No falla. Cada vez que Obama se va medio metro a la izquierda, aunque sea en el plano retórico, The New York Times lo define como «populista».
Infusing his speech with the type of populist language that has emerged in the Occupy protests around the nation, Mr. Obama warned that growing income inequality meant that the United States was undermining its middle class. He said it “gives lie to the promise that’s at the very heart of America: that this is the place where you can make it if you try.”
“This is a make or break moment for the middle class, and all those who are fighting to get into the middle class,” Mr. Obama said as he sought to make an economic case for his re-election next year. “At stake is whether this will be a country where working people can earn enough to raise a family, build a modest savings, own a home and secure their retirement.”
El NYT ha denominado el discurso en Kansas como el «ataque más extremo contra los ricos».
Tampoco es para extrañarse. El periódico está tan aterrorizado con perder a sus lectores conservadores (no tanto los que viven en la ciudad de Nueva York como los que viven en otras poblaciones del Estado) que es capaz de cualquier cosa con tal de hacerles ver que está en el centro. En el centro de ninguna parte.
Obama sí ha hecho suyo el discurso contra la desigualdad habitual en las movilizaciones de Occupy Wall Street.
Miren las estadísticas. En las últimas décadas, la renta media del 1% más rico ha subido más de un 250%, hasta 1,2 millones de dólares al año. Para el 1% más rico de ese 1%, la renta media es ahora de 27 millones al año. (…) Un consejero delegado que solía ganar unas 30 veces más que sus trabajadores ahora gana 110 veces más. Y sin embargo, en la última década los ingresos de la mayoría de los norteamericanos han caído un 6%.
Defender la clase media con esos argumentos es populista, según el NYT. Lo que tiene que hacer la gente es conformarse.