Charles Ferguson está mucho más enfurecido que cuando dirigió el documental ‘Inside Job’. Las esperanzas que tenía depositadas en Barack Obama se han visto completamente decepcionadas. No es que Wall Street esté enamorada de Obama, pero no se puede decir que las tímidas reformas aprobadas hayan cambiado el modo de vida de la industria financiera.
Ferguson acaba de publicar el libro ‘Predator Nation: Corporate Criminals, Political Corruption, and the Hijacking of America’. En un estilo más agresivo que en el documental, denuncia por qué Wall Street se ha manejado con total impunidad en las últimas décadas. El mundo del dinero tiene una bula que no está a disposición del resto de empresas de la economía.
En un extracto del libro publicado por The Guardian:
«No es una exageración decir que desde los años 80, buena parte de la industria financiera global se ha dedicado al crimen, al crear una industria que tolera o incluso fomenta el fraude sistemático. Las conductas que provocaron la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera de 2008 son un resultado lógico y la continuación de este modelo, y no algún tipo de accidente económico.
Esta conducta es criminal. Hablamos de la ocultación deliberada de transacciones financieras que colaboran con el terrorismo, la proliferación de armas nucleares y la evasión fiscal a gran escala, la complicidad en grandes fraudes financieros y la ocultación de activos criminales, y la responsabilidad en fraudes que agravaron sustancialmente la peor burbuja financiera desde la Depresión.
Y sin embargo, ninguna de estas conductas ha sido castigada de forma significativa.
Las multas a los bancos por su papel en el fraude Enron, la burbuja de Internet, la violación de sanciones a países como Irán, y las actividades de blanqueo de dinero suponen menos del 1% de los beneficios y bonus del sector financiero en ese periodo.
Ha habido muy pocos procesamientos y ninguna condena contra las grandes instituciones financieras o sus principales directivos. Cuando personas sin relación con los grandes bancos han cometido delitos similares han sido tratadas de forma mucho más dura».