Hay varios aspectos de la campaña de Donald Trump que son un regalo caído del cielo para Hillary Clinton. Ninguno es más importante que su desprecio, poco disimulado, por las mujeres. Hay innumerables testimonios que lo demuestran de la época en que ni imaginaba que podía presentarse como candidato a unas elecciones. Pero la cosa no acaba ahí. Ya inmerso en las primarias republicanas, ha vuelto a dejarse llevar por su visión extrema de la misoginia, siendo sus ataques a la presentadora de Fox News Megyn Kelly el ejemplo más conocido.
Como su rival en las elecciones va a ser una mujer, Trump no podía evitarlo. Más tarde o más temprano, tenía que recurrir al machismo invertido, es decir, afirmar que su rival goza de ventaja por el hecho de ser una mujer.
Fighting for women's health care, equal pay, and paid leave.
Or as Donald Trump says, playing the "woman's card."https://t.co/Ask6loAOFO— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 27 de abril de 2016
Clinton ha obtenido hasta ahora 12.135.109 votos (en las republicanas, Trump ha recibido 10.056.690, lo que le pone en camino de un récord).
La cifra de Clinton es un 57% de los votos emitidos en las primarias. Según la teoría del millonario, todo lo que supera el 5% hasta el 57% sería el ‘plus femenino’ del que disfruta Clinton. Con tal regalo, resulta difícil comprender cómo es posible que nunca antes una mujer haya sido elegida presidente de EEUU.
Este tipo de declaraciones, además de no resistir una mínima comparación con la realidad, suponen una carga insuperable para la campaña de Trump por el pequeño detalle, bien conocido por todos, de que más o menos la mitad del censo electoral está compuesto por mujeres. Por eso, no debe sorprendernos que todas las encuestas que tienen en cuenta el factor de género estén ofreciendo datos nunca antes vistos sobre el rechazo que Trump provoca entre las mujeres.
I spoke to lots of pollsters & none could think of a politician whom woman hated like Trump https://t.co/fncLGJyolI pic.twitter.com/lR7Sk8uJvd
— Jon Schwarz (@tinyrevolution) 21 de marzo de 2016
Como todos los candidatos republicanos, Trump parte con desventaja entre las minorías como negros o latinos. Pero sus números entre las mujeres de raza blanca son también deplorables. Según un sondeo reciente, el 75% de las mujeres tiene una opinión negativa de él. Pero a los republicanos no les suele ir tan mal con las mujeres de raza blanca (Romney tuvo el 56% de sus votos en 2012). Un sondeo de finales de marzo indica que en ese segmento Trump sólo llegaría al 38% frente a Clinton.
En el caso de que Trump tenga alguna posibilidad en unas elecciones presidenciales, parece claro que las mujeres se ocuparán de que se quede muy lejos de la Casa Blanca.