Los insurgentes están muy cerca de la ciudad costera de Latakia (mapa de las provincias de Latakia e Idlib)), considerada un baluarte del Gobierno de Asad. Tan cerca como para haberla atacado el martes con un brutal resultado para la población civil. Dos ataques sobre su zona residencial, incluida una universidad, con cohetes o morteros, probablemente lo segundo, han matado a 23 personas y herido a 40.
No es el primer bombardeo o atentado con coche bomba que sufre la ciudad, pero no son muy frecuentes y cada uno que se produce supone un duro golpe para la capacidad del régimen de mantener a salvo a sus partidarios. Y una de sus principales fuentes de legitimidad es dejar claro que, a pesar de toda la destrucción sufrida por el país, los insurgentes no pueden ganar.
La ofensiva aérea de Rusia tenía como uno de sus principales objetivos liberar la presión sobre las zonas ya controladas por el Gobierno. La principal base aérea rusa se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad de Latakia. Ha habido varios ataques de la aviación rusa en puntos de la provincia de Latakia en los que existe presencia insurgente. La consecuencia que hay que sacar no es que esos bombardeos rusos son irrelevantes o fallidos, sino que las guerras no se ganan desde el aire si el enemigo está bien posicionado sobre el terreno.
La situación será diferente si los insurgentes se ven rodeados en la zona norte del país. Cuando tomaron la ciudad de Idlib (mapa), y luego el resto de la provincia de ese nombre, demostraron lo cerca que estaban de la costa y del eje que va desde Alepo, más al norte, a Damasco, que es la columna vertebral del Gobierno al ser la zona más poblada del país. Y ahí es donde son relevantes dos noticias de esta semana. El Ejército parece haber entrado en contacto con la base de Kuwairis, al este de Alepo, que ha estado sitiada por las fuerzas de ISIS durante los últimos dos años. A eso hay que unir la noticia de hace unos días, según la cual las fuerzas gubernamentales han conseguido controlar la carretera que parte de Alepo hacia el sur, lo que le permitiría asegurar el suministro a las zonas de la ciudad en su poder.
La información sobre la base de Kuwairis procede de medios gubernamentales, pero ha sido confirmada por un reportero de AFP. Sería una de las mayores victorias del Gobierno en el último año. En el caso de que consoliden el control de la zona –es habitual que las zonas más disputadas cambien de amo en cuestión de pocas semanas–, podrían utilizar esa base para su uso por los aviones rusos. No es una cuestión de distancias porque desde Latakia esos aviones pueden llegar a cualquier zona del país, pero sí de tiempo. En las próximas semanas o meses, podrían plantearse recuperar todo el control de la ciudad de Alepo y acabar con el objetivo de varios grupos insurgentes de avanzar hacia el sur y ocupar la ciudad de Hama. Eso es algo que los aviones rusos no permitirán que ocurra.
NEW MAP: After 3 years, #SAA was finally able to break #IslamicState siege of #Kuweyres airbase. #Aleppo #Syria pic.twitter.com/NuT241e8cR
— Peto Lucem (@PetoLucem) November 10, 2015