Todos los candidatos que podían suponer una amenaza para Sisi en las elecciones presidenciales egipcias han sido detenidos, inhabilitados o amenazados para que se lo pensaran mejor. Sólo se ha permitido que se presente un político que hace sólo unas semanas tenía colocada una foto del presidente de Egipto en la cabecera de su página de Facebook.
El régimen egipcio aspira a que Sisi sea reelegido con un porcentaje superior al 90%. Más o menos, lo que ocurrió en las elecciones de 2014 cuando obtuvo el 97% de los votos.
Por eso, hay que preguntarse por qué el Gobierno español cree que era necesario que el ministro egipcio se reuniera con el rey. Por lo visto, no valía con que se viera con el ministro español Dastis y que este le invitara a ver el partido del Real Madrid en el Bernabéu.
Para tener una idea sobre qué ha ocurrido con el resto de aspirantes a la presidencia egipcia, este gráfico da algunas pistas.
Rex Tillerson is reportedly headed to Cairo on Sunday. Here’s what he should know about #Egypt’s upcoming presidential “election.”https://t.co/lXLeT1uBVQ pic.twitter.com/0s71FRMtJM
— POMED (@POMED) 9 de febrero de 2018
Ahmed Shafik, que fue el candidato derrotado en segunda vuelta en las elecciones que ganó el islamista Morsi, anunció en noviembre en los Emiratos, donde residía, que pretendía presentarse. Fue deportado por el Gobierno de ese país y detenido a su llegada a Egipto. En enero anunció que había cambiado de opinión.
Khaled Ali, el político más progresista de los posibles aspirantes, estaba amenazado por una pena de inhabilitación por un delito inexistente. Al final, terminó renunciando por la detención de varios de sus seguidores.
El exgeneral Sami Anán, que había sido jefe de las Fuerzas Armadas, fue detenido tres días después de presentar su candidatura con el argumento de que no había llegado a formalizar su salida del Ejército. Decenas de los integrantes de su campaña fueron detenidos.
El coronel Ahmed Konsowa fue condenado a seis años de prisión por anunciar su candidatura vestido de uniforme militar. Lo mismo que hizo Sisi en 2014.
El único que ha pasado el corte es un político desconocido llamado Moussa Mustafa, el que llevaba a Sisi en su página de Facebook. A finales de enero, anunció que se presentaba y sin ningún partido político que le respaldara consiguió en unas horas las miles de firmas necesarias. Está claro que fue el Gobierno el que decidió que él sería el candidato de paja.
Ante tanta variedad de opciones en las urnas, ha habido llamamientos en favor del boicot. El régimen se ha apresurado a afirmar que eso sería una traición y tomado las primeras medidas. El miércoles, fue detenido Aboul Fotouh, que fue candidato en las elecciones de 2012, a su regreso de Londres.
El apoyo del Gobierno de Rajoy al egipcio no tiene mucho que ver con la democracia, con lo que hay que suponer que eso no es una prioridad para las autoridades españolas.
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–Egypt: Cluster bomb video highlights human rights concerns in North Sinai. Amnistía Internacional.
—Egypt must halt executions, say UN human rights experts.