Es posible que nunca se sepa con exactitud por qué James Holmes, de 24 años, disparó a los asistentes al estreno de la película ‘Dark Knight Rises’. Lo que sí es seguro es que las consecuencias políticas serán entre nulas e inexistentes. 12 muertos y 59 heridos en la matanza del cine de Aurora, Colorado, serán una tragedia sin respuesta, algo ante lo que hay que reaccionar con «silencio y oración».
Si hubieran muerto en un accidente de tren, habría probablemente una investigación sobre las razones de la catástrofe. Hacerlo en este caso sería anatema para la NRA. Plantear que todos los países soportan su ración de psicópatas pero que en algunos lo tienen más fácil para conseguir armas sería politizar la tragedia, o al menos eso dirán los que se oponen a cuestionar que siga en vigor a todos los efectos la interpretación maximalista de la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho a llevar armas.
Adam Gopnik en The New Yorker:
The truth is made worse by the reality that no one—really no one—anywhere on the political spectrum has the courage to speak out about the madness of unleashed guns and what they do to American life. That includes the President, whose consoling message managed to avoid the issue of why these killings take place. Of course, we don’t know, and perhaps never will, what exactly “made him” do what he did; but we know how he did it. Those who fight for the right of every madman and every criminal to have as many people-killing weapons as they want share moral responsibility for what happened last night—as they will when it happens again. And it will happen again.
Obama se mantendrá alejado del debate sobre el control de armas como si fuera la peste negra. No ha hecho nada al respecto en su primer mandato, lo que no ha impedido que en muchos estados norteamericanos muchas personas hayan estado seguras de que en cualquier momento se restringiría la venta de armas.
Lo más probable es que se escuchen voces que digan lo contrario. Que la matanza se produjo porque los espectadores de la película no estaban armados hasta los dientes para responder a tiro limpio al agresor.
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Mass Shootings in the United States Since 2005.
«o más probable es que se escuchen voces que digan lo contrario. Que la matanza se produjo porque los espectadores de la película no estaban armados hasta los dientes para responder a tiro limpio al agresor.»
Es lo que han dicho otras veces. Como cuando el de la Glock con el cargador de gran capacidad.
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Porque nada es mas seguro que sacar una pistola en medio de un tiroteo en la oscuridad de una sala de cine…¿quien sabe cuantos tiradores están actuando en un momento asi? ¿Y si otro espectador armado saca su arma tres filas mas atrás y cree que el de mas adelante es el asesino y no un espectador mas? ¿Quién es capaz de mantener la calma y no darle a otro inocente corriendo en medio del caos?
Silencio y olvido… hasta que algún otro pirado vuelva a matar. Mientras nadie investigue los antecedentes familiares y psicológicos de estos individuos, las causas concretas que les han inducido a cometer estos crímenes, el modo de detectarlos y tratarlos antes de que empiecen a matar, tendremos que lamentar más masacres como la ocurrida en Colorado. Todas los países tienen sus psicópatas, pero el problema al que se enfrenta la sociedad estadounidense es que allí el fácil acceso a las armas de fuego multiplica el daño que estas personas pueden provocar. Algo funciona rematadamente mal en una nación que necesita colocar detectores de metal a la entrada de los colegios y en la que a un adolescente le resulta más sencillo comprar una pistola que una lata de cerveza.