«Together we will rebuild it» says massive #Assad poster on damaged building in central #Homs http://t.co/JPDwGiuJXL pic.twitter.com/O4ncLvD2e6
— Sam Dagher (@samdagher) June 3, 2014
Por primera vez, hay papeletas en las elecciones presidenciales sirias en las que aparecen nombres que no son el de un Asad. Nadie duda de cuál será el resultado, que permitirá siete años más de Gobierno de Bashar Asad. No ha habido urnas en las zonas controladas por los rebeldes, pero el ambiente en las regiones donde sí ha habido votación, cuentan los periodistas que están allí, no es precisamente el de un país en el que el Gobierno está a punto de desmoronarse. Antes al contrario, se diría que las autoridades han llevado a cabo la organización de la jornada electoral con la tranquilidad que da saber que ya han ganado, según cuenta Jeremy Bowen, de BBC.
And here’s a photo. President Assad and his wife vote this morning. pic.twitter.com/9ZPE39FMcB
— Rachel Thompson (@raeontheroad) junio 3, 2014
Habrá muchos sirios que hayan votado coaccionados, pero también otros lo habrán hecho porque siempre han estado con el Gobierno o por un cálculo pragmático. Para acabar con la guerra, sólo ven como opción factible una victoria del Gobierno de Asad. La guerra dentro de la guerra que han mantenido en los últimos meses los rebeldes islamistas les habrá convencido de que una derrota de Asad sólo sería el preludio de otro enfrentamiento armado, esta vez entre los vencedores.
INCREDIBLE PIC: thousands of Syrians in Lebanon outside Embassy in E Beirut queue to vote in presidential elections pic.twitter.com/T6ahoLVHQV
— bendepear (@bendepear) Mayo 28, 2014
Miles de sirios votaron en la embajada de Beirut el día anterior en una imagen significativa. En Líbano, su Gobierno tiene muchas menos posibilidades de intimidarles. Como dentro del país, esas personas también habrán llegado a la conclusión de que el desenlace de la guerra, por lejos que esté, sólo puede ser uno.
Crónica de Mikel Ayestarán.