Un periodista decía que lo que ha pasado en las últimas 24 horas le recordaba a lo que ocurrió ese día de mayo de 2010 en que Zapatero se bajó del caballo y anunció un recorte del gasto público que acabó por hundir a su Gobierno. En realidad, creo que el beso de muerte no fue esa decisión, sino todo lo que se había producido antes, pero esa es otra historia.
Rajoy ha tenido este martes su mayo de 2010. Es más una cuestión de imagen que de política, pero sería un gran error considerarlo simplemente un día malo, propicio para los chistes que inundan Twitter y las conversaciones de la gente. El Gobierno, como todos los gobiernos, tiene el arma más poderosa no militar que existe, que se llama el BOE. Aun así, hay algo más importante a largo plazo que el inmenso poder ejecutivo con el que cuenta. Se llama reputación.
El 10 de abril fue el día en que Mariano Rajoy salió corriendo (de la prensa).
Ocurrió en la jornada en que la prima de riesgo crecía y crecía, un día después de que el Gobierno diera un poco edificante espectáculo de descoordinación e improvisación. Una vez más, nos vimos embarcados en la retórica absurda por la que un Gobierno ‘envía un mensaje a los mercados’, como repiten constantemente los medios de comunicación, sin pensar ni por un momento que mensajes como este o más contundentes han acabado desvaneciéndose en cuestión de horas a lo largo de toda Europa. Por alguna razón, los periodistas creen que si repites constantemente una frase absurda, terminará cobrando forma en la mente de sus lectores y espectadores.
¿Cuántas veces se ha dicho que lo peor de la crisis había terminado? El último fue Monti y la lista de los anteriores que cometieron ese error es interminable.
Sin embargo, Monti y otros como él hicieron un esfuerzo para hacer ver que todavía seguían controlando la situación, que tenían bien aferrado el volante. Rajoy ni siquiera ha hecho el más mínimo intento. Tranquilizado por el universo paralelo en que transcurren su plácida existencia el Congreso y el Senado, no tenía que responder a ninguna pregunta por el último embate que sufre la economía española y en última instancia la eurozona. El orden del día iba de otros asuntos.
Pero, ay, luego surgieron los periodistas y el presidente del Gobierno, el hombre con mayor poder institucional y mediático desde que volvió la democracia a España, el político que hace sólo algo más de tres meses ganó las elecciones por mayoría absoluta, se dio la vuelta, protagonizó una escena un tanto cómica, puso cara de circunstancias y terminó saliendo por el garaje (peor sería escapar de La Moncloa en helicóptero, dirían los optimistas).
Lady Gaga habría mostrado más presencia de ánimo.
¿Importa algo que un presidente dé esta sensación de huida a ninguna parte? Importa a los demás gobiernos europeos, importa a los míticos mercados y también importa dentro de su propio partido. Como los monstruos de las películas de terror que parecían muertos pero que reservaban una sorpresa final para la última escena, Esperanza Aguirre regresa a primera línea con un puñetazo en la mesa, suficiente para alimentar una portada de prensa que nos devuelve a los meses posteriores a la derrota de Rajoy en 2008.
¡¡¡ZP cagón!!!…..oh!…no, espera……¿Zp no lleva cuatro meses fuera y cautivo y desarmado el PsoE?
Rajoy esta haciendo bueno no a ZP, sino a Rubalcaba que ya es decir. El PSOE hecho unos zorros y Rajoy insuflándole via masaje cardíaco, boca a boca y tocata y fuga.
Rajoy dijo que no se escondería y, a la primera un poco seria que tiene, huye.
Rajoy acusó al gobierno de ZP de improvisación y de no tener un programa de gobierno claro y ahora son los ministros del gobierno del PP los que parecen no tener una línea clara.
A Rajoy se lo van a acabar comiendo las pirañas que tiene en su propio partido.
Una nota disonante: teniendo en cuenta su habilidad para elegir en las urnas a quienes han de liderar la nación, este país se merece lo que le está pasando.
Si, objetivamente, la mayoría de la masa votante ha decidido que quien debía hacer frente a la mayor crisis económica de nuestra historia es un candidato cuya acción política se resume en haber perdido dos elecciones seguidas con el -hasta ahora- peor presidente de la democracía, ¿qué se puede esperar? ¿A alguien, examinando las políticas y resultados económicos de las regiones gobernadas por el PP, les extraña algo hasta ahora de la acción de Gobierno?
¿Es que, según la mayoría de la masa votante, si tienes un gobierno desastroso la solución es cambiarlo por otro en plan «a ver que pasa»? ¿Es posible,a estas alturas, que a alguien le sorprendan los recortes en sanidad y educación viniendo de un PP que gobierna como lo ha hecho en Madrid o Valencia?
Si votas -o dejas de votar- con el culo, pues tendrás mierda, de izquierdas o de derechas, pero mierda. Pura y simplemente.
Esa es otra, que después de años de educación obligatoria y universal todavía la gente de este pais no se ha dado cuenta de que el todo no puede ser mejor que el promedio de sus partes. Y el promedio de los gobiernos autonomos da pena.
Ibarretxe for president ya!!
La masa votante sólo puede decidir entre los dos o tres muñequitos que le ponen delante para que escoja. La cuestión más bien es cómo escogen los partidos a sus candidatos. La capacidad no está en lo más alto de la lista de prioridades.
Falso, Anonimus. Hay mas de 2 o 3 partidos políticos tanto de izquierda como de derecha aparte de PSOE y PP, nacionalismos aparte. Otra cosa es la comodidad de votar sólo a las siglas que aparecen en los telediarios, como tantas cosas. La única manera de forzar precisamente a los partidos mayoritarios a limpiar sus listas es votar otras opciones del mismo espectro ideológico aunque sólo sea por higiene democrático y no se compartan todo su programa. Si en vez de eso, la gente decepcionada con ellos se queda en cada y no da a otras formaciones las mismas oportunidades que han dado a esos partidos mayoritarios, eso no es participar en el juego democrático: es puro y simple forofismo. Y, como a un hooligan o a un forofo te tratarán.
Porque al final al PP y PSOE se les consiente y perdona todo -incluído corrupción, falta democracia interna, nivel ínfimo de sus dirigente, ruptura continuida de los compromisos de su programa electoral- y a los partidos minoritarios se les mira con lupa para encontrar algo que disuada de otorgarles su confianza. Justo al revés de como debería ser. Exigentes con el débil y timoratos con el que tiene mas recursos.
Y perdón por las faltas de ortografía. Escribir desde el trabajo y a punto de irse tiene estas cosas…