El sultán Erdogan tiene poco sentido del humor. Tampoco acepta muy bien las críticas. Y no tolera que nadie abandone las filas de sus partidarios/aduladores. Ahora también pretende que los gobiernos extranjeros se conviertan en defensores de su dignidad.
La semana pasada, ordenó que el embajador alemán en Ankara fuera convocado en el Ministerio de Exteriores en protesta por la emisión en un programa de una cadena pública alemana de una canción satírica dedicada al presidente turco.
(Se pueden activar los subtítulos en inglés)
Quería que la canción, emitida en el programa Extra 3 el 17 de octubre, fuera eliminada y consiguió lo contrario. Extra 3 volvió a moverla en Internet y subió una nueva versión con subtítulos en inglés. La sátira recuerda a los alemanes, ahora a mucha más gente, que Erdogan construyó una residencia oficial de mil habitaciones sobre un parque natural, que los periodistas que le critican pueden acabar en prisión o con el periódico incautado, como le ocurrió al diario Zaman, y que suele bombardear con más intensidad a los kurdos que a ISIS.
Es probable que Erdogan no haya pillado la ironía. Al reclamar sin éxito la censura, lo único que hizo fue confirmar la denuncia expresada de forma humorística sobre sus ataques a la libertad de expresión.
El presidente turco aumenta cada semana la lista de sus enemigos, y en ella aparecen ahora los diplomáticos europeos que acudieron como observadores a una sesión del juicio contra dos periodistas del diario Cumhuriyet, acusados de revelar secretos de Estado por informar de la entrega de armas a grupos insurgentes sirios por los servicios de inteligencia turcos.
With Ambassadors, CGs & other diplomats at trial of #Cumhuriyet journalists Can Dundar & Erdem Gul pic.twitter.com/29RnATbW21
— Leigh Turner (@LeighTurnerFCO) 25 de marzo de 2016
El cónsul general británico en Estambul se hizo esta foto junto a otros diplomáticos, entre los que estaban el embajador alemán. Turner también se fotografió con uno de los periodistas juzgados.
La respuesta de Erdogan a esos diplomáticos: «Pueden moverse con libertad dentro de sus consulados y la zona de los consulados, pero si van a otros sitios, necesitan permiso».
Erdogan es el socio imprescindible de la UE para impedir la llegada de refugiados sirios a Europa. No esperemos que le reprochen este ataque a sus representantes en Turquía.