partidarios de Morsi.

Morsi ha dilapidado su capital político en este año y ha sido incapaz de pactar con la oposición unas mínimas reglas del juego. La redacción de la Constitución era el momento decisivo y lo desaprovechó. Los Hermanos nunca comprendieron que tener el poder de las urnas y de las instituciones no les daba de forma automática el poder de la calle. Los sectores islamistas más radicales comenzaron a presumir de que podían imponer un giro conservador a la sociedad, cuando ni siquiera podían conseguir que funcionaran las instituciones más básicas de Gobierno.

La oposición sólo tiene como bandera común el fin del Gobierno islamista. En sus filas figuran tanto partidos liberales y laicos, y sectores que llevaron la iniciativa en la rebelión que acabó con Mubarak como los grupos que apoyaban esa misma dictadura. Y entre estos últimos es probable que estén individuos a sueldo de las fuerzas de seguridad del régimen anterior.

Los generales retirados, libres de las ataduras del uniforme, se han distinguido en la campaña contra Morsi. Dan a entender que si la movilización llega hasta el final y la violencia se extiende, el Ejército acudirá en su ayuda e impondrá el orden. La legitimación del golpe de Estado ha comenzado ya.

Por eso, se ha extendido en las últimas horas el rumor de que Moris podría nombrar primer ministro al ministro de Defensa, Abdel Fatah al-Sisi. Por muchas manifestaciones que haya en la calle, el juego en la sombra consiste en conseguir que Al-Sisi decida quién es el ganador de la crisis.

Hoy es día laboral en El Cairo, pero la mayoría de las empresas ha dado el día libre a sus empleados por temor a lo que pueda ocurrir. Una ciudad siempre ahogada por el tráfico presenta calles vacías, un signo nada alentador.

Todo depende de lo que ocurra esta tarde. Las manifestaciones tienen que comenzar en torno a las cuatro y muchos temen que será al atardecer o de noche cuando se produzcan los incidentes más violentos. Una marcha contra el Palacio Presidencial sería el detonante del estallido. Lo peor, temen muchos, está por venir.

–Evan Hill cuenta cómo se ha llegado a la actual situación. How did we get here?
A Year of Drawing Morsi. Humor contra Morsi.

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6 respuestas a Caos en Egipto

  1. Cada vez que Occidente desestabiliza a un país musulmán terminan gobernando los de siempre, los fundamentalistas. ¿Por qué Occidente se dedica a crear guerras civiles en los países musulmanes? ¿Es una venganza por el 11-S? ¿Es Israel-EEUU quien está detrás? ¿Es por el petróleo? ¿Es por sus riquezas naturales, diamantes, por ejemplo, (en África llevamos destruyendo países desde hace más de un siglo)? ¿Es por todo eso junto? La «Primavera Árabe» no es más que otra gran mentira de la prensa occidental. Ahora le toca a Egipto. Si antes estaban mal, ahora estarán mucho peor. Y nuestros periodistas seguirán aplaudiendo sus guerras civiles y colocando cartelitos de buenos y de malos según les ordenen.

  2. Un presidinte civil embuido en fundamentalismos religiosos y un ejercito militar con obediencias a los intereses occidentales (EEUU versus Israel) y mantener sus privilegios.

  3. Palas dijo:

    A Mubarak lo tumbaron huelgas obreras, los pro-yanquis falsislamistas se hicieron con el poder pero el problema de las huelgas obreras seguía ahi. Ahí siguen las huelgas obreras, espero que tambien tumben a los proyanquis.

  4. Víctor GC dijo:

    EL gran problema es haber puesto en Egipto, un país con tantas diferencias un sistema político presidencialista donde todo el poder se lo lleva el ganador. En el fondo no es muy distinto de cuando Mubarak. Tendrían que haber puesto un sistema parlamentario proporcional por lo menos para empezar y dejarse de presidencialismos. Con eso las distintas partes habrían requerido el pactismo. Egipto es un país muy polarizado, seguir con sistemas que dan tantos poderes al ganador es una locura.

  5. Dr. Pointer dijo:

    Fernando, las primaveras árabes no son ningún invento occidental, igual que las primaveras de 1968 tampoco fueron fabricadas por ningún servicio de inteligencia. Otra cosa es que la situación, previamente explosiva, una vez explota (sin que nadie la detone), se preste a que todos los participantes empujen a donde piensan que más les conviene, pero la manipulación es inherente al ser humano en todos los aspectos de su existencia.

    A la larga, las primaveras árabes van a beneficiar a sus pueblos, eso sin duda. Porque además lo que son problemas estructurales, eso estaba ahí y no se iba a enfocar mejor con regímenes poco o nada democráticos.

    Respecto a que EEUU es simplemente «no hostial»… es correcto y objetivo, así es. De hecho, lo más granado del fascio yanki ya se reunió hace tiempo con los Hermanos, varias reuniones famosas. Para EEUU ser no hostial (si se me permite el neologismo) ya es más o menos lo mismo que ser aliado, simplemente el palo y la zanahoria lo modulan en función de sus intereses. Más bien es todo lo contrario, diría yo, EEUU estaría encantado con ellos, y son determinados sectores de los Hermanos los que pasan de todo cuando los EEUU les «orientan». De ahí la política no hostial, supongo que para «reconducirlos». Por ejemplo, en el tema Palestino (Morsi se ha movido muy bien ahí, y le ha metido un palo en el culo al tarugo de Erdogan), la esquizofrenia americana tiene claro que apoya a Israel aquí y ahora, pero a la larga les van a dar la patada en el culo.

    A lo que está jugando el ejército supongo que es a blanquearse, me pregunto dónde puede desembocar esto respecto a la geopolítica occidental. Vamos a otro escenario como el de Siria, donde cualquier resultado va a ser perjudicial para Occidente (no «malo» y «peor», sino «peor» y «peor»). Empiezo a sospechar que esto va a ser la norma.

    Por cierto, podíais hablar algo de las pirulas en Bulgaria, similares a las turcas, egipcias o brasileñas. Son muy importantes con el valor añadido de ser un país de la UE, prueba de ello es el total silencio y ocultación que merecen por parte de los medios.

  6. Pingback: El golpe de Egipto ya tiene fecha | GUERRA ETERNA

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