Reza Marashi trabajó en el Departamento de Estado de EEUU y ahora lo hace en la organización no gubernamental National Iranian American Council (esta ONG apoya la idea de reducir la tensión histórica entre EEUU e Irán). Conserva contactos de sus tiempos en la Administración y ha explicado en Twitter lo que le han contado funcionarios de carrera que trabajan en el Gobierno en asuntos de política exterior. La historia que describen sobre las intenciones de los altos cargos de la Administración de Donald Trump en relación es alarmante. Estas son algunas de las frases entrecomilladas que cita:
«No tenemos un proceso de toma de decisiones sobre seguridad nacional que funcione. No tenemos un plan sobre lo que ocurrirá más adelante. Ellos (los altos cargos) no están en absoluto preparados para lo que va a surgir y son demasiado estúpidos para darse cuenta. La gente aquí está asustada y con razón».
«¿Cuándo nos enteramos la mayoría de nosotros sobre la muerte de Suleimani? Después de que ocurriera. Desde entonces, hemos intentado montar planes de contingencia sobre la marcha, pero estos charlatanes los ignoran en su mayor parte, y luego Trump comete más tonterías estúpidas y volvemos al punto de partida».
«Lo único que interesa a Trump es echar mierda sobre el legado de Obama, decir a todo que sí a los donantes (de fondos para su campaña) y crear una distracción sobre el impeachment. Nada de esto tiene que ver con los intereses americanos o la seguridad. Se ha rodeado de ideólogos lunáticos y aduladores como (el vicepresidente) Pence y (el secretario de Estado) Pompeo. Pero no son los únicos».
«Entre los principales asesores de Trump sobre Irán, hay muchos exmilitares que sirvieron en varias ocasiones en nuestras guerras de Irak, Afganistán y otros lugares. Están totalmente convencidos de que Irán es la razón por las que perdimos esas guerras y están completamente dispuestos a vengarse, cueste lo que cueste».
«Han estado presionando durante años para que se matara a Suleimani y finalmente han convencido a Trump. Creen que la guerra con Irán lleva pendiente desde hace tiempo, así que para ellos todo esto era una forma de conseguir ese objetivo. Cuando Irán responda, dirán a Trump que golpee a los iraníes con más fuerza. Ya puedes imaginar cómo puede acabar esto».
«Saben que los iraquíes nos van a expulsar del país, así que mataran a todos los que puedan (se refiere probablemente a milicias chiíes iraquíes apoyadas por Irán). Iraníes, iraquíes, los que sean. Algunos aconsejan a Trump que le diga al Gobierno iraquí que se joda y que se atreva a echarnos. No es una broma. Una locura».
«Cuando he usado en discusiones tus argumentos sobre que el asesinato de Suleimani actuaría como catalizador para que los iraníes se envuelvan en la bandera, dicen que eso es la ‘típica excusa de mierda de la época de Obama’, y que en la Unión Soviética obligaban a la gente contra su voluntad a participar en manifestaciones de apoyo. Así que aparentemente ahora Irán es una superpotencia».
«Tenemos amigos que han sido enviados a zonas de guerra. ¿Para qué? Trump ha desplegado 14.000 soldados en los últimos seis meses, y eso no ha prevenido la actual crisis. ¿En qué momento empezaremos a pensar que desplegar tropas es parte del problema y no de la solución?».
«Lo que da más miedo es cuando se inventan chorradas para justificar sus acciones favoritas. Cuando comentamos inexactitudes o cuestionamos esa lógica, como poco nos gritan o bien nos quitan del proceso (de toma de decisiones). La mayoría de los cargos de confianza son unos paranoicos, no están cualificados o ambas cosas».
«Si me hubieras preguntado el año pasado si las instituciones americanas eran lo bastante sólidas como para impedir una guerra de Trump contra Irán, te habría dicho que desde luego. Hoy, no estoy tan seguro. Por malo que parezca todo desde fuera, es mucho peor visto desde dentro».
Los comentarios anónimos coinciden en buena parte con múltiples artículos aparecidos en medios de comunicación de EEUU sobre la toma de decisiones en la Casa Blanca de Trump sobre asuntos de política exterior. Recuerdan a lo que se contaba cuando McMaster era el consejero de Seguridad Nacional y también con John Bolton. Ninguno de los dos, en especial Bolton, albergaba buenos deseos sobre Irán. Bolton se ha expresado en público desde hace años en favor de un «cambio de régimen» en Irán, por medios violentos evidentemente. Pero ambos era profesionales de los temas de política exterior y se supone que planteaban a Trump opciones racionales para las crisis de Oriente Medio y respetaban a la burocracia especializada que asesoraba al presidente en el CSN (Bolton, un poco menos).
El panorama que pinta Marashi es muy diferente.
También en Twitter Rukmini Callimachi, periodista del NYT, explica que sus fuentes indican que la planificación del ataque contra Suleimani fue «caótica». La eliminación del general iraní había sido discutida en las administraciones de Bush y Obama, pero había sido descartada por las consecuencias impredecibles que tendría.
Tras un ataque a una base norteamericana en Irak a finales de diciembre, Trump recibió un menú de posibles respuestas en las que la muerte de Suleimani era la más extrema. En ese momento, el presidente eligió una menos dramática, un ataque aéreo contra una base de la milicia chií proiraní responsable del ataque anterior. Se produjo el 29 de diciembre y mató a una veintena de sus integrantes. Hubo después la manifestación convocada por esa misma milicia que sitió la embajada de EEUU en Bagdad y llegó a asaltar el perímetro exterior sin acceder a las instalaciones. Fue entonces cuando Trump ordenó asesinar a Suleimani.
Callimachi también dice que la razón aducida por el Gobierno para justificar la operación –Suleimani estaba preparando un atentado contra un objetivo norteamericano en el que podría haber «centenares de muertos»– no cuenta con indicios sólidos. Sólo se sabe, según esas fuentes, que Suleimani había viajado recientemente a Siria, Irak y Líbano para reunirse con grupos y milicias aliados de Irán, pero eso es algo que hacía con frecuencia. También se habla de que tenía previsto reunirse pronto con el líder supremo de Irán para solicitar su aprobación a una nueva operación, pero no se sabe nada aún sobre sus características.