Las milicias kurdas del YPG ha abandonado la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, que ha sido capturada por el Ejército turco y sus aliados del grupo insurgente sirio FSA. Una de las primeras imágenes que confirmó la noticia en la mañana del domingo fue la de la bandera turca ondeando en el Ayuntamiento de la ciudad.
El Gobierno turco afirmó que uno de los objetivos de su operación militar, comenzada en enero, era de la poner fin al control de esa provincia por un grupo «terrorista» aliado del PKK kurdo y dar seguridad a los habitantes de la zona. «En el centro de Afrin, ya no ondean las banderas de la organización terrorista, sino los símbolos de la paz y la seguridad», ha dicho el presidente Erdogan.
Lo que se ha visto es algo muy diferente, pero coherente con lo habitual en la guerra siria: el saqueo de comercios por los nuevos invasores. Estas cinco fotos son de Bulent Kilic, de AFP, y en ellas se ve a los miembros del FSA robar vehículos, productos electrónicos y comida en las tiendas de Afrin.
Según el Observador Sirio de Derechos Humanos, unas 200.000 personas han huido de la provincia de Afrin en las últimas semanas, la mayoría a territorio controlado por el Gobierno sirio.